Nuestra promesa.

Borgoña.

Justo como fue acordado, el doctor llegó al siguiente día. Con todo lo que necesitaba en una gran camioneta.

Katsuki: Gracias por venir.

X:Joven bakugo, es un placer para mí estar aquí! Bueno será mejor que haga mi trabajo.

Katsuki: Una advertencia antes.

X:Dime joven.

Katsuki: Tiene que salir excelente, no quiero errores, ni uno solo, todo debe quedar perfecto y debes tener tanto cuidado con él.

X: Déjelo en mis manos, ya lo sabe joven, si no esta satisfecho solo debe hacerse cargo, ya tengo heredero así que no me preocupa dejar a mi gente si es necesario.

Katsuki: Piensas mucho a futuro eh?

X: Claro joven, no soy inmortal y usted necesitará a otro doctor en un futuro.

Katsuki: Me gusta tu forma de pensar viejo.

Katsuki presentó al doctor en la habitación de deku, este parecía un poco nervioso por la cirugía, pero aún así aceptó, si Katsuki le garantizaba volver a ver era todo lo que necesitaba sin más.

Deku: Me dejó en sus manos doctor.

X: Buen chico, seré muy gentil pequeño.

Katsuki: Recuerda viejo, debe quedar excelente.

X: Lo haré joven.

Así fue como comenzó esa lucha, fueron horas en las que Katsuki esperaba de pie frente a una pared, ni una sola vez quito su mirada, nunca se movió de lugar, ni siquiera se atrevió a dormir o comer mientras deku se mantenía del otro lado de esa puerta.

Katsuki:Deku.. Debes resistir.

Asi fue como la noche cayó.

X: Joven bakugo! Fue excelente, solo queda reposar por unas semanas y podremos quitar las vendas, te aseguro que mi trabajo está impecable, no habrá ningún inconveniente con su recuperación ya que hice todo el cambio de una.

Katsuki: Me alegra escuchar eso viejo, ahora que se sobre eso debo trabajar.

Katsuki salió de casa, mientras subía al auto tomaba su arma de nuevo, fumaba su cigarrillo como era costumbre. Todo lo que lo abrumaba estaba desapareciendo y sólo tenía una cosa en mente.

Katsuki: Debo matar a mi suegrito.

Así fue Katsuki se dirigió al otro lado de la cuidad a buscar a una rata, una muy grande y asquerosa.

Katsuki: Ni idea como pudiste crear a semejante hijo, no eres un desperdicio de oxígeno después de todo.

Katsuki llegó al bar donde se encontraba el padre de su pequeño, bajo el auto y de inmediato pudo sentir el olor desagradable de aquel bar.

Katsuki: Que gusto de mierda.

Así de rápido como bajó del auto y entró fue la misma rapidez como salió, un disparo limpio y rápido fue todo lo que se necesito, no tenía pensado dejar a esa rata quedarse más tiempo en este mundo, suficiente había hecho ya como para dejarlo desperdiciar más aire con su agonía.

Katsuki: Toda la mierda se ha quitado de mi camino por fin. Es hora de regresar.

Las semanas pasaron deku por fin completo su recuperación, su visión estaba en lo mejor de mejor, pero aún no había visto la cara de Katsuki. Solo miraba al doctor y su habitación que mantenía las ventanas cerradas, Katsuki le dejaba pequeñas flores mientras el pequeño dormia, incluso Katsuki le escribia cartas apesar de estar a unas habitaciones de distancia.