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Naruto ni Highschool DXD me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capítulo.

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Una mujer con calma metió sus manos en un recipiente lleno de agua, lentamente dejó que el paño que sostenía absorbiera el líquido.

La mujer sacó el paño dejando que escurriera el exceso de agua, de un movimiento retorcio el paño haciendo que el agua terminará de salir.

La mujer dobló el paño mientras que lo ponía sobre la frente de su señor.

Un hombre rubio estaba acostado con los ojos cerrados, varias maquinas sonaban marcando el sonido de su corazón y una mascarilla de oxígeno estaba en la boca del hombre.

Ver la mascarilla empeñarse por el aliento de ese hombre calmaba a la mujer.

La mujer temblorosamente puso el paño húmedo en la frente del sujeto.

Todo comenzó cuando su señor ofendió a su hermano mayor Ruval quién no dejó pasar esa ofensa.

Trataron de refrenar a los dos pero fue en vano, cuando se dieron cuenta tenían a dos demonios pura sangre tratando de matarse.

La mujer sabía que su señor había comenzado la pelea, sabía que la actitud de su señor era un patán pero no sabía porque pero ella lo seguía amando.

Lord Phenex rápidamente llegó pero fue en vano, Ruval había enviado un ataque serio a su hermano.

Ella intentó defender a su señor pero el ataque fue demasiado y tuvo que ver a su señor protegerle de un ataque de un clase suprema.

La recuperación de su cuerpo fue casi instantánea pero su señor no despertó en una horas, después de veinticuatro horas Lord Phenex ordenó que trajeran a un médico.

Todos se congelaron al saber que el daño provocado a la red mágica del paciente había sido mucha y que ahora se encontraba en un coma del que posiblemente no despertaria.

La mujer incluso si su señor tardaba mil años en despertar ella lo esperaría pacientemente.

Ruval visitaba a su hermano todos los días, sus orejeras demostraban su estado físico.

Toc.

Toc.

Toc.

-Pase-Habló la mujer mientras oír la puerta abrirse.

De la puerta paso un joven rubio, sus ojos eran de color azul como el cielo con grandes ojeras, llevaba un esmoquin rojo vino.

El hombre camino mientras que la mujer se paraba y daba una reverencia.

-Es un gusto verlo nuevamente Lord Ruval-Habló mujer mientras que el hombre sonreía casadamente.

-El gusto es mío Yubelluna, ¿Cómo sigue Naruto?-Habló/Preguntó Ruval mientras que la mujer bajaba su cabeza.

-No muestra signos de avanzar, todavía no ha movido ni un músculo-Habló Yubelluna mientras que veía a Ruval apretar sus puños.

El no quería que esto sucediera, estaba tan cegado por la ira de oír el tono despectivo con el que Naruto trataba a su prometida debido a ser un demonio reencarnado que no midió su poder demoníaco en aquel ataque, cuando se dio cuenta ya había lanzado el hechizo.

Yubelluna se había interpuesto entré los dos fabricando una barrera que fue rota casi al instante y su hermano en uno de sus destellos de compasión la protegió del ataque.

Relámpago carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora