El encuentro

432 26 12
                                    

-          El sonido es más intenso que el Bloop- informó Jacob Taylor-. De hecho, es más similar a los sonidos posteriores como Whistle o Julia.

-          Es una respuesta. Nosotros le preguntamos y ahora el nos ha respondido- dijo plenamente convencido Darabont.

Tras hablar, el hombre miró a su amigo Ralph Mackey, el cual tenía cara de poco convencimiento. Este después se volvió hacia Mateo y Catherine, quienes no sabían que decir. Todos estaban impertérritos ante lo que fuera a suceder cuando Jacob les llamó.

-          El sonido aumenta de frecuencia- dijo alterado-. O esta gritando más fuerte o se está…acercando.

Mateo se puso alerta y uno de los hombres del barco llamó a Darabont.

-          Señor, el radar capta algo-gritó con fuerza.

-          ¿Y de que se trata?- pregunto el profesor mientras se acercaba.

-          No, no lo sé- respondió nervioso el hombre-. Pero parece grande.

En el radar se podía ver un objeto de gran tamaño acercándose al barco. Era el doble de grande que la embarcación. El británico se volvió hacia el trió.

-          Tenemos que sacar el robot para grabarlo- dijo nervioso-. ¡¡¡Viene hacia aquí!!!

La emoción embargaba al criptozoólogo. No era el único. Mateo apenas podía ocultar sus nervios frente al resto, igual que Catherine.  Mackey, pese a mantener una aptitud más paciente, no podía negar el entusiasmo que sentía. En la cubierta, Mateo ayudó a los técnicos a preparar el robot sumergible. Una vez se zambulló en el agua, este se sumergió desapareciendo. Luego, regresó a la cabina de mandos, dirigiéndose a donde Darabont, Catherine y el resto veían por una pantalla. Aquellos eran los ojos del robot, desde donde veía su mundo. Su frio, oscuro y acuoso mundo.

Ya era casi de noche y por ello en el agua no se veía bien. Para colmo era turbia, con muchas partículas disueltas en el líquido elemento, por lo que la visión no era clara.

-          Podría estar peor- expresó Mackey-. Al menos, las aguas están en calma.

-          Tienes ganas de verlo, ¿eh Ralph?- dijo Darabont con tono burlón.

-          No te meigo cierto entusiasmo Chris, pero ya veremos.

Todo siguió igual por un rato, sin novedades hasta que el radar captó la presencia cercana del titánico ser. Todos estaban tensos y posaron sus ojos en la pantalla donde el robot grababa con sus cámaras lo que veía.

-          Esta acercándose- gritó el responsable de vigilar el radar.

-          Viene a comprobar que emite el sonido- dijo Darabont.

El corazón de Mateo palpitaba con fuerza. Sintió una mano agarrándole. Vio que era la de Catherine. En la pantalla, aun no se veía nada. Pero todo cambio enseguida.

Una gran mole negra apareció en la pantalla. Se movía lentamente, sin mostrar demasiada intención de ir más rápido. A Mateo se le erizaron todos los pelos de su cuerpo.

-          Lo tenemos justo al lado- informó de nuevo el encargado del radar.

Darabont pidió que el robot girase para verlo desde una mejor perspectiva. Así se hizo. La maquina se movió y pudieron ver mejor a la bestia marina.

-          Dios santo- murmuró Ralph Mackey.

-          Sacrebleu- dijo asustada Catherine, apretando aun más la mano de Mateo.

Leviatán (Concurso Criaturas Extrañas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora