Pesadilla (En Proceso)

Capítulo V

Michael se levanta, y ve todo tan claro. La plaza con las luces intermitentes y el mismo anciano en la banca. Asustado, y con un poco de consciencia fue hacia el hombre y le pregunto:

- ¿Qué hacemos aquí?

El anciano como siempre, quedo mudo, y solo señaló hacia el túnel que había aparecido la pesadilla anterior.

- Necesito que hable, ¡tengo que encontrar a la hija de Marie!

Esas palabras cambiaron algo en el semblante del anciano, que enseguida empezó a burlarse, y por primera vez, dijo una oración completa, aunque muy lentamente.

- Ella.... mató... a.... su.... hija, pero.... no pudo llevarse........ su alma.

- ¿Dónde puedo encontrar a su hija?

El anciano todavía entre risas, le señaló hacia el túnel en el que se perdía la luz.

- S... A.... R.... A.... H...., date prisa, que ella ya sabe que estás aquí. El anciano señala hacia la completa oscuridad.

- ¿Ella? Michael vuelve a girar hacia el anciano, y ya no hay nadie.

Es en ese momento cuando comenzaron a escucharse los gritos de nuevo, solo que ahora ya eran más fuertes, y Michael ya lo reconocía, es el mismo que había escuchado en el sótano de Luis. Vio a lo lejos como la silueta blanca se acercaba rápidamente hacia él. El, poseído por su subconsciente, salió corriendo hacia el kiosco a encerrarse, donde encontró la misma fotografía con la vela. Observó el símbolo para asegurarse que era de Marie Moddison, y efectivamente, era el mismo, solo que debía conocer la identidad de aquella mujer en la imagen, sin embargo, ya no había tiempo, los gritos se hacían ensordecedores, y él sabía que despertaría de la pesadilla. Abre los ojos y está en la casa de Luis. Edgar está profundamente dormido.

- ¿Estás bien? Dijo Luis.

- Si, solo... es una pesadilla.

- Oye... quisiera pedirte una disculpa.

- Dime.., ¿Por qué?

- Yo sabía que tú no estabas convencido de jugar, tal vez si te hubiera hecho caso....

- ¡No! Tu tan solo querías hablar con tu padre, yo hubiera hecho lo mismo. Por cierto, ¿Cómo te sientes? Interrumpió Michael.

- Me siento pésimo, ¿sabes?, me hubiera encantado hablar con él, tan solo quería comunicarme un poco. No que esa bruja intentara ser él.

- Quizás tu padre ya está en un lugar mejor, recuerda que según muchas personas ese tablero es para almas que aún no encuentran su camino. Estoy seguro que tu padre te está observando desde arriba, y que esta tan orgulloso de ti.

- No lo sé, Mike, estoy asustado. Cuando jugábamos, vi una silueta subiendo hacia mi cuarto, yo pensé que era mi cabeza pero después de lo que sucedió, ya no sé qué pensar. Dijo temeroso, Luis.

- Es tu mente que quiere jugar contigo, Luis, ¡NO LO PERMITAS!

- Quizás tienes razón, pero ya no sé lo que es real y lo que no lo es. Esa maldita bruja ya sabe quiénes somos, y no sabemos de lo que es capaz.

- Ella no puede hacerte daño, ni a Edgar ni a mí, ella solo está buscando algo, y aun no sé exactamente que sea. Quizás sea a su hija, o a sus descendientes –si es que existen–. O quizás busca a alguien a quien asustar. Es una bruja.