Faulty Omega [AsaKaru]

[ Prólogo ]

Karma Akabane se definía así mismo como "defectuoso".

Tal vez fuera increíblemente inteligente; tal vez fuera la viva descripción de un rostro perfecto y tal vez fuera sorpresivamente fuerte.

Pero él era un omega que no podía entrar en celo. En el mundo en el que vivía, era como un vaso de agua con un agujero.

No importó el tiempo que pasó, ni los medicamentos que tomó; él simplemente nunca entró en celo.

Él no parecía un omega.

Desde que fue pequeño nunca encajó en la descripción exacta de su sub-género. Su cuerpo tenía músculos, era mucho más alto que el promedio y sus feromonas apenas y se podían percibir.

No estaba hecho para ser un omega, pero aún asi lo era.

Tampoco es que le avergonzara. Los omegas eran mucho más capaces de lo que la mayoría pensaba. A lo mejor, su increíble capacidad multi-talento explicaría porque hasta ese momento, todos suponían que era un alfa.

Cómo sea, mientras no le mencionaran la palaba "alfa"; y mientras pudiera putear a algunos abusones, no le importaba ser un omega o un extraterrestre.

[ . . . ]

Los exámenes de Kununigaoka habían terminado de una forma bastante peculiar.

Akabane Karma de la clase 3-E, había superado al maravilloso hijo del director, Asano Gakushuu del 3-A.

Después de ello, habían sucedido un montón de cosas más; desde la rebelión de la clase A, al enfrentamiento del pulpo contra el señor Director.

Pero entonces, ¿cómo había terminado en la sala del consejo estudiantil, preparando una sesión de estudio con el señorito perfección?

Ni siquiera él estaba seguro. Parecía que el director tenía la intención de que ambos enseñaran a los demás, para ponerlos a su nivel. Él realmente no iba a hacerlo, pero Koro-sensei lo había obligado.

Suponía que era algo similar con Gakushuu y su pesado padre.

—Metamos este tema. —Gakushuu habló, resaltando el texto en su libreta con un marcador amarillo. —Estoy seguro de que fue en lo que más se equivocaron los alumnos.

—Hablas como si tú no lo fueras, Asano-kun~. —se burló, recostado en su silla con un libro abierto en la cara. —Sabes que también eres un estudiante común de secundaria, ¿no?

—Bueno, por lo menos estoy haciendo algo.

Akabane se irguió sobre su asiento.

— Si tanto te molesta... ¿Por qué no le dijiste que no al director? —cuestionó, subrayando en su libreto un montón de temas al azar. De todos modos, Asano después los revisaría y cambiaría. —Estoy seguro de que te habría dejado irte.

—Es mi deber dirigir al resto, como su líder y presidente estudiantil. —respondió; y, tal y como pensó el pelirrojo, descartó varios de los temas que había propuesto. —A diferencia de ti, que eres sólo un alfa promedio.

Alzó las cejas ante la declaración. Algunas veces, realmente le enfadaba que automáticamente le consideraran un alfa.

— ¿Eh? Ya veo, pues haz todo tú sólo.

Luego, volvió a recostarse en la misma posición de antes, asegurándose de tapar la luz con el encuadernado.

— ¿Te enfadaste por eso? Eres realmente un crío. —Asano ssuspiró, tomando el temario del oji-mercurio y tal como dijo, haciéndolo todo sólo.