Faulty Omega [AsaKaru]

[ Capítulo 3 ]

—Karma-kun, ¿no te queda un poco grande esa camisa?

Isogai le dio un vistazo al pelirrojo, concordando con lo que Shiota había mencionado.

— Cierto... ¿Cambiaste de camisa? No luce igual a la de siempre.

Karma les dedicó una sonrisa burlona. Su celo ya había terminado, por lo que podría incorporarse a sus actividades con normalidad.

Cuando llegó y le preguntaron el motivo de su ausencia, simplemente dijo que se no se sentía muy bien del todo. No recibió más preguntas.

—La tomé prestada de alguien~ —respondió, mostrando la punta de su lengua.

El par de chicos asintieron, sin darle mucha importancia al asunto. Akabane agradeció mentalmente que ninguno de los dos conociera el olor a cítricos de Gakushuu, por que quedaría totalmente expuesto en un santiamén.

Al parecer, durante su ausencia, el grupo había hecho una extraña obra de teatro. Ahora, se encontraban comentando al respecto.

—Sugino-kun, no sabía que fueses tan buen actor.

—Quería lucir bien para Kanzaki-san, pero no creo que haya estado bien...

La pelinegra sonrió, mostrándole sus ojos cerrados.

—A mi me gustó cómo actuaste.

El chico se hizo pequeño en su asiento, tratando de ocultar el color rojo en sus mejillas.

Poco después, Nagisa se fue del aula. Los demás, quedaron en silencio, escuchando a Kanzaki hablar.

Fueron minutos de tranquilidad, hasta que el sonido de una gran explosión resonó por la montaña. Salieron del aulario inmediatamente para ver que estaba pasando, solo para ver a Shiota y al pulpo en el suelo.

Sobre el techo del cobertizo, yacía Kaede, rodeada de un extraña aura y con un par de tentáculos color verde que nacían de su cuello. Ella, llamó asesino al pulpo, y tras amenazarlo de muerte, se fue tan rápido como pudo.

No habían pasado más de tres horas desde que regresó, y ya habían una explosión y un nuevo lado de Kaede.

Que interesante.

[ . . . ]

Ese día, estuvo más silencioso que de costumbre.

Resultó que Kayano Kaede no era su verdadero nombre y su color de cabello no era natural. Al parecer, era Akari Yukimura, una joven actriz que había dejado el mundo del espectáculo hace un tiempo.

El grupo de alumnos había perdido el ánimo, y que decir del profesor, que miraba a la pared con culpa.

Los chicos le pidieron explicaciones sobre lo que mencionó Kayano, pero el pulpo se negó a decir algo si el grupo no estaba completo.

Al final, el día se terminó con esa inusual falta de ánimo; los chicos comenzaron a retirarse, y Karma no fue la excepción.

Bajó la montaña del aulario en soledad, cargado su bolso sobre el hombro. El camino fue extrañamente desestresante; después de la atmósfera pesada en el viejo edificio, nada era mejor que la preciada tranquilidad de su montaña.

El camino hubiese sido perfecto si cierto alfa no se encontrara en el patio del edificio principal.

Trató de evitarlo, atravesando el edificio con tranquilidad; lástima que ciertamente, el pelinaranja lo estaba esperando justo a él.

—Akabane, tenemos que hablar. —escuchó su grave voz hablar. El tono, se quedó retumbando en su cabeza.

— ¿Hm? ¿Tenemos? —contestó, alzando una ceja con burla. — ¿Qué tendría que hablar contigo, A-sa-no-kun~?