[ Capítulo 1 ]

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No supo que hacer. Era su primer celo, y la sensación era indescriptible.

—Karma-kun, tranquilízate; te daré un par de supresores. —La anciana, manteniendo la calma, se acercó a una vitrina de la enfermería. — ¿Hay alguna marca que suelas usar?

—Este es... —Tragó saliva antes de continuar. —... mi primer celo.

La anciana se vio sorprendida; sin embargo, mantuvo la calma.

—Muy bien, te daré algunos medicamentos para principiantes, ¿está bien?

No supo cómo se las arregló, pero pudo asentirle a la mujer de la tercera edad.

Se quedó pensando en lo que había pasado. Durante mucho tiempo, había deseado dejar de ser defectuoso; sin embargo, ahora que estaba pasando, estaba más que confundido.

El ruido de la puerta de la habitación lo sacó de sus pensamientos. Se quedó helado al notar el cálido aroma a cítricos que en un principio, lo había llevado a esta situación.

Mierda.

—Maizono-san, he terminado las declaraciones. —Su estúpida voz resonó por todo el lugar. Karma pudo escuchar sus pasos acercándose, antes de parar abruptamente. —Hay... ¿un omega en celo?

—Así es. Me veo en la obligación de pedirte salir pronto, Asano-kun.

—Lo entiendo; no hay problema.

Era comprensible para Gakushuu, la anciana sólo quería evitarse problemas; pero debía jactarse del hecho de que él nunca había perdido la cordura por niguna feromona.

Esta vez, fue diferente.

El aroma del omega parecía envolverte en unos cálidos brazos, hundiéndote con la fragancia de fresas recién sacadas de un huerto.

Sintió curiosidad, decidiendo descubrir quien era el misterioso omega. Sin moverse, volteó la cabeza hacia la única camilla ocupada.

Sus pupilas se achicaron al notar el inconfundible cabello rojo de Akabane Karma. No habían espejos en la habitación, pero estaba seguro de que sus iris brillaron como nunca antes.

Él lucía aterrado, sus ojos abiertos como platos. Su piel pálida ahora estaba blanca como el papel, con una pequeña capa de sudor cubriéndola. Tenía las manos en la boca, tratando de no emitir sonido alguno.

—Asano-kun, retírate por favor.

Pero no pudo moverse.

Finalmente, terminó siendo suavemente empujado hasta la salida. Una vez estuvo fuera, la enfermera se disculpó y cerró la puerta con llave.

Él se quedó quieto y en silencio, aún sin poder moverse.

Karma, por su parte, entró en pánico.

¿Qué maldita imagen acababa de regalarle al presidente estudiantil?

»—Karma-kun, ¿puedo llamar a tus padres para que vengan por ti? —volvió a preguntar Maizono.

Cierto. ¿Qué se supone que haría ahora?

—Ellos... —lanzó un pequeño quejido antes de continuar. —Están de viaje...

La enfermera pasó un tiempo decidiendo qué debería hacer. Mandar al chico en celo, completamente sólo; no era una opción, por supuesto.

— ¿Tienes a algún tutor o amigo al que puedas llamar?

Karma sintió su párpado temblar. La idea había cruzado por su mente; pero a decir verdad, realmente no quería hacerlo.

Lástima que no tenía elección.

Faulty Omega [AsaKaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora