Pildora de la felicidad

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Desperté y otra vez me siento como si no hubiera dormido nada, en ves de bostezar solo suspiro sacando todo el aire de mi pecho como si de alguna u otra forma eso me ayudara a aliviar todo lo malo que siento, y aunque no sé del todo lo que me pasa siento que algo dentro de mi esta rasgando mi estómago.

Como de costumbre me siento en la mesa a comer la comida recién servida pero nada eso entra en provecho, cierro los ojos imaginando por un segundo la misma escena pero en un ambiente de paz y tranquilidad, sin gritos ni discusiones de por medio disfrutando la poca comida que hay, pero todo eso se va como petalos de flores secas, el ambiente pesado me invade e inevitablemente el monstruo que tan guardado estaba gruñe ferozmente en mi interior. En ese momento ya sabía que no me podía contener porque él ya había obtenido el control sobre mi.

Corrí hacía mi habitación y nuevamente mi pecho dolía, pero ahora era algo que no podia soportar, las lágrimas amenazaban por salir y mi respiración era cada vez mas rápida, estaba desesperada y ahogada, me sentía bajo el agua con mis muñecas y tobillos agarrados firmemente por ese terrible monstruo, mi vista se ponía borrosa y mi cuerpo sufría pequeños espasmos. Como pude tome en mis manos temblorosas un vaso con agua, lo bebí como si mi vida dependiera de aquello, (cosa que era cierto) y me senté en el borde de la cama, solamente lloraba ¿Que había sido aquella sensación tan terrible? ¿Porque por un momento sentí que ese monstruo me arrastraba hacia las profundidades y yo solamente me dejaba arrastrar?

No había repuesta alguna, levante mi vista y vi mi salvación, vi esa mano llena de espinas sacandome de el agua que me ahogaba, esa pequeña esperanza tóxica, maligna pero satisfactoria. Me tomé una pildora para calmar ese tunel oscuro lleno de pesadillas, para callar aquellos demonios que me asaltaban en mis sueños, y lo mas importante, para ser feliz.

Porque odiaba despertarme cansada de soñar, odiaba levantarme y suspirar, odiaba caminar hacia el comedor y escuchar gritos e insultos en ves de escuchar el "buenos días", odiaba el dolor de estomago que me producia ver la comida, odiaba las voces que me gritaban, odiaba esos momentos en donde moría, y también odiaba tomar aquella pildora de felicidad y caer al frío piso con la droga corriendo por mi sangre.

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⏰ Última actualización: Jul 09, 2020 ⏰

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