Un Comienzo Sin Final

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Viernes, 13 de Octubre de 1801

Jimin despertó con fiebre y no pudo asistir a la escuela por el dolor intenso, tenía cólicos abdominales y vomitaba mucho. Me preocupaba su estado pero el médico sólo dijo que tenía una enfermedad que no lograba identificar pero se le pasaría con un medicamento.

Abrí su camisa cuando nadie más estaba dentro de la habitación y admiré la mancha oscura en su pecho y sus ojos perdidos en la nada.

—. Te dolerá... Pero valdrá mucho la pena Jiminne~. —Acaricié su cabello—. Te lo prometo. —Expandí mis alas.—

—. H-Hyung~... —Tragó saliva—. Duele... Mucho. —Cerró sus ojos—. Haz algo... Por favor. —Sollozó.—

—. Debes aguantar pequeño... Sé que puedes hacerlo, eres muy fuerte, no por nada te elegimos. —Los truenos comenzaron a escucharse y cerré la puerta—. Ya es tiempo de irnos de aquí... Tenemos trabajo que hacer. —Lo alcé y abrí la ventana, escuché a sus padres querer abrir la puerta y salí volando de ahí a un punto medio del pueblo.—

Volé y sonreí al sentir la lluvia en mi rostro y Jimin comenzaba a tener las mismas marcas en su cuerpo como las mías y su voz cambiaba.

Debía comenzar y lo deje bajo el árbol donde ya había hecho el pentágono, comencé a hacer mi rezo y más demonios aparecían para ayudar y cuando logramos el efecto, cayó un rayo sobre él y todos sólo admiramos la escena para después verlo incorporarse y expandir sus alas oscuras y grandes que todos se sintieron atemorizados por lo grandes que eran pero poco a poco se adaptaron a su tamaño. Sonreí y me acerqué a él para ver a los demás demonios irse al pueblo y comenzar a atacar.

—. ¿Hyung?... ¿Qué pasa?, ¿porque siento que... —Vió sus alas—. ¿S-Son reales? —Asentí—. ¿Qué esta pasando?... Hyung. —

—Sonreí—. Jiminne~... Naciste y creciste con la idea de haber nacido un trece de Septiembre, ¿verdad? —Él asintió confundido—. También creciste con la idea y con todo lo que decía la gente del pueblo de lo que sucedía en octubre... ¿Verdad? —Asintió—. Bien... Aquí siempre viviste en una mentira pequeño. —

—. ¿Q-Qué? —

—. Jimin... Originalmente tu naciste un trece de Octubre de mil setecientos ochenta y tres... Ya eres mayor de edad y esto ya estaba planeado. —Señalé el pueblo—. Ellos están pagando todos sus pecados... Menos tu madre y tu padre que te protegieron por años y te hicieron mencionar el nombre de quién vive allá arriba sólo para cubrir la mancha y evitarse problemas en el pueblo y cuidar que nunca hablarán de ti. —Escuchaba a la gente gritar—. Acabas de renacer, está es tu realidad; moriste a causa del rayo pero ahora eres tú... Esta es tu realidad Park Jimin... Jamás pudiste adorar al que está arriba, me llamabas a mi y pedías ayuda de mi parte... Yo no soy un ser de este planeta Jiminne~. —Sonreí—. Yo... Yo soy el demonio responsable de ti, sin mi habrías muerto esa noche que naciste, sin mí no seguirás en la escuela y sin mí no te atreviste a golpear ese chico que te golpeaba y casi lo matabas. —Él negaba llorando viendo sus manos y las marcas y al verme sus ojos se tornaron totalmente negros—. Me perteneces, te entregaste a mi, ya no puedes hacer nada por nadie ni por ti. —Dicho eso le extendí mi mano—. Déjame mostrarte tu nueva realidad. —Temeroso pero sin otro remedio... Tomó mi mano y comenzamos a volar por sobre el pueblo donde las mujeres eran violadas y las más pequeñas eran marcadas.—

La noche de Octubre. [YoonMin +21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora