La estrella del desierto

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Narra Sandy

Hoy era el día en el que los dos meteoritos viajarían por el estrellado cielo y darían paso las estrellas que brillaron con más fuerza por un solo día. Siempre trataba de verlo, todos los años, pero siempre algo me fastidia y no me da tiempo a verlo. Solo espero poder verlo hoy, y más porque lo iré a ver con León. Era mi primer amor y quería que me quisiera tanto como yo. Nunca me sentido tan cómodo con nadie, ni siquiera durmiendo. El es la razón de que cada día me levanté para entrenar o para simplemente pasear. Solo quedaban un par de horas para ver a Leon de nuevo ¡Que ganas!
Pero quiero prepararme para estar lo mejor posible para el, hoy se supone que besaría a mi amor (o eso me dijo hace un par de días Tara) y solo me tenía que dejar llevar por el momento. No sabía que ponerme, siempre iba con lo mismo, no quería parecer ordinario, siempre con la misma ropa. Aparte de mi ropa solo tenía mi pijama, me lo hizo piper cuando llegue y lo uso todas las noches. ¿Y si lo llevo? ¿le gustará? mmmm, creo que lo llevaré, estoy cansado y quiero estar bien despierto esta noche con Leon. Cogí mi teléfono, le puse una alarma a las 21:30, dándome 1 hora para prepararme y me dirigí a la ducha. No quiero ir luego con prisas, prefiero poder ir caminando tranquilamente. Tras la larga ducha me puse mi pijama y me tumbe en mi cama, abrazando un peluche de un camaleón que gane en la última feria del pueblo y cerré mis ojos. Normalmente me duermo en seguida, pero todo lo que podría pasarme hoy no quería salir de mi cabeza. ¿Y SI EL NO SENTÍA LO MISMO Y LO FASTIDIABA TODO? ¿Y SI TARA (por raro que fuera) SE HA EQUIVOCADO? ¿ASI ACABARA MI RELACIÓN CON LEÓN? Pensar en eso último me hizo soltar unas finas lágrimas que brotaban de mis ojos. Al darme cuenta de estas las quite de mi mejilla y frote mis ojos tratando de detenerlas. Abrace con más fuerza el peluche imaginando que era León, o que algún día lo sería y traté de dormir. Tras una larga siesta escuche la alarma de mi teléfono. Desperté aún con el cansancio en mi cuerpo. Me levanté y aliste mi pelo, dejándolo salir por el lateral del gorro. Me despedí de Tara y Genio y me dirigí cerca del mapa de pradera traicionera, un mapa que no abriría hasta dentro de una semana. Era el mejor punto para ver las estrellas, y sobre todo el lugar más romántico del poblado. Llegue muy temprano, así que compre algo de comer y me senté en la arena mirando las relucientes estrellas, hoy en un tono más tenue por el evento que estaba por suceder. Solo me quedaba esperar a que llegara ese camaleón que tanto adoraba.

Fin del Capítulo 2

Me Enamore De Una EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora