Me Enamore De Una Estrella

Las lagrimas de un corazon

Narra Bo

Que estupideces dice Brock, ¿confesarse con una radio portátil y una canción romántica? Que estupidez ñ, eso no funcionaría con nadie. Aún así... creo que fui muy duro con el, solo dió una idea... soy un idiota. Creo que debería *interrumpido*

- * Toc Toc * Ummm ¿Bo?

- Adelante

Brock entró mirándome de reojo.

- Solo quería disculparme, era una idea estupida

- Sinceramente... el que debería disculparse era yo, solo querías ayudar. Lo siento, soy un estupido

- No eres un estupido, eres hermoso

- Te quiero Brock

- Y yo te quiero a ti

Abrace a Brock por la cintura y apolle mi cabeza en su hombro dejando salir un suspiro de mis labios

- * Toc Toc * Hola, ¿puedo entrar?

- Claro hijo, adelante

Leon entró con su disfraz de lobo con ambas manos en los bolsillos.

- Solo venía a deciros que Nita se va a la casa de Bibi a su fiesta de pijamas y yo ya he quedado

- No lo violes hijo - agarre la cintura de Brock con más fuerza al decir esas palabras

- ¡BO!

- ¡PAPÁ!

- ¿Que? ¿No me digas que no pensabas hacer eso?

- Creo que me voy a ir

Quede solo con Brock.

- Pues cuando " juguemos " ni se te ocurra quejarte

- Ni se me ocurriría - dije para dejar una mordida en su cuello

Narra León

Siempre igual, es que... grrr, no lo aguanto. Estaba llegando a donde había quedado cuando vi a Sandy con el pijama que Piper le había regalado. No sabía cómo reaccionar, así que me quede quieto viendo al dormilón desaparecer en la esquina de la pradera traicionera. Se veía hermoso. Tras unos minutos pude reaccionar y correr a donde Sandy desapareció. Lo encontré tumbado mirando al cielo.

- ¿Cuanto falta para el espectáculo?

Sandy giró a verme mirando todo el traje. Un gran sonrojo se hizo presente en su rostro.

- L - León - se le veía nervioso, no lo he visto nunca así

- ¿Esperabas a álguien más? - dije en un tono burlón y sentándome a su lado

- No, es solo... que te ves muy bien de lobo - dijo apartando un poco la mirada

- G - Gracias - un leve sonrrojo se hizo presente en mi - Tu también estas muy bien en pijama

- Gracias

- Y ¿cuando va a empezar? - dije para tumbarme a su lado

- No falta mucho, un par de minutos

Sandy se abrazó a mi brazo acurrucandose en mis piernas. Me puso un poco nervioso, pero no podía negar que me gustaba. Pasado un rato, los cometas comenzaron a surcar el cielo. Sandy me soltó y se sentó para admirar el haz de luz. Cuando desaparecieron, las estrellas brillaron con fuerza. Volteé para ver a Sandy, quedando hipnotizado por sus ojos verdes. Su mirada reflejaba el cielo estrellado.

- Las estrellas se ven hermosas - dijo Sandy aún admirando las estrellas

- S - Si - mi mirada seguía perdida en esos hermosos ojos verdes

Sandy volteo a verme, mis mejillas ardían y solo podía desear que Tara estuviera en lo correcto.

- Llevo queriendo hacer dos cosas desde el día en el que te vi - dijo mientras se tumbaba a mi lado - Podría...

- Haz lo que quieras, no pienso impedirlo

Sandy acercó sus manos a mi capucha de Lobo lentamente, se le veía muy nervioso, así que solo me aparté un poco y me quité la capucha dejando ver mi rostro algo rojo.

- Guau - Sandy parecía un tomate nuevamente , era muy adorable - Deberías quitarte más a menudo tus capuchas, luces mejor sin ellas - dijo mientras miraba mis ojos - Nunca vi a nadie con unos ojos tan ... hermosos

Eso último me dejó un poco impactado, pero me dio la valentía de dar el siguiente.

- Vale, ya tienes una de las cosas que quieres, pero ahora me toca a mi - dije en un tono coqueto - Cierra tus ojos

Sandy hizo caso y cerró sus ojos. Tantas situaciones pasaban por mi cabeza... ¿debía hacerlo o no? No quiero fastidiarla, pero necesito esto. Me acerque lentamente a esos labios que tanto deseaba y los besé. Fue un beso corto, pero era lo único que necesitaba. Tras el beso me separe de el maldiciendo el momento en el que se me ocurrió besarle.

- Yo... lo siento, no hace falta que digas nada - use mi bomba de humo y salí corriendo hasta no ver a Sandy

Seguí andando hasta mi escondite y comencé a llorar desconsoladamente.

Fin del Capítulo 3