Por alguna rara razón estaba prestando mucha atención en el colegio, por lo que luego de unas cuantas semanas mis notas empezaron a mejorar muy rápidamente y yo no lo podía creer. En dos días empezarán dos chicos nuevos al colegio y eso sería bastante interesante, ya que hacía mucho que no entraba nadie nuevo en mi clase.
Además de eso, notaba muchas cosas distintas, me estaba juntando mucho más con mis compañeras y ya casi que no hablaba con Hannah en los recreos, y los fines de semana solo veían a Caroline, no sé porque sentía que de a poco nuestro grupo se iba desmoronando. Cada vez que quería ir a hablar con Hannah no podía porque sus queridas compañeras se la llevaban o querían escuchar la conversación. La necesitaba, necesitaba que estemos las cuatro juntas y hablar.
Tocó el timbre para el recreo y fui la primera en salir del aula. Salí corriendo a la clase de Hannah para poder hablar con ella, pero cuando la vi estaba bajando a toda velocidad las escaleras.
-¡Espera Hann quiero hablar con vos!- Le grité intentando de alcanzarla.
-Ahora no puedo tengo que ir a buscar unas cosas para un proyecto, ¡después te llamo!- me gritó a lo lejos.
Y otra vez mi momento para hablar con ella se había ido. Empecé a bajar las escaleras lentamente para ir a comer, hasta que sentí que alguien me empujaba, cuando caí al piso vi a Liam, el ex novio de Hannah antes de su amor de verano con Will.
-¿¡Qué haces imbécil!?- Le dije mientras estiraba la mano para que me ayudara a levantarme. No haber podido hablar con Hann me había puesto de mal humor.
-¡Hey tranquila, sólo estaba jugando!- Dijo el riendo.
-Perdón, es que no estoy de buen humor, ¿Cómo te trata la vida Liam?
-Bien, estoy saliendo con una chica ¿y vos?
-¡Apa! ¿Quién es la afortunada? Yo sigo soltera, ¡hasta la muerte!- Ambos reímos y luego el me conto sobre su nuevo amor. Lo que más gracia me daba es que en sus ojos se notaba que seguía pensando en Hannah, y aunque ella hacía que no le interesaba, se seguía muriendo por besar sus labios todo el tiempo. Pero si ambos seguían negando lo que sentían y ella seguía siendo tan vueltera nunca funcionará. Seguimos charlando y al poco tiempo tocó el timbre, me despedí de Liam y me dirigí a mi siguiente clase.
-Después de todo conozco más de la vida de Liam que de Hannah.- Me dije a mi misma.
Al llegar a mi casa me puse a hacer un informe de historia en mi laptop y como había terminado tan rápido entre a Facebook. Tenía una nueva solicitud de amistad de un tal.... ¡Matt Hardob! Agarré a toda velocidad mi celular y marqué el número de Caroline.
-¡No sabes quién me agregó a Facebook!- Grité con emoción cuando ella atendió.
-¿¡Qué!? ¿¡Quién!?- dijo alterada.
-El chico de la camisa a cuadros de hace unas semanas en el shopping, ¡no lo puedo creer! no entiendo cómo consiguió mi cuenta, qué raro...- Y mientras Caroline me empezaba a hablar de no sé muy bien de qué yo empecé a ver sus fotos de perfil, hasta que me desconcertó al ver que tenía un chat de conversación.
-Estoy por morir, ¡Me habló! Chau Car después hablamos.- le terminé diciendo.
Apenas corté, dejé el celular arriba de mi cama y abrí la ventanilla del chat:
Matt: hola
Candace:Hola, ¿Cómo conseguiste mi fb?
Matt: Te busqué como loco, cuando te llamé al celular me decía que era un número no existente y pensé que se te había roto el celular, y como solo sabía tu nombre, empecé a buscar y a buscar y en la foto de una chica aparecía tu amiga de rulitos, entonces la busqué a ella y encontré una foto en la que estaban las dos juntas y así te pude encontrar a vos... No fue tan fácil como creí.
