-Si hiciera un promedio de las fiestas del verano esta sería la mejor sin dudas.- Dijo Caroline. Siempre la última fiesta es la mejor. Había ido con mis tres mejores amigas: Caroline, Hannah y Sophie.
Hannah estaba un poco borracha y lloraba porque la semana siguiente empezaban las clases.
Sophie se había ido a bailar con su novio Dan y Caroline estaba charlando con un chico que creo que se llamaba Max.
Por último, yo, Candace estaba cuidando a Hannah para que no se metiera en problemas.
Se me acercó otro chico mas a pedirme que baile con él y yo nuevamente le dije que no.
-¿Acaso no te querés divertir? ¡Un montón de chicos te han invitado a bailar!- Me gritó Hannah.
-Podría ir con ese montón de chicos si no fuera porque tengo que cuidar a una borracha.- Le dije sonriendo. Ella me sacó la lengua y se tiró en el piso, yo me senté a su lado y me quedé pensando: la verdadera razón por la que no quería ir con ese "montón" de chicos, que habrán sido unos cinco, es porque conozco su tipo de conquista, ellos son los que luego de bailar y unos cuantos besos venga una relación seria y yo no soy exactamente una de esas chicas que quiere una relación seria a esta edad, tan solo tengo 15 años.
Hannah se me acercó con cara de descompuesta y me dijo:
-Candy no me siento muy bien.
¡Hay no, va a vomitar! Mi primer impulso fue tirarme hacia atrás, pero no me sirvió de mucho. ¡Me vomitó arriba de mi pollera roja al cuerpo nueva!
Entre las miradas y las risas alrededor de nosotras sentí unos brazos fuertes que me levantaron del piso, después de pararme ayude a levantarse a Hannah y cuando me di vuelta para agradecer a la persona que me levanto, no había nadie. Entre todas las miradas y risas que nos acechaban apareció Caroline y nos dijo que era hora de irnos.
