-Candace no lo puedo creer, estoy por enloquecer, estoy re feliz ¡por dios es un sueño!
-Hannah tranquila, ¿qué te pasa qué estás tan alterada?- Dije intentando de calmarla, eran tan sólo las ocho de la mañana y ya estaba gritando.
-La Directora acaba de decirnos que el bombón, irresistible y perfecto de Jeremy Roses se cambia a nuestro colegio, ¡Va a ser compañero mío!- Dijo Hannah muy felizmente. Jeremy había sido su platónico desde creo que siempre, pero él no sabía ni su nombre y ahora tenía la oportunidad de conquistarlo.
-¿Y cuándo vas a tener la suerte de enamorarlo?- Le pregunté riendo.
-Empieza el lunes ¡¡no lo puedo creer!!- Volvió a gritar.
- Bueno chica enamoradiza, necesito que mañana estés en mi casa a primera hora, así nos preparamos para la súper fiesta.- le comenté.
-Oh, ni me hables de eso, no tengo ganas de ir a esa aburrida fiesta de viejos donde no hacemos otra cosa que escucharlos hablar de negocios y lo único que podemos hacer es bailar el vals. Por lo menos que haya chicos lindos eso es lo que pido.- Dijo ella en modo de ruego.
Todos los años los padres de Sophie organizaban una gran fiesta de gala, donde los adultos intercambiaban proyectos y discutían sobre temas globales o sobre donde irían de vacaciones.
Nosotras por obligación tenemos que ir. La mayoría de los amigos de nuestros padres tienen hijos chiquitos y nosotras cuatro nos pasamos bailando el vals juntas o con algún que otro primo, pero esta vez nos íbamos a hacer notar. Estaríamos en la mesa de los grandes por primera vez y queríamos discutir sobre nuestras planeadas vacaciones y después colarnos donde está el dj y poner algo de electro para que los viejos malhumorados se enojen.
Como siempre para empezar nuestra discusión, necesitamos llamar la atención y para eso estaba la más caradura del grupo, Hannah.
-Disculpen, disculpen, atención.- Dijo levantándose de su lugar y golpeando una copa con su cuchillo.
-Nosotras tenemos algo muy importante que decirles y nos gustaría que sean respetuosos y nos escuchen.- Dijo Hannah haciéndose la adulta, nos hizo seña para que nos paremos.
-Si es sobre irse de vacaciones solas, eso no va a pasar.- Dijo mi mamá apareciendo por la puerta, ¿Que hacía ella acá? Supuestamente estaba de viaje, además tampoco me dijo que vendría. Mi padre estaba tan sorprendido como yo.
-¿Sabes lo que significa escuchar? Nos escuchan y no hablan.- Le dije con mal humor, después me iba a dar uno de sus sermones, estoy segura.
-Bueno sí, es por las vacaciones y no, no estaríamos solas completamente.- Dijo Sophie intentando acomodar ese momento tan incómodo.
-¿Qué sería eso exactamente hijita?- Dijo su mamá.
-Queremos ir a los Hamptons. A la casa de los abuelos durante todo el verano, ellos aceptaron cuidarnos y la idea sería relajarnos, estar en la playa, olvidarnos de todo y después volver renovadas para empezar las clases.- Dijo Caroline.
-¿Empezar renovadas las clases? Ni que trabajaran o se estresaran para ir al colegio. Son unas ridículas.- Dijo el querido hermano mellizo de Sophie, las tres lo miramos con ganas de matarlo.
-Me parece que todo el verano es mucho, pero lo podemos discutir los adultos, yo no creo que sea mala idea.- Dijo el Papa de Hannah.
-Entonces eso es un sí?- Preguntamos al unísono.
