Capítulo 1: Primer día de clases.

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Empezaron las clases, otro año más con las rutinas de siempre. No entiendo por qué a la mayoría de las chicas les interesa tanto ir el primer día, no tiene nada de emocionante dejar atrás el verano, la pileta, el sol, los amigos y las fiestas todas las noches para empezar a estudiar y levantarnos temprano.

Hannah al igual que yo íbamos al North High School, pero íbamos a distintas divisiones. Sophie iba a The New School, a trece cuadras de nuestro colegio y Caroline iba a The Dalton School a cinco cuadras de mi casa, un pent-house en Manhattan.

Como de costumbre en el recreo del almuerzo nos encontrábamos con Hannah para charlar y comentar de los chicos nuevos. Este año habían entrado cinco chicas de las cuales cuatro pasaron bastante desapercibidas, parecían medias tímidas... La quinta chica, Eleanor, había llamado la atención de todos en la escuela, se la veía con mucha confianza para ser su primer día en un colegio nuevo y ya tenía a tres admiradores que la seguían de un lado a otro: Clare, Mary y Nataly; que no era de extrañarse que buscaran a alguna nueva líder luego de que la anterior, Stefani, se había mudado a Inglaterra.

También entraron dos chicos nuevos que se cambiaron porque nuestro colegio tiene el mejor equipo de Fútbol de todo New York y además de ellos, un chico que dicen que fue echado de ocho colegios por vender drogas en los recreos, intentar salir con la hija del director y por acostarse con una profesora. Se decía que si llegaban a echarlo de esta escuela sus padres lo llevarían al liceo militar. Pero claro, como cualquier otro chisme era solo eso y no habría forma de confirmarlo si no fuera por sus propias palabras.

Luego de ponernos al día sobre los chismes del primer día, me dirigía a Lengua, que era mi próxima clase, cuando pasando por la puerta sentí que alguien me empujaba con fuerza haciéndome caer a mí y a mi celular al piso. Unos brazos fuertes y muy vagamente familiares me levantaron y agarran el celular. Cuando alcé la vista era el chico nuevo, rebelde y misterioso del que todos hablaban. Era bastante apuesto: tenía ojos azules, pelo corto rubio y una sonrisa que seguro usaba para enamorar a todas las chicas. Él me extendió la mano dándome mi celular y yo le devolví el gesto con una sonrisa amigable.

-Perdón, no te vi, estaba un poco distraído.- Me dijo.

Seguro mirando a  todas las chicas que pasaban, pensé.

- Está bien, me llamo Candace Van Foxter.- Dije y después de pensarlo me arrepentí de haberle dicho mi nombre.

-Scott Maggini.- Dijo él con una sonrisa de conquista

Esa sonrisa, era del tipo de las que utilizaban los chicos para cazar a sus presas, pero no las que se quedan para siempre, si no las que usan hasta que se cansan y las tiran. Era todo un mujeriego.

Me dirigí hasta el segundo banco de la última fila al lado de la ventana. Delante de mí se sentaba Mary Losct y el banco a mi derecha que estaba vacío lo ocupa el chico nuevo.

Scott se arrimó a mi banco con una sonrisa.

-Van Foxter, ¿me presta un lápiz?

-Maggini, primer día de clase y no tiene un lápiz?

Mary se da vuelta con unos ojos coquetos y le presta un lápiz a Scott. Ella era una de las tantas que se ponía en modo "zorra" cuando había chicos lindos cerca.

Después de mi última clase me dirigí hacia la entrada donde me esperaba Hanna, que había salido un rato antes.

-No puedo creer que estén todas las chicas del colegio locas por el nuevo.- Dije entre risas.

-Es muy lindo como para que no enamore a todas.- Dijo respondiendo con una sonrisa. Suena el celular de Hannah, le habían llegado dos mensajes.

-Las chicas ya están en mi casa, nos están esperando para tomar el té.- Me dijo, pero ella siguió mirando el celular.

-¿Y el otro mensaje de quien era?- Le pregunté mientras caminábamos hacia su casa.

-Era de Will, dice que volvió de viaje y que va a hacer una juntada con nuestros amigos.

-¿En Serio? ¿Cuándo se van a juntar? ¡Eso es muy bueno!

-¿Bueno? ¡Candace! Me rompió el corazón y ahora que vuelve ¿vos crees que todo va a ser como antes? ¡Yo no doy segundas oportunidades y vos sabes eso! ¡Además el ahora tiene novia, no sé que pretende!

Ella tenía razón, Caroline había salido con Will por unos meses y en una fiesta a la que ella no asistió porque estaba enferma, él la engañó con Stefani, luego el empezó a salir con otra chica y por esas cosas de la vida, tuvo un amor fugaz de verano antes de que él se fuera de vacaciones con Hannah, ella lo había mantenido en secreto por Caroline, hasta que ella salió con otro chico y sabía que no le dolería lo sucedido, pero le salió distinto a lo que ella pensaba. Caroline no se enojó con ella pero cuando Will se fue de viaje, no le hablo en todas las vacaciones y volvió con su nueva novia y pretendiendo volver a ser amigos, como si nada hubiera pasado entre Hannah y el.

Todo el viaje hasta la casa de Hannah fue en silencio, no quería preguntar o decir algo porque sé que cuando ella se pone mal le gusta pensar.

Al entrar a la casa de Hannah como ella lo llamaba, las chicas nos esperaban en la sala del té. Su casa era gigante, no mucho más grande que mi pent-house, pero era una mansión con seis habitaciones, siete baños, patio de luz, un jardín lleno de plantas y árboles que parecía una jungla. Nosotras siempre nos juntábamos en la sala de té, que era como un living que tenía unos sillones que miraban hacia un ventanal gigante que daba hacia el patio de luz. Beatriz, la cocinera de Hannah, siempre nos preparaba algo especial para nosotras, nos hizo té de manzanilla que era nuestro favorito, cupcakes y pastelitos. Giorgio, el mayordomo, nos trajo estas delicias a la mesa, todos sus empleados eran muy buenos y divertidos. Los padres de Hannah vivían viajando y le dejaban siempre la casa sola para ella y nosotras, pero nosotras siempre le dimos cierta confianza que hacían que viajen tranquilos y sin preocupación.

-Donde está tu papa Hanna?- Le pregunto Sophie.

-Está en una conferencia en Washington, vuelve mañana.- Respondió

El papa de ella era el intendente de la ciudad y su madre era la manager de mi mama que era una modelo que vivía viajando y nunca estaba en  casa y yo vivía con mi papa acá en Manhattan, el es dueño de una empresa de automóviles.

Sophie nos contó sobre lo aburrido que había sido el primer día de clases y que ya extrañaba a su novio que no lo veía desde el sábado. Caroline contó que había un chico nuevo que desde que entró a la clase la molestaba constantemente y le hacía bromas.

Sonó el celular de Caroline, ella miró con cara sorprendida y atendió, asintió unas tres veces y me estiró el celular amí.

-¿Si?

-Candace soy mamá, te deje tus valijas en la casa de Caroline, te quedas allí. No me contestabas el celular así que la llame a ella, nos vemos en un mes.

-Pera, ¿no vas a despedirte de mí?

-No tengo tiempo hija, en una hora sale mi avión a Inglaterra, necesito vacaciones lo siento.

Luego de que ella me cortó, se me nublo la vista, cerré los ojos para que se me aclarara la visión y sentí que me caían lagrimas por las mejillas. Caroline se me acercó y me abrazó, Sophie y Hannah se miraron confundidas sin entender nada.

-¿En qué capitulo me quede?- Dijo Sophie mirando a Hannah.

-No sé yo estoy tan perdida como vos.- Le respondió.

Siempre Caroline sabía un poco mas de mi vida o se enteraba de las cosas antes que Sophie y Hannah porque además de ser mi mejor amiga, era mi prima.

-Perdón por no haberles contado chicas, es que me daba tanta vergüenza, mis papas se están separando y mi mama dice que necesita un tiempo, así que se está yendo a Inglaterra para relajarse y mi padre tiene una conferencia en Argentina, así que por dos semanas estaré en la casa de Caroline hasta que mi padre vuelva.

Ambas se quedaron con la boca abierta, no lo podían creer y recién cuando mis palabras salieron de mi boca pude creer que era cierto. Mis papas ya no estaban juntos, después de 20 años, no lo puedo creer.


Como saber si es amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora