04

1.7K 175 11
                                    

Me levanté de el suelo adolorida tampoco sabía cómo podía seguir de pie, habían pasado un par de minutos y me dolía todo.

Maldecia por lo bajo y me mire en el espejo,mi cara tenía moretones notables y sangre caía de mi nariz,mi labio estaba partido.

Mire mis brazos y estos tenían hematomas y cortadas,sabía que quedarían cicatrices.

Levanté con miedo mi sudadera viendo hematomas color violeta combinado con azul y rojo.

Comencé a llorar y a curarme de apoco y con mucho esfuerzo,me ardía como el infierno pero mordí mi prenda para no gritar.

Esto pasaba todos los meses por no decir todo el tiempo,pero de igual manera dolían como la primera vez.

Fui a mi cuarto viendo que mi madre no estaba en casa y me cambié de ropa.

Me cambié por una sudadera color negro holgada,pues aún me dolía y si mi ropa rozaba con las lastimaduras me dolían mucho,me puse un pantalón olgado y mis zapatos.

Tenía hambre pues no había comido nada en todo el día,pero tampoco quería salir ni caminar ya que me dolía todo y era difícil moverse en este estado.

Pero si no quería morir de hambre tendría que salir.

Tome un poco de dinero ahorrado y salí de la casa a paso lento,dirigiendome a algún local para comprar ramen,antes de salir me puse mi capucha y porsupuesto tape los moretones con algo de base,la compré pero no acortumbraba maquillarme.

Llegué a el local y compré ramen,el sujeto me lo preparo y me senté en la mesa al lado de el gran ventanal.

Tome los palillos y comencé a comer mientras mis lágrimas tapaban mi rostro.

Trataba de no sollozar para no llamar la atención.

Por un momento olvide todo y lloraba por qué si,disfrutaba la comida.

Esto era una mierda.

Termine y tire el bote a la basura,me diriji a mi casa con mis manos en mis bolsillos,escuchaba música mientras caminaba.

Cuando llegue en la sala estaba mamá quien miraba unos papeles.

-oye niña,mañana te irás con tu abuela,prepara tu ropa,no te tendré aquí ni un minuto mas-dijo sin mirarme.

-bien,buenas noches -dije y me retire.

Por dentro saltaba de alegría,mi abuela era una de las mejores personas que conocí,ella me cuidaba,y al menos no me trataba como la misma basura,estaría bien con ella.

Por fin estaría tranquila,sin molestias ni maldiciones.

Comencé a guardar mis prendar con una débil sonrisa,no tenía tanta ropa al fin y al cabo entonces termine rápido,me di una ducha de un tiempo bastante amplio,con mucho cuidado lavaba mi cuerpo,cuando termine cure mis heridas nuevamente y me recosté en mi cama,para poder dormir.

Mis heridas curaban de una forma bastante rápida a decir verdad,no era mucha la preocupación,la verdad nunca supe el por qué curaba bastante rápido,en dos días podrían cicatrizar.

Jungkook

Habíamos viajado desde la manada a un pueblo del este, necesitábamos algunas cosas que no se conseguían en cualquier lado.

Con algunos amigos fieles de mi manada fuimos a aquel pueblo,mientras caminábamos por las calles después de comprar los suministros que necesitábamos decidimos ver un poco el pueblo.

Era bastante bonito,me agradaba.

Soy hijo único y mi padre es quien está al cargo de la manada,me he criado a base de entrenamiento y educación,desde pequeño mi padre me ha dicho que tengo que estar preparado para tomar su puesto.

Por tal razón fue que me convertí en una persona fría y reservada,me han prohibido muchas cosas que hacían los demás niños,he perdido toda mi infancia en entrenamientos y lucha.

Mi padre siempre a Sido una persona estricta,quiere que todo salga a la perfección,pero dentro de todo es un hombre que ayuda a su pueblo.

Caminábamos tranquilamente hasta que escucho gritos de alguna parte,volteo a ver de dónde provenían y me tope con una chica,está gritaba que me corriera pero por alguna razón no lo hacía.

En un abrir y cerrar de ojos me encontraba debajo de aquella chica.

A mí nariz llegó un olor extrañamente delicioso,el olor a vainilla era aquel que tanto me hipnotizaba.

Me quedé viendo por unos segundos a aquella chica,inspeccione su rostro y rasgos,sus ojos me atraparon y no pude dejar de verlos,me estaba volviendo loco.

De un momento a otro ya no se encontraba arriba mío,quería seguir así más tiempo pero no se podía,un revoltijo en mi estómago me hizo volver a la realidad.

Detrás de ella venían unos chicos supongo de su edad,le gritaban cada tipo de cosas que hasta a mí llegaba a molestarme.

Cuando se acercaron y la golpearon algo dentro de mi se puso alerta,mi lobo gruño molesto.

Era la primera vez que se ponía de una manera tan agresiva por una chica desconocida.

Con ágiles movimiento pude derribarlos a todos,la fuerza de un alfa no se compara con la de un humano,así que podría acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos.

Iba a acercarme a la chica pero un sonidito molesto llamo mi atención,un celular estaba tirado en el suelo con una llamada entrante.

Supuse que era de aquella chica y conteste,del otro lado de la línea se podía escuchar una muy irritada y enojada voz de una mujer.

Le dije lo que había sucedido y Lugo vino a buscarla.

Por alguna razón aquella chica se desespero y comenzó a gritar e insultarme por llamar a su madre.

No lo entendí hasta que vino por ella,la malicia en su mirada,su voz irritante,sus tacones que resonaban  y la cachetada que le dió a aquella chico de olor a vainilla hizo que mi lobo gruñera molesto.

Quise intentar seguirlas,mi lobo me lo pedía a gritos,intente acercarme pero me tomaron de los brazos para evitarlo.

Sabía que hacían bien en detenerme,no podía seguirlas como si nada y entrometerme en la situación.

Pero quería ver a la chica de aroma a vainilla,quería tenerla cerca y saber de ella,además de que sentí una extraña conección al verla.

Me resultó extrañamente atractiva y su carácter,nadie me había gritado de esa forma antes.

Tenía las hormonas alteradas.

𝐒𝐞𝐫𝐞𝐧𝐝𝐢𝐩𝐢𝐚 𝐉.𝐣𝐤 𝐨𝐦𝐞𝐠𝐚𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora