Nerverland Por Siempre (Michael Jackson Y tú) [CANCELADA]

Cap. 01 Mi Sueño

-Yacía leyendo uno de mis libros favoritos titulado "Hamlet", era la cuarta vez que lo leía y aún así no me aburría en lo absoluto. Era un día soleado, cielo despejado con su distintivo tono celeste, junto con una fresca brisa, la luz que entraba por la ventana de mi habitación era deslumbrante; un día excelente para empezar nuevos proyectos, pensaría cualquiera, pero... yo no lo pensaba así, para mi todos los días eran detestables, día a día, despertaba sin motivación, todo el tiempo me preguntaba como las demás personas despertaban esbozando una gran sonrisa de oreja a oreja.-

"El inicio de tu historia: Neverland Por Siempre: "No sólo un niño puede soñar."

P: Pensé que estarías cantando como una loca, usando tu cepillo como un micrófono. -comentó con su distinguido acento británico para después recargarse en el marco de la puerta-

-¡Paul! -cierras el libro inmediatamente al escuchar su voz- ¡llegaste!, al fin, pensé que ibas a dejarme plantada como la otra vez.

Paul: Bueno, ahora estoy aquí. -respondió con su peculiar acento británico extendiendo sus brazos indicando a que lo abrazarás-

Lo abrazas-¡Me alegro de que estés aquí!, ¡tengo tantas cosas por contarte!

-Él era Paul, mi mejor amigo, pero no era cualquier Paul, él era el inigualable Paul McCartney, una amistad que se formó gracias a mi padre. Ha sido mi mejor amigo desdé la infancia, eramos inseparables, era como el hermano mayor que siempre quise tener, y a pesar de nuestra diferencia de edad solíamos divertirnos como unos niños pequeños.

Sin embargo, no era fácil lidiar con un tema en específico, era "complicado" hablar sobre lo que más me apasionaba; hablar sobre Jackson lo irritaba un poco. Al parecer Paul no podía olvidar lo que le había sucedido años atrás con su ex mejor amigo.-

P: ¡¿Y qué es lo qué tienes qué contarme?!, ¿es interesante?, ¿aburrido?, o es una de tus historias con... ya sabes de quien hablo.

-"El innombrable" -terminas la frase en un tono burlesco- Macca, no lo llames así, no es cómo sí se te cayera la boca al pronunciar su nombre.

P: ¿Qué puedo decirte?

Ríes brevemente-Bien... como tú sabes falta una semana... ¡una sola semana! para mi cumpleaños, pronto tendré dieciséis años -palmoteas- y creo saber que es lo que quiero.

P: ¿¡Ir al zoológico?! -preguntó con cierta curiosidad- amas ir allí, amas sentarte debajo de esa estatura mientras disfrutas de un helado. Que envidia.

-¡Es algo mucho mejor!

P: ¿Comer chocolate todo el día?

-¡Macca, parece cómo sí no me conocieras! -reclamas para luego suspirar- ¿sabes?, han pasado diez años, y aún no he podido lograrlo.

P: ¿De qué hablas?

-Sé que no suelo despertar con el mejor humor, pero todos los días me levanto de la cama y digo: ¡Algún día de estos iré a ese mágico lugar!

P: Especifica.

-Hablo sobre el Rancho de Neverland, quiero ir a ese lugar, ese ha sido mi sueño y quizá esté año lo logre ir. -esbozas una sonrisa-

P: ¿¡Neverland?!

-Su rostro cambió completamente, frunció el ceño, y se llevó una mano a la frente. Era claro que no le agradaba la idea de visitar el Rancho, pero visitar aquél lugar o incluso conocer a Michael, era un sueño, un sueño que no le agrada para nada.-

P: ¿Sigues con eso?

-Si, ¿por qué no?

P: Hemos hablado sobre esto todos los años, pero al parecer no te rindes, ¿es tanto tu amor por él, que harías lo que fuera con tal de estar a su lado?