Nerverland Por Siempre (Michael Jackson Y tú) [CANCELADA]

Cap. 07 "Ella Es Especial"

«Narras Tú»

Su inesperada respuesta fue desconcertante: ¿quería conocerme aún más?, ¿por qué?, no pude evitar esbozar una enorme sonrisa, y ruborizarme a la vez, sentía que mi corazón saldría de mi pecho gracias a la emoción que surgió dentro de mi. Volteé a mirar a mi abuela, para recibir una repuesta de su parte, pero lo único que hizo fue negar con la cabeza, para después subirse al auto. Elizabeth sólo bajo la mirada, acciones cuales hicieron cuestionarme que era lo que les sucedía.

Volteé nuevamente para ver a Michael y responder su petición.

-Realmente no sé que decir...

M: No lo tomes a mal, no quise sonar descortés o algo por el estilo, te lo he dicho porque -respondió llevándose una mano a la nuca buscando las palabras correctas- me eres una chica muy agradable, y me fascinó la conversación que tuvimos hace un par de horas.

-¿Enserio te parezco agradable?

M: ¿Por qué te mentiría?

-¡Si que quieres matarme!, he sufrido todo este tiempo mini infartos, y ahora me invitas venir de nuevo, sí sigues así, serás el culpable de mi muerte.

M: -suelta una carcajada- No digas eso, porque no quiero ir a prisión.

S: (T/n)...

-¡Ah, si, si, ya voy abuela!, dame un segundo... -tomas una pausa para preguntar lo siguiente- ¿puedo abrazarte de nuevo?

M: -asiente- No deberías preguntarlo.

-Lo abracé una vez más, y esta vez no quise dejarlo sin aire, así que le dí un cálido abrazo.

Era tan reconfortante sentir sus brazos rodeando mi cuerpo, y percibí su fragancia. Mis lágrimas no resistieron, y comenzaron a caer sobre mis mejillas, sólo sentía ligeros golpecitos en mi cabeza en forma de consuelo para después separarnos, limpiarme las lágrimas restantes en mi rostro y sonreír una vez más.-

M: Puedes venir el próximo fin de semana si así lo deseas, o incluso puedes pasar la noche aquí.

-Gracias.

M: No, gracias a ti por aceptar la invitación, realmente espero volver a vernos.

-¡Ten lo por seguro!

M: ¡Hasta luego!

«Narra Michael»

Cuando solían abrazarme con lágrimas de felicidade en sus rostros, y decirme lo cuanto que me querían, era tan reconfortante, provocando que mi corazón se llenará de ternura, y está vez, no fue la excepción.

Moví mi mano de un lado a otro, despidiéndome, al igual que ella hacía lo mismo cada vez que daba un paso para llegar a su auto. Su reacción fue un poco graciosa, lo cual me hizo reír unos instantes; dí un largo suspiro, y apunto de entrar a casa, sentí un fuerte golpe por la espalda.

J: ¿¡Dónde está!?, ¿¡dónde está?! -exclamó con desesperación-

M: ¡Oye, casi me destrozas la espalda! -reclamó-

J: ¡¿Dónde está (T/n)!?

M: Oh, (T/n) -te señala- pues... está apunto de subirse a su auto.

J: ¡Oh, no!, ¡no, no!, ¡espera!, ¡no te marches!... y se fue... ¿por qué siempre me pasan estás cosas?. -desilusionada-

M: -sonríe y toma el hombro de su hermana- Dunk, no te desanimes, la volverás a ver, la invité de nuevo al Rancho, así que no tienes porque angustiarte.