-Sostengo entre mis manos la carta de mi amado, la llevo delicadamente a mi pecho para así poder sentirlo más cerca- "Querido Albert espero que mi correspondencia ya haya llegado a tus manos, ansío tanto tu regreso" - susurre depositando su carta en el cajón de la mesita de noche junto al diario que mi amado me regalo el día de mi cumpleaños- "No sé por qué aun no he escrito nada en ti" - dije mirando el bonito libro de cuero con mi nombre estampado en el-
"Señorita Candy" - dijo la empleada entrando a mi habitación sacándome de mis pensamientos- "tiene correo" - dijo extendiendo la carta que tenía en sus manos hacia mi-
"Es de Albert" afirmé emocionada levantándome de la silla para tomar la carta. Cuando la tuve en mis manos solo la abrí sin ver de quien era ya que por la emoción pence que era de Él y comencé a leer-Agosto 1920
~Telegrama de urgencia ~
Señorita Ardlay, lamento informar que el barco donde se encontraba abordo el señor William Albert Ardlay sufrió un terrible accidente provocando el naufragio de la tripulación.
Lamentablemente su esposo se encuentra en el listado de las personas desaparecidas. Se dará procedimiento a la búsqueda de los cuerpos.
Nevamente lamento mucho su perdida.Att: Capitán Malcom Carey.
-Dios mio, siento como mis manos tiemblan y puedo escuchar el palpitar agitado de mi corazón, mi vista comienza a nublar se mientras caigo sobre mis rodillas. <¿Acaso esto es cierto? Mi querido Albert> No no puede ser verdad, el.. El prometió volver, el dijo que regresaría y estaría a mi lado y ahora.. -
"¡Mamá! - grite comenzando a sollozar" - Ma.. Mamá.. - susurre mientras caía inconsciente-
"Hernest! Hernest!! Deprisa" - Gritó la señora Madeline madre de Candy- "hija despierta por favor.. Deline llama rápido al doctor"
"Si señora" - dijo la empleada saliendo de la habitación para ir en búsqueda del doctor-
"Hija mía! - exclamó el señor Hernest entrando apresuradamente, se acercó a la chica que yacía en el suelo la tomó entre sus brazos para depositarla delicadamente en sus apocentos--Pasaron eso de diez minutos, cuando llegó el doctor y dirigiéndose a candy que se encontraba inconsciente aún sobre sus apocentos, le hizo un chequeo completo y salió de la habitación encontrándose con los padres de la señorita-
"Doctor, ¿Cómo se encuentra mi hija?" - pregunta la madre adustada-
"No hay nada por lo cual preocuparse a sido una decaída en su presión, le deje unos medicamentos que debe tomar al pie de la letra, con eso y el reposo se pondrá bien" -Dijo el doctor con una pequeña sonrisa- "Bueno con su permiso me retiro, buenas noches" - dijo amablemente retirándose de la casa-"Madeline.. Tienes que ver esto.. - pronunció el señor Hernest serio entregándole la hoja a su esposa, la señora tomó entre sus manos el telegrama y comenzó a leer. Su expresión cambió drásticamente sus ojos se llenaron de lágrimas, sus manos temblaban y abalanzandose sobre su esposo comenzó a llorar-
"Oh Hernest.. Alb.. Albert... Se ha ido..."
"Tranquila Made" - dijo el señor abrazando con fuerza a su esposa mientras acariciaba con dulzura su cabello para tratar de tranquilizarla-.
"Hernest, mi niña, mi pequeña Candy.." - decía llorando sobre el pecho de su esposo-
"Calma querida tenemos que estar fuertes para nuestra pequeña" - el señor tomo el rostro de su esposa entre sus manos y limpio sus lágrimas, dio un pequeño beso es su frente y se encaminaron de regreso al cuarto de su hija, cuando entraron se escucho una suave y delicada voz que provenía desde la cama de su pequeña-
"Mamá? Papá? - susurro la chica-" Mamá.. Papá... E...él.. Mi Alb.. Albert - Dijo la chica estallando en llanto nuevamente.-
"Querida"-se acercó la madre rápidamente para abrazar a su pequeña-~Chicas espero les haya gustado este capítulo tanto como a mi, nos vemos en el próximo que pasen lindo día o linda noche hasta la próxima!~
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LA VOZ DE LA ESPERANZA
FanfictionOtra noche más en ésta habitación sin tu compañía, donde sólo las rosas en mi balcón y el viejo diario que reposa en la mesa de noche son testigos de el dolor que invade mi corazón. Cada letra escrita en este diario sólo es para ti, cada palabra en...