Capitulo 4

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-Al día siguiente me levante de mi cama me puse mi bata y justo cuando iba a entrar al baño para preparar mi baño entro Deline apresuradamente evitando que yo preparará mis cosas-
"Oh vamos Deline puedo hacerlo sola, no soy un bebé"
"Se bien que no eres ninguna bebé Candy es solo que es mi trabajo, si tu haces todo esto entonces no habría por qué yo estuviese aquí no crees?"
"Esta bien" - dije resignada salí del baño y me dirigí hacia mi cama sentándome en una orilla-
"Oye Deline, crees que mi madre podría dejame aquí?" - puse mis ojos en Deline que venía saliendo del baño-
"Vamos Candy ya esta el baño"
"No respondiste mi pregunta" - dije parandome frente a ella-
"Sabes que no es posible eso Candy tu madre es estricta en eso de las visitas, tienes que estar presentable aunque no quieras hacerlo"
-suspiré asintiendo y me encamine a al baño, Deline me despojó de mi ropa y me dispuse a entrar a la tina-
"Y quién vendrá Deline?" - volte a verla mientras ella lavaba mi cabello-
"Es un viejo amigo de la familia y creo que es socio de las empresas del señor Hernest y de él señor Alb.." - No terminó de concluir la última frase y sentí como mis ojos se comenzaban a llenar de lágrimas al solo escuchar su nombre- "Lo siento" - susurro Deline bajando la cabeza, yo no dije nada y volví a voltarme. Después de un rato termino mi baño y Deline me ayudó a salir de la tina nos encaminamos de regreso a mi habitación y ayudó a vestirme, me coloco un vestido color palo de rosa, me puso unas zapatillas del mismo tono y se dispuso a arreglar mi cabello-
"Te ves hermosa Candy" - dijo Deline, me acerque a mi tocador y tomé unas joyas que hacían juego con el vestido-
"No quiero salir de aquí Deline, por favor ayúdame a safarme de esto" "No puedo hacerlo Candy, lo siento" - en ese momento llamaron a la puerta dando por terminada la conversación entre Deline y yo-
"Hija vamos ya ha llegado nuestro invitado" -dijo mi madre parada en la puerta- "Te vez bellísima cariño" - sonrió mi madre y me tomo la mano para encaminarnos a las escaleras para bajar al comedor-
"Madre por favor quiero estar en mi habitación" - susurre sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas-
"Querida sabes que no es de buenos modales dejar a los invitados, solo acompáñanos durante la cena si?"
-Mire a mi mamá y conteste en un susurro- "Esta bien".

-Llegamos a dónde se encontraba mi padre y aquél hombre-
"Madeline, Candy quiero presentarles al señor Dylan Smith, el es un viejo amigo y socio de nuestras empresas. Dylan ellas son mi esposa Madeline" dijo mi padre mientras el señor Dylan se acerca a a mi madre tomando su mano para darle un beso en el dorso en forma de saludo- "Y ella es mi hija Candy" - Decía nuevamente mi padre y el vino hacia mi haciendo lo mismo que con mi madre para saludarme-
"Es un placer conocerla señorita Candy" - dijo sonriendo aún con mi mano entre las suyas-
"Igualmente señor Dylan" - conteste cortésmente y me solté de su agarre incómoda-
"Bueno vamos a comenzar la cena pasemos al comedor por favor" - mencionó mi madre tomada del brazo de mi padre, yo iba a comenzar a caminar de tras de ellos cuando el señor Dylan me ofreció su brazo para escoltarme al comedor, yo por educación lo tomé y camine a su lado, cuando llegamos nos sentamos en los lugares correspondientes-

"Que hermosa decoración tiene señora Madeline, es muy acojedora" - menciono Dylan amablemente a mi madre-
"En realidad la que la eligió fue mi querida Candy ella me ayudó con todos los arreglos, verdad querida?"
"Ah si" - dije mirando a mi madre-
"Tiene un excelente gusto señorita Candy" - dijo Dylan sonriendo y posando su mano sobre la mía que reposaba sobre la mesa, saqué mi mano rápidamente y la puse sobre mis piernas. <Que se creía este hombre tan sinvergüenza> pensé, aclaré mi garganta y conteste-
"Muchas gracias, me alegra que sea de su agrado" - dije en un tono molesto por su acción-
"Se que no es lugar para hablar de negocios, pero quiero anunciarles que el señor Dylan y yo hemos podido expandirnos a América, las empresas de nuestro difunto Albert como sabemos pasa a manos de mi..."
"Papá basta! Albert no esta muerto! El no está muerto!" - grite alterada comenzando a llorar me levanté del asiento y corrí directo a la puerta trasera que me llevaba justo al jardin-

-Mi vista se nubla por las lágrimas que caen sobre mis mejillas, mi pies se mueven tan rápido como si hubiesen cobrado vida, siento como si me estuviesen golpeando el el corazón, el dolor que sentio es tan inmenso, <Cómo seguir adelante sin él? Simplemente no puedo hacerlo el es mi vida entera y Dios a decidido quitármelo..> Me detuve en aquel jardín lleno de rosas adornado con una bella fuente en el centro de éste-
"Nuestra fuente mi queredio príncipe" - cerré mis ojos aspirando el bello aroma de las rosas, sentía como el viento acariciaba mis mejillas e imaginaba que era él quien me acariciaba dulcemente tratando de consolarme-
"Se que volverás amor mío, tu me lo haz prometido y se que así será" - susurre elevando mi rostro a cielo respirando profundamente para tratar de calmarme- "Dios mío fui tan imprudente al contestar así a mi padre, debo disculparme con él y con el señor Dylan por mi comportamiento" - dí un último suspiro en aquél jardín y me dispuse a regresar a casa-

*Mientras tanto en el comedor*

"Lamento mucho el comportamiento de Candy es sólo que no está en condiciones al hablar acerca de estos temas" - dijo la señora Madeline un tanto incómoda por lo sucedido-
"No hay por qué disculparse yo entiendo perfectamente, supongo que el señor Albert Dougés era muy unido a ella no?" - preguntó Dylan-
"Era más que solo una unión, y no el no es nuestro hijo el señor William Albert Ardlay fue el esposo de nuestra querida Candy" - mencionó el señor Hernest con un aire de melancolía-
"Se equivoca padre el señor William Albert Ardlay ES MI ESPOSO" -Mencionó Candy entrando al salón más calmada- "Lamento mi comportamiento anterior no debí contestarle así padre, y me disculpo con usted señor Dylan por mi falta de respeto al salir corriendo, no fue correcto" - Dijo Candy segura de sus palabras-
"No se preocupe" - mencionó Dylan mirando el rostro rojizo de aquella señorita por haber llorado, confirmando así que desde el primer momento en que la vio entrar a ese salón quedó encantado con ella, de sus ojos hemos color esmeraldas, del precioso cabello dorado y ondulado, de su presencia-
"Madre, padre, señor Dylan me habrán de disculpar el resto de la cena necesito ir a mi alcoba me siento un tanto indispuesta, así que con su permiso me retiro que pasen una excelente noche" - dijo Candy haciendo una reverencia para así salir del comedor y dirijise a su habitación-.


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Bueno chicas aquí les dejo el capitulo 4 espero que le haya gustado, espero actualizar pronto el siguiente capitulo, saludos y bendiciones a todas. 💗

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