-Mi madre y yo nos encontrábamos bajando las escaleras, desde donde nos encontrábamos podía escuchar la música proviniendo desde el salón. Piezas musicales muy hermosas también podía escuchar las risas de las personas al estar disfrutando de las melodías. En eso mi madre me para de golpe pronunciando mi nombre antes de llegar al salón.
"Candy, por favor trata de ser amable con todos los invitados" - la mire extrañada y a mi mente llego ese hombre. Hice una mueca y la mire fijamente a los ojos-
"Si lo dices por el señor Dylan madre el y yo no tenemos porqué cruzar palabra. No tiene nada que decirme y yo no tengo nada que decirle, los negocios son con mi padre más no conmigo."
"Cariño no, solo te pido que no seas descortés con nadie si alguien te invita a bailar hazlo, tienes que seguir adelante"
"Perdoname madre pero que estás diciendo? Entiende tu algo muy importante.. Albert esta vivo.. Yo lo sé, no me digas que es lo que debo o no hacer ya no soy una niña pequeña soy una mujer casada, le pertenezco al señor William Albert Ardlay!! - grité furiosa soltandome de su mano para bajar al salón antes que ella.-
-Cuando Candy llegó al salón, sintió todas las miradas de las personas ahí presentes no se había percatado que la música había cesado y los presentes se habrían percatado de la discusión con su madre hace unos momentos. Hizo como sí no hubiese pasado anda y caminó a donde se encontraba su padre con un gesto de disgusto, en ese momento su padre, hizo que la música volviera a sonar para borrar el momento tan vergonzoso de su hija y su esposa.-
"Candy, Madeline. ¿Pero que les ocurre? Hacer semejante escena delante de toda gente" - mencionó el señor Hernest muy molesto-
"Lo lamento papá fue mi culpa, perdí el control y no medí es sonido de mi voz y de mis palabras"
"Hernest, querido no volverá a pasar si? Nuestra hija solo se exaltó eso fue todo. - mencionamos mis madre y yo casi al unismo. Mi padre iba a comenzar a hablar cuando una voz detrás de el lo interrumpió -
"Señor Hernest, discúlpeme pero me gustaría pedir su concetimiento para?poder bailar con su hermosa hija" -Dijo Dylan en un tono amable mirando al padre de candy y luego a las dos mujeres que se encontraban frente a el una sonriendo y la otra con un gesto de desagrado-
"Claro que si Dylan, adelante"
"Pero papá.. Sería descortés de parte mía ya que aquellas chicas se ve que han esperado para bailar con el señor Dylan" - mencionó apuntando a las chicas que se encontraban en un rincón del salón viendo hacía la dirección en donde se encontraban-
"No se preocupe señorita Candy, ya les concedere una pieza pero antes me gustaría bailar contigo"
"Es que yo.."
"Candy no seas grosera y baila con Dylan" - dijo mi padre un tanto molesto, suspiré tratando de reprimir mi molestia y con todas mis fuerzas tomé su mano y me encaminó hasta la pista, pude sentir como sujeto mi cintura bruscamente y me apega a hacia el. Yo incómoda trate de separme rápidamente sin llamar la atención de los invitados presentes ya que aunque sean de la "alta sociedad" suelen ser muy habladores por no decir metiches.-
-La música comenzó a sonar y para mí se me hacía eterno estar a su lado, y no me mal interpreten Dylan no era un hombre feo es solo que no me gustaba para nada como se comportaba conmigo, es como si yo fuese un simple objeto que pudiese obtener con tan solo pedirlo o pagar por el.
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LA VOZ DE LA ESPERANZA
FanfictionOtra noche más en ésta habitación sin tu compañía, donde sólo las rosas en mi balcón y el viejo diario que reposa en la mesa de noche son testigos de el dolor que invade mi corazón. Cada letra escrita en este diario sólo es para ti, cada palabra en...