LA VOZ DE LA ESPERANZA

Capitulo 10

-El mes de Noviembre ha comenzado en pocos días mi amado Bert y yo cumpliremos un año desde aquel día en que me convertí en su esposa y el en mi esposo. Un año de habernos jurado amor eterno en aquella iglesia delante de Dios, delante de él hicimos nuestra promesa amarnos hasta el fin de los tiempos.-

Noviembre 1920

Amor mío.

Me gustaría recordar como comenzó lo nuestro, se que tu conoces la historia a la perfección al igual que yo, pero sabes?
Me gustaría poder escribirla ahora mismo para así imaginar que estamos recordando juntos en este preciso momento.
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* Abril 1915*
(-Me encontraba en el jardín que mis padres habían preparado especialmente para mi, fue un regalo de mi cumpleaños anterior, desde que tengo memoria siempre me a gustado el cultivo de las rosas, no importa cual sea la clase de ellas, para mi eran y serán simplemente hermosas.
Este jardín se permitía exclusivamente mi entrada, no dejaba ni que el jardinero lo arreglara, mamá decía que necesitaría ayuda si quería que el jardín se mantuviese vivo pero yo lo veía tan especial como nadie jamás lo había visto que yo misma con mis propias manos me encargue de mantenerlo con vida.-)

-Como de costumbre todas la mañanas desde que cantaba el gallo me arreglaba para salir al cuidado de mi hermoso jardín, la verdad no me importo todo el desastre que tenían empleados por toda la casa, todos iban de aquí para allá, preparando y cumpliendo de manera cuidadosa todas las órdenes de mi madre, ¿por qué todo este alboroto? Hoy se llevaría a cabo una gran fiesta de bienvenida al señor William Ardlay, un hombre de grandes e importantes negocios
de toda Europa, cabeza del clan más importante de toda Escocia; o eso fue lo que escuché de la boca de mi padre y mi madre al querer que todo estuviese perfecto para su bienvenida.
La verdad no sé por qué se hace tanto alboroto por eso, se que es un hombre muy importante pero todo esto de las grandes fiestas para mi es un gran desperdicio de recursos...
Salí evitando toparme con mi madre ya que en estos momentos no es buena idea estar cerca de ella y hasta papá lo sabe ya que no ha salido de su despacho desde que terminó el desayuno; y ahí voy de nuevo a mi jardín pero esta vez con un hermoso libro, la verdad se necesita distracción en estos momentos o algo que me mantenga alejada de casa.
Camine a apresurada hacia la entrada estaba emocionada por comenzar a leer, de repente me detuve y dirijiendo la mirada a un hombre alto rubio, vestido con pantalones de mezclilla y una camisa negra y arremangada, ese hombre se encontraba tocanto mi nuevo cultivo se trataba de una especie de rosa aterciopelada, sentí como la desesperación y la molestia se apoderaba de mi provocando que de mi boca saliera un fuerte grito-

"Hey tu!! ¿Qué crees que estas haciendo aquí?" - el hombre soltó delicadamente la rosa y volvió su mira hasta donde yo me encontraba, quedé anonadada al ver esos hermoso ojos azules tan claros como el cielo por las mañanas, y una perfecta sonrisa que adornaba su maravilloso rostro-

"Vaya señorita, tranquila que no estoy haciendo nada malo, he pasado por aquí de casualidad y me llegó un olor exquisito a rosas, la curiosidad me ganó y vedme aquí" - Dijo sonriendo caminando hasta donde me encontraba-

"No eres bienvenido aqui, de hecho nadie más que yo puede venir a esta sección del jardín, y sobre todo NADIE puede tocar MIS rosas!!"

"Pero yo no veo por aquí un anuncio donde diga que esta restringido el paso, o acaso usted si lo ve?" - dijo en tono de burla mirando a los lados-

"Que irrespetuoso y no, no hay anuncios pero que no te basta con decirte que está prohibido el paso? Con esto me refiero a que salga de aquí. O qué? Acaso quieres una invitación por escrito" - dije sarcásticamente, sonriendo; el soltó una carcajada y dio un paso más cerca de mi-