Y de nuevo me encuentro aquí, no hay nada que hacer, nada que decir, nadie con quien hablar, nadie con quien confiar.
Volteo a mi alrededor y me veo solo, reviso mi celular y nadie me habla, cierro todo y nadie me extraña, y aunque lo hagan no siento nada.
Todo el mundo me dice "tus problemas también son importantes, también mereces hablarlos", pero cuando me encuentro mal no hay nadie.
Y lo entiendo, yo sé que no lo merezco, que no soy tan importante, solo lo dicen para que me sienta mejor, todos tienen mejores cosas y más importantes que solo oírme quejarme de cuan mal me siento.
Yo he estado ahí tantas veces y nadie ha estado aquí conmigo, pero entiendo que no importa.
Si no importo yo, la única razón de estar aquí son los demás, lo que pueda yo hacer a los demás y no al revés, porque a nadie le interesan tus problemas.
El silencio, la oscuridad y el dolor son los únicos que me acompañan en aquellas noches cuando no puedo dormir. La ansiedad, los recuerdos y el sufrimiento me acompañan en las tardes cuando ya no puedo más.
Me quedé vacío, me quedé sin nada.
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Las palabras que no puedo decir
Spiritualsentimientos que nadie escucha, silencios incómodos, ideas reprimidas, vida y muerte, luz y oscuridad... muchos dirán "lo tienes todo, que más puedes pedir?"