Cuan importante soy realmente para los demás? Cuánto realmente merezco? Valgo tan poco?.
Cuando estás mal, a veces solo quieres un poco de compañía, al estar mal y solo, tus demonios no te suelen dejar en paz ni por un segundo, a veces solo necesitas llegar con alguien y dejarlo salir todo, que ya no esté dentro de ti, desahogarte para sanar un poco.
Cuando estás mal, y alguien lo nota, te dirá que no te preocupes, que no estás solo, que si algún día necesitas desahogarte, estará para ti, pero, es esto realmente en serio?.
Cuando estoy mal, volteo a mi alrededor, me veo solo, solo me tengo a mi y a mis demonios.
Cuando estoy mal, quisiera tener a alguien para desahogar todo aquello que guardo desde hace tanto, pero no hay nadie ahí cuando lo necesito.
Cuando estoy mal, estoy solo, no porque no tenga a nadie, sino porque todos tienen cosas mejores que hacer, y está bien, entiendo que no soy el centro del mundo, que no solo porque esté mal, todo el mundo debe dejar lo que esté haciendo para ponerme atención, yo sé que así no funciona, y está bien.
Está bien dejar a los demás seguir su vida, todos tienen cosas más importantes que hacer, más importantes que oír los lloriqueos de alguien insignificante y eso está bien.
Está bien sentirse insignificante, porque al final es lo que soy, en este mundo lleno de personas, una de ellas como lo soy yo no vale nada, no soy nadie, no importo en la vida de nadie y eso está bien.
Está bien saber que no soy importante, porque no puedo ir interrumpiendo la vida de los demás solo cuando esté mal.
Y si eso me trae malas consecuencias? A quien le importa! Todos tienen sus propios problemas en los cuales pensar, todos están ocupados en su propia vida como para que alguien más llegue a darle más problemas.
Y si no me gusta? Ese es mi problema, y debo aprender a vivir con ello a pesar de todo.
Cuando estoy mal, no importo, pero los demás si me importan, y está bien, mi única valía en este mundo es el escuchar y tratar de ayudar a quienes me rodean. Y es suficiente para mí? Claro, es lo único que me mantiene aquí, el saber que puedo al menos ayudar a los demás.
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Las palabras que no puedo decir
Espiritualsentimientos que nadie escucha, silencios incómodos, ideas reprimidas, vida y muerte, luz y oscuridad... muchos dirán "lo tienes todo, que más puedes pedir?"