D. H. [Dirty Hongjoong]

First - "You'll never make me stay, so take your weight off of me"

-Estas perdiendo el tiempo- le susurré con la respiración entre cortada. Su delgado muslo presionaba mi alarmante erección.

-¿Enserio...?- replicó, se acercó a mí cuello y me repartió cortos, pero deliciosos besos. Se lo hice más fácil: mandé mi cabeza para atrás y todo mi cuello estuvo a la vista y a su disposición.

Sentí su pequeña, pero juguetona lengua pasando por mi piel, hizo presión con su boca y me di cuenta que me marcó.

-¡Basta!- dije alarmado. Me paré y lo saque de mi encima -Vístete y vete de aquí - le ordené mientras acomodaba mi camisa toda revoloteada.

-Está bien- respondió con una sonrisa caliente.

Mierda, he visto esa provocativa sonrisa desde que se acercó a mi oficina por primera vez. Siempre lo mismo.

-Que te vayas- pedí menos molesto y con un suspiro, pensé que tendría que usar otra vez esas chompas con el cuello largo.

Me recargué en mi escritorio mientras veía a ese pequeño ser tapando su maravilloso conjunto de encaje con un saco largo color caqui.

-Sabes que volveré- dijo acercándose lo suficientemente cerca como para robarme un beso -Y sabes que me dejarás entrar, como siempre haces- susurró. Su aliento rozó todo mi rostro, olía a fresas.

Y yo adoro las fresas.

-Solo... Por favor- traté de hablar lo más coherente, pero no pude. El ambiente y la tensión tampoco me ayudaban, mi boca se selló.

-¡Adiós!- se despidió tan escándaloso como acostumbra ser

Finalmente se fue y toda la abrumadora tensión de mi oficina lo acompañó y una vez más me quedé frustrado.

Yo estaba frustrado.

Mi naciente erección estaba frustrada.

[...]

-O-oh!... E-es muy rápido- gemía mi bebé al compás de mis embestidas.

Sus largas piernas estaban envueltas al rededor de mi cintura, traté de tapar mi cuello lo más posible y felizmente, no lo notó.

Siempre me gustaba estar arriba; de ahí, podía tener todo controlado pero, lo más importante, era que tenía una visión total de Yunho.

-Cielos... ¡Mingi! ¡A-ah!- me suplicaba por más.

Yo trataba de darle más, pero mis pensamientos se enfocaron en mi oficina nuevamente.

"-¿Puedo... Pasar?

-Adelante"

Cuando levanté la mirada, él estaba ahí en la puerta, esperando a que mi mirada se pose en sus ojos específicamente.

De un momento a otro, lo tenía encima mío. Su saco color caqui tirado en el suelo y él, todo adornado de un lindo conjunto de encaje blanco, respiraba contra mí.

Combinaba con su piel.

Era perfecto.

La conciencia me pesaba, sabía el tipo de persona que era. El seducía a los hombres, ¿por qué no lo haría conmigo?

Ahora por culpa suya, tenía que mentirle a mi bebé. Engañarlo, decirle que tengo frío, que por eso estoy usando chompas de cuello largo otra vez.

Pero, él olía a fresas.