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"¿Alguna vez te has enamorado, Hyunjin?".
Si tan solo supiera la cantidad de veces que lo piensa por las noches, entendería porque esa pregunta suena tan estúpida.
En su mente se repetía una y otra vez la vergonzosa situación a la que los expuso a ambos.
Hyunjin se inclinó hacia delante, apoyando ambos codos en el escritorio escondiendo el rostro entre sus manos en el proceso.
Nunca había pasado tanta vergüenza desde que se cayó sobre excremento de caballo en una excursión escolar.
Repetía en su mente la bochornosa secuencia donde volcaba su batido sobre la mesa, manchando la linda camiseta de Seungmin.
Quiso arreglar su desastre entregándole unas cuantas servilletas, pero debido al brusco movimiento, terminó derramando parte de la bebida sobre su entrepierna.
Todo por su maldito nerviosismo.
El rostro enfadado de Seungmin y la forma desdeñosa en la que le habló, lo hizo encerrarse en su habitación por dos días.
No creía que se fuera a enojar tanto, lo tomó por sorpresa.
E hizo su corazón añicos, al igual que toda clase de esperanza de volverse cercanos.
¿Estaba siendo dramático? Ya ni se lo preguntaba, era una gran cualidad suya.
En ese momento estaba frente a su laptop, intentando escribir algo que sirviera para su trabajo.
Pero no contaba con la inspiración suficiente como para que las palabras fluyeran.
Además, no era como si fuera bueno escribiendo.
Si ya lo había arruinado con Seungmin, al menos podía aportar en algo para que su nota no fuera un desastre.
Tal vez y así lo perdone.
Escuchó unas pequeñas patitas correr en su dirección, reconociendo al instante a su portador.
Kkami se subió a su regazo de un salto, acomodándose para dormir plácidamente.
Su perro era un perfecto consuelo.
Acariciando su pequeña cabeza, dejó que el sentimiento de haberla cagado se colara por milésima vez en su sistema.
Ni siquiera habia sido capaz de llamar a Felix y a Jisung para recibir consuelo, ignorando olímpicamente sus mensajes.
Aún faltaba contarles sobre su "tratado silencioso" con Seungmin, que constaba en que este último no lo rebanaría si no hablaba sobre su estado mediocre en aquel mísero baño.
