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Oh, bueno ¿Por dónde empezaba Jisung?
Se veía a escondidas con Lee Minho. Ya lo dijo. Bien.
¡Pero no es lo creen!
Solo ayudaba a que el imbécil no repitiera de año (otra vez) y obtuviera una beca en alguna universidad aceptable en Seul.
Les ocultaba sus tardes de estudio a Hyunjin y Felix por miedo a que se enojaran.
No creía que Hyunjin hiciera un escandolo, aún siendo el mas afectado.
Pero Felix daba miedo cuando estaba fuera de control.
Habían pasado dos meses desde su primer encuentro, el cual fue un desastre. No podían estar dos segundos en la misma habitación que ya intentaban sacarse los ojos.
Minho decía que era culpa de Jisung. Jisung decía que era culpa de Minho.
Era un circulo vicioso que jamás paraba, donde ambos se negaban a ceder. Mierda, ni siquiera se consideraban amigos para ese punto.
Pero...
Jisung debía admitir que la última semana la compañía de Minho no fue tan... desagradable.
Él estaba arto de pelear. Y suponía que el castaño se encontraba en la misma situacion.
Así que, habían hecho las paces en silencio, mordiendose la lengua cada vez que un comentario mordaz quería escapar de sus labios.
Cerró la llave de la ducha.
Apoyó su frente en los azulejos, virando los ojos hacia un costado para apreciar el lujoso baño con detalle.
Se suponía que Hyunjin estaba esperandolo en su cuarto, exigiendo una explicación que no estaba preparado para dar.
El tedioso sentimiento de culpa que lo hacia tragar duro era el que lo mantuvo mas tiempo del necesario debajo de la regadera.
Sentía culpa al no poder controlar sus sentimientos.
La mano de Minho sobre su pierna fue... mierda, hace tanto que su corazon no latía de esa forma.
Y no estaba bien.
Minho era... Minho. Y el detestaba a Jisung. Se suponia que Jisung tambien tendria que detestarlo.
Golpeó su cabeza repetidas veces contra la pared, hasta que soltó un quejido de dolor al hacerlo demasiado fuerte.
– ¡Jisung! ¡¿Estás muerto?! ¡Hace dos horas estas ahí dentro! ¡Si no sales en cinco minutos voy a derribar la puerta! – La voz de Hyunjin se encontraba mas impaciente que preocupada.
Jisung apostaba un riñón a que si Hyunjin encontraba su cuerpo inerte, primero le robaría su colección de discos de Ariana Grande y luego se pondria a llorar.
