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Al llegar a su destino hizo lo habitual de bajarse y quitar el casco, seguido del menor. Luego intentó peinarse los cabellos rebeldes de su frente, sin éxito. Jackson le miró y se colocó enfrente para intentar ayudarle, fingiendo lamer su mano para aplacarlos como una gata bañando a sus crías. Sin querer soltó un risa, el rubio podía ser tan ocurrente en cualquier situación y ahora no parecía ser la excepción.

—Deberías sonreír más —Bajó su mano a la mejilla

—¿Por qué tienes que decir algo así? —Intentó sonar molesto aunque no lo logró, más bien, se notaba la pena

—Porque es verdad. Tienes una sonrisa muy hermosa

—Gracias —Bajó la mirada para evitar sonrojarse—. Entonces… hasta luego —Intentó esquivarlo—. Gracias por traerme

—Espera —Le detuvo, tomándolo del brazo—. ¿Sólo así?

—Pues sí…

—Somos novios, no es una despedida correcta —Antes de que Jae Beom hablara, continuó—. Sí. Ya sé que no es real pero hay que saber actuar hasta el final —El coreano suspiró

—¿Y cómo sería tu despedida correcta?

Jackson entonces prácticamente lo acorraló contra la moto y le tomó de la cintura para acercarlo sin borrar de su rostro aquella sonrisa encantadora. Quiso decir algo, de verdad que es su mente trataba de formar una oración para detenerlo pero le fue imposible, era como si estuviese bajo una especie de hechizo que no le permitiera pensar con claridad. Así que cuando el contrario acercó el rostro al suyo, no se movió y sólo cerró sus ojos.

Los labios del hongkonés eran realmente suaves y mantenían un aroma dulce que comenzaba a gustarle, así que simplemente se quedó ahí, con sus manos aferradas a la chaqueta ajena, intentando corresponder el ritmo lento que quería marcar el menor. Aún temblaba un poco, aún sentía ese extraño miedo de tener a alguien tan cerca de su cuerpo, pero al menos era calmado con la delicadeza que era tratado. El agarre en su cintura se sentía tan cálido que de pronto ya no quería alejarse.

¿Cuánto tiempo estuvieron así? No tenía la más mínima idea, pero su respiración comenzaba a dificultarse un poco y su boca se sentía ligeramente adolorida. Para su sorpresa Jackson fue el primero en separarse, de forma lenta, como si no quisiera hacerlo, y con ello sus miradas conectaron al momento. Su corazón latía muy rápido, su cuerpo entero se sentía caliente y ese extraño hormigueo le rondaba el abdomen.

—Te quiero, Jae Beom —murmuró con una honestidad que se notaba en cada poro de su piel. Pero antes de que pudiese responder algo, dejó un beso en su frente y se alejó—. Nos vemos mañana

—Claro…

El hongkonés subió de nuevo a su motocicleta y se colocó el casco, parecía querer decir algo más pero se lo guardaba, igual que él, aunque por razones distintas. Así que ambos simplemente permanecieron en silencio, con intentos de sonrisas casuales en sus bocas mientras se despedían con un leve movimiento de sus manos. Jackson entonces arrancó y se fue, dejando a Jae Beom con sus pensamientos revueltos.

¿Qué había sucedido?

Se dio media vuelta para caminar el jardín hacia su casa. No terminaba de asimilar que permitió a Jackson besarlo así nada más. Aún sentía muy extraños sus labios pero ya no estaba el ligero desagrado de la primera vez, los sentía más gorditos pero le gustaba esa sensación. En esa ocasión el rubio fue más tranquilo, no intentó hacer nada más y simplemente causó que se dejara llevar sepa Dios cuánto tiempo. Se había perdido en esa suavidad y dulzura.

—Hey, hey, hey!~

De pronto escuchó una voz a su costado y se sorprendió, era demasiado obvio de quién se trataba pero rogaba en su interior porque no fuese quien estaba pensando. Soltó un suspiro y se giró lentamente hacia donde provenía la voz, encontrándose, efectivamente, con su mejor amigo. Estaba recargado en la pared con los brazos cruzados mientras tenía una expresión de picardía. Ya veía venir la avalancha de preguntas.

Fake Boyfriend [Jaeson/Jackbeom] (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora