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Abrió la puerta de su casa y el silencio sepulcral que yacía en el sitio le dio la bienvenida como todos los días. Ni siquiera se molestó en suspirar con tristeza o algo parecido cuando entró a su hogar ya que con el tiempo se había acostumbrado a ello. Desde que entró a la secundaria sus padres le habían dado más libertad al dejarlo solo en casa, y aunque eso le pareció perfecto en un principio, hubo un tiempo donde ya no le gustó.

En fin, ahora nuevamente le parecía bueno tener la casa completamente sola para él, podía hacer fiestas ¿no?. Oh cierto, solo tenía un amigo y ni en sueños lo invitaría a su casa. La última vez que lo llamó para que le hiciera un poco de compañía, aparte de sus gatos, este llevó a su novio con él y terminaron besándose todo el maldito tiempo haciéndolo a un lado como si la casa fuese de ellos. Esa era una de las principales razones por las que ya nadie más pisaba su hogar.

Se dirigió a su habitación y al llegar, colocó su mochila a un lado de la cama para posteriormente retirar algunas prendas de su cuerpo. Quería darse una ducha luego de ese día tan agotador, sobre todo porque aún mantenía con él el aroma del perfume de Jackson, aquel que era un poco fuerte y masculino. No era que le desagradara o algo similar pero le recordaba constantemente el porqué olía así.

Todo el resto del día que se mantuvo en la casa de Jackson, este había insistido con que lo mejor que podían hacer para aprovechar el tiempo que tenían juntos era… sí, adivinaron, practicar los benditos besos. Y para ello prácticamente le estuvo rogando mientras no paraba de abrazarlo en cualquier oportunidad que tenía, además de acorralarlo en casi todos los sitios, haciéndolo sentir bastante extraño por la cercanía.

La única razón por la que no se iba de aquel lugar era porque el rubio fue quien lo llevó y se negaba a regresarlo a su casa hasta cometer su objetivo. Cosa que para su desdicha no sucedió y al final tuvo que ceder en llevarlo cuando ambos observaron que era bastante tarde. A pesar de todo, Jae Beom prometió que la próxima vez podrían intentarlo, aunque dudaba que para ese momento se sintiera lo suficiente listo, sobre todo por lo sucedido.

—¿Por qué tiene que ser tan impulsivo?

Ya sin camisa y solo con su pantalón puesto, caminó hacia el baño que se encontraba dentro de su cuarto para al fin darse esa ducha que tanto añoraba. Pero cuando retiró su pantalón y revisó los bolsillos a ver si había olvidado alguna cosa de importancia, encontró el sobrecito de color oscuro y sintió que sus orejas se calentaban por la vergüenza. ¿Por qué había llevado con él ese objeto? Debía haberlo tirado desde un principio.

Miró unos segundos el bote de basura que yacía a solo un metro de él y dudó si realmente tenía que desecharlo. No era que quisiese utilizarlo en algún momento, mucho menos con Jackson pero, sería un desperdicio solo tirarlo, parecía de una buena marca. Así que aunque se sentía bastante tonto, regresó a su cuarto y guardó el sobre en uno de los cajones que se encontraban al lado de su cama.

—Esto es una estupidez —Suspiró y regresó al baño

(...)

Al salir de darse la ducha escuchó que algunos mensajes llegaban a su celular, por lo cual, algo curioso y sin vestirse aún pero con la toalla alrededor de su cadera, se dirigió hacia el aparato que yacía sobre la cama y lo tomó frunciendo el ceño casi al instante. ¿Es que acaso Young Jae no tenía nada que hacer? No era la primera vez que lo atacaba con tantos mensajes pero había pasado tanto tiempo desde aquello.

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Hey (^u^)

Jae Beom

Fake Boyfriend [Jaeson/Jackbeom] (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora