Cuando Teniamos Siete.

8.

Al llegar a tan hermoso bosque todos los chicos sintieron un alivio y paz al respirar un aire tan puro y limpio sin contaminación y con un silencio tranquilizante. El guardabosques que se encontraba ahí los guió a un lugar donde podrían estar tranquilos y disfrutar de la naturaleza tan bella que iba floreciendo recién.

Para Eren ese lugar no sólo era pacífico, sintió que ese lugar ya había sido visitado antes, no sabía el porqué, como si le recordara algo o mejor dicho alguien.

Guardabosques: Mocosos, este es el lugar, no manchen o destruyan la naturaleza, o los haré añicos. Tsk.

Un poco confundidos por la actitud del guardabosques. Los chicos se emocionaban cada vez más por este hermoso día.

Ymir: ¡Bien! Chicos, hora de empezar a disfrutar.- dijo gritando de emoción.

Christa: Tranquila Ymir, aún tenemos que preparar todo para poder disfrutar.

Y así fue, no tardaron mucho para poder acomodarse y disfrutar la deliciosa comida que habían llevado todos los integrantes.

Connie: Oye Sasha esta carne ¡es deliciosa!

Sasha: ¡Gracias! Es una carne difícil de conseguir, pero es ¡genial!.- dijo babeando y feliz.

Todos se reían de la actitud se Sasha, todos menos Eren, el seguía pensando en aquel sueño que lo está atormentando tanto, ese lugar le causaba nostalgia por alguna extraña razón. Si algo se propuso, fue llegar hasta el fondo de la situación, tendría que explorar aquel lugar si quería averiguar algo.

Mientras más supiera mejor, sabía que ese bosque tenía algo que ver con ese sueño.

Eren: Chicos, iré a explorar hacia allá.- señalando un sitio.- No se preocupen por mi, voy y vuelvo.

Todos quedaron en silencio sin saber que responder, en algunas cabezas estaba el pensamiento de porque alguien tendría porque preocuparse por ese chico antisocial.

Mikasa: ¡Eren¡ te acompañaré, puedes perderte.

Eren: Amm Mikasa... No necesito que me acompañes, puedo ir y venir solo.

Mikasa tomó la mano de Eren suavemente y dijo.- No me importa, puede ser peligroso y quiero acompañarte...

Eren se soltó bruscamente.

Eren: ¡Vamos! No eres mi madre, puedo estar solo.- dijo algo fastidiado.

Después de eso se fue y los demás chicos siguieron divirtiéndose y bebiendo. Eren no tardo de perder de vista al grupo y conforme se iba alejando más familiar le resultaba el bosque.

Eren: diablos, siento algo raro en mi interior, este bosque...- pensó.

Sin darse cuenta perdió por completo el camino de regreso y llegó a un claro lleno de flores a su alrededor, muy hermoso. Mientras lo observaba sintió un dolor de cabeza que le mostró varios recuerdos perdidos, en algunos de ellos se mostraba parte de su infancia y algunas veces que extrañamente le resultaban familiares. Cuando todo terminó, quedó en shock, intentó regresar un poco asustado pero al dar la vuelta chocó con alguien de nuevo.

Eren: ¡Christa!