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Todo iba de maravilla, el sol saliendo, los pájaros cantando al salir el sol, el leve aroma a tierra mojada gracias al rocío de la noche, el ruido de los animales despertando de su letargo, las mariposas revoloteando por entre las flores, la gente despertando saliendo a cumplir con sus ocupaciones. Todo perfecto, tranquilo, sin una pizca de imperfección. O eso creía Kihyun al escuchar hablar a su padre preocupado en la planta de abajo.

Aún aturdido por el sueño, intentó escuchar lo más minino que pudiese, tan solo con escucharlo hablar se notaba la gran preocupación, también se le oía sorprendido. ¿Pero de qué?, no había nada de que preocuparse, ¿o sí?

Luego de minutos de recuperarse del sueño, se visto, lavó su cara y sus dientes, y se peinó, en un tiempo récord de 15 minutos, bajó, la curiosidad lo estaba matando, a él y a su lobo. Nunca había escuchado hablar a su padre de esa forma, y eso aumentaba su inquietud de saber que ocurría. Linda manera de comenzar el día.

El señor y la señora Kang se hallaban juntos, abrazados, en uno de los sillones de la sala, sus rostros demostraban miedo, sorpresa, incredulidad, ellos, que la pareja de ancianos no le hacia el mal a nadie, no salían de su asombro de lo ocurrido tan solo a menos de una hora antes. Habían sido atacados por coyotes, destrozando su casa y las cosas que habían dentro, se llevaron todo lo que encontraron en sus alacenas y heladera, rompieron sus muebles y mesadas, vidrios rotos por todos lados. Fueron amarrados con sogas, y amordazados, solo para que no gritaran por ayuda, cuando los coyotes se largaron, la pareja mayor fueron desatados de todo, y tan pronto como se recuperaron del susto, corrieron tan rápido lo que sus piernas les permitían hasta la casa del alfa. Ayudo a su madre a prepararles té, ayudaría a calmarlos, y también colaboro ordenando una de las tres habitaciones de huéspedes que tenían, para la pareja, dejándolos descansar el tiempo que necesitaran.

Necesitaba un poco de aire, los aromas de la pareja lo estaban mareando. Al salir al porche, vio llegar a la mayoría de los centinelas, entre ellos, Hyunwoo. Quiso sonreír al verlo, pero se contuvo y dejó pasar a todos. El moreno se quedó unos momentos en la puerta, debatiendo si hablar o no, optando por hacerlo.

—¿Estás bien?

La mirada del mayor lo hacia sentir indefenso, más no desprotegido.

—Ah, si. Solo un poco shockeado por lo que les sucedió a los Kang. ¿Quién le hace eso a una pareja de ancianos?

—Los coyotes. Los coyotes no les importa a quién lastiman mientras consigan lo que quieran. —respondió rápidamente, apartando sus ojos del omega, mirando un punto fijo, algo en la mirada de Hyunwoo cambió, sus ojos. Recordando.

Iba a replicar, pero fue tarde cuando nomas termino de hablar, ya había entrado a su casa el moreno, dejándole una gran intriga.

Su lobo se removió inquieto tan solo pensar que alguna vez los coyotes lastimaron a Hyunwoo. No lo sabia, pero ahora se lo preguntaba, y le asustaba saberlo.
















🐹 🐻











Hoseok, junto a la mayoría de los centinelas, estuvieron reunidos por casi tres horas, averiguando como fue que cuatro coyotes habían entrado a su territorio sin él saberlo, o los centinelas.

Los coyotes no habían entrado solos, alguien dentro los ayudo a entrar, ¿pero quién? ¿Quién fue el traidor que ayudó a esas bestias a poder entrar? Los coyotes fueron muy despreocupados al transformarse en su forma humana frente a la pareja, que antes de irse a descansar del suceso dieron sus descripciones de los sujetos. Cuatro coyotes, el que parecía ser el líder, estaba completamente tatuado un lado de su brazo y otros varios por su abdomen y espalda, sonreía como psicópata cada que vez que se acercaba a la pareja, el segundo, rubio de cabellos largos, cubriendo sus ojos, ese no habló en ningún momento, se tomaba las cosas con calma, el tercero era más pequeño que los otros tres, de cabello dorados y mirada tierna, fue quien ató a los viejitos, y por último, era el más alto de todo y su cabello de color rosado, sus ojos detonaban furia.

𝕋𝕣𝕒𝕧𝕚𝕖𝕤𝕠 𝕆𝕞𝕖𝕘𝕒 ||𝕊𝕙𝕠𝕨𝕂𝕚 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora