Herencia Mágica 💫 - (YiZhan)

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"Apellidos"

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Aquel día empezaba de manera normal...

Podía escuchar el sonido del despertador, pero igual que siempre lo ignoraba, no era que no iba a levantarse, pero necesitaba realizar su rutina al despertar. Y este empezaba pateando sus sabanas hasta que estas cayeran al suelo, lo siguiente era estirar sus piernas, sus brazos, tronar sus dedos y mover su cabeza de un lado al otro.

Su rutina era extraña, pero lo hacía desde niño y su cuerpo ya actuaba solo.

En ese momento un sonido lo hizo sentarse en su cama, era alguien tocando su puerta.

- ¡Mande! – grito aun sin abrir totalmente sus ojos

- Joven Zhan su madre lo llama a desayunar...

- Bajo en 5 – estiro su mano mostrando su palma

Sabía que nadie podía verlo, pero ese era el, un extraño muchacho.

Zhan se tallo los ojos con su mano, se levantó y alzando su playera pijama se rasco la barriga, una barriga plana y estilizada, la cual se eclipsaba con el tamaño de la ropa que usaba.

La playera del conjunto de su pijama era muy grande y el pantalón era largo y sin atenuar nada en su cuerpo.

Zhan corrió al baño y después de lavarse el rostro y cepillarse los dientes, cogió de su mesa de noche unos lentes cuadrados que le ayudaban a ver mejor, no hacía falta especificar que esos lentes arruinaban sus hermosos ojos.

Ahora que veía más claro todo, Zhan salió de su cuarto y sin correr bajo lo más rápido a la primera planta, al comedor para ser más específico, allí estaban sentados sus padres, sus hermanos mayores, Yanli y Zhuocheng, también estaban las gemelas de 17 años, vestidas igual y peinadas iguales.

- Siéntate – le dijo su padre

Zhan asintió y sentó al lado de Zhuocheng. Su hermano solo era mayor por un año, se llevaban como perro y gato, pero solo porque les gustaba molestarse, no porque se llevarán mal, Cheng era su defensor, siempre lo ayudaba y aunque sabían que era obvio se querían mucho, aunque no lo decían en voz alta.

- Desayunemos.

Y la comida mañanera paso de la misma manera que todos los días, en silencio, como a su padre le gustaba, se podría decir que su padre era un hombre demasiado serio y estricto, los modales, las tradiciones, como el mismo decía, debían recuperar la elegancia de la dinastía Jiang.

Vivir entre tanta rectitud, para un espíritu libre como Zhan había sido un martirio, pero se aguantaba, ya que sabía que había personas pasando peores cosas y si ponía sus "pesares" en una balanza, el quedaba como un niño rico que se quejaba de todo.

La familia Xiao, descendientes de la dinastía Jiang, descendientes del loto, pertenecientes a una de las 5 familias más grandes de china, herederos de una dinastía mágica, respetados y admirados.

Su padre Xiao Luao había heredado desde que se casara con su madre el patriarcado de la familia, no había sido el hermano mayor en su familia, pero el heredero original había renunciado a su apellido para casarse con una simple mortal, algo que su abuelo nunca le perdono. A diferencia de su padre que se había casado con la hija menor del clan Nie. Su madre la hermosa y dulce Zhiana, cosa extraña si eres descendiente del clan Nie, quizás él se parecía a su madre, tan distinto y único.

- Como saben – su padre había empezado a hablar y todos lo miraron atentos – la boda de su hermana será dentro unas semanas.

Su hermosa y angelical hermana Yanli, la primogénita de la familia Xiao, estaba comprometida a casarse con el heredero del clan Jin, un idiota pavo real, Zhan lo detestaba porque siempre andaba con la nariz alzada, creyéndose más de lo que valía, pero detestaba más que el idiota amara a su hermana, porque podrá ser muy idiota y todo, pero amaba a su hermana y lo había demostrado, aunque al principio su hermana había sufrido por su culpa, inclusive habían roto el compromiso, pero había pasado muchas cosas y ahora estaban comprometido nuevamente.