Herencia Mágica 💫 - (YiZhan)

✵ 07 ✵

"Euforia"

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Mengyao era el segundo hijo de la familia Cao, descendiente de el clan Jin. Este era un muchacho tranquilo, dulce e inteligente, y sabia del potencial de su inteligencia, pero a pesar de ser una buena persona, Mengyao sabia como engatusar a las personas, como manipularlas, raramente lo hacia.

Mengyao no se sentía amado por la que era su madre y eso era porque, aunque trataba de negárselo a si mismo, sabia que existía una verdad acerca de su nacimiento, verdad que esa misma mujer le gritara a la cara cuando tan solo tenia 12 años.

Siempre vivió marginado, aunque su hermano mayor lo amaba y su hermana menor lo adoraba, pero el siempre quiso mas, por eso se empeñaba en ser el primero, por su madre, por su padre, el cual, aunque sabía lo quería, lo ignoraba, como a todos sus hijos, los negocios siempre eran su prioridad, agrandar la fortuna de los Cao, darle mas honor al clan Jin.

El solo deseaba ser reconocido, admirado, pero a veces se cansaba.

- ¿Te sucede algo?

Yao levanto el rostro y vio al joven que estaba frente suyo.

Liu Huan, el nuevo bibliotecario de la universidad, lo conoció el día anterior cuando buscaba un par de libros para un trabajo, quedo flasheado con lo guapo que era, tenia una tez muy blanca, un cabello muy negro y ojos azul oscuro como si de un jade se tratara, si hubiera tenido que averiguar, podría decir que tenia cierto aire a los Lan, por unos segundos pensó que pertenecía a los Wang, los herederos del clan Lan, pero luego recordó que esa familia solo contaba con un heredero, Yibo, uno de los chicos mas populares de la universidad.

Demasiado parecido debía ser coincidencia o quizás Huan pertenecía a una de las tantas ramas de familia indirecta de los Lan, no podía preguntar, además seria raro explicar que era un obsesionado de las familias con herencia mágica y que por eso notaba perfectamente sus rasgos Lan en sus facciones.

- Solo pensaba – respondió Yao

- Me gustaría seguir ayudándote, pero tengo mucho trabajo acumulado

- No te preocupes, mas bien disculpa que te haya quitado tu tiempo

- No digas eso, fue un placer

Yao sonrió.

Aquel chico le gustaba mucho, aunque que sea un hombre era un problema, el mayor problema era que no tuviera herencia mágica, sus padres jamás aceptarían que el tuviera una relación así.

- Adiós

El muchacho de cabello negro se retiro a seguir acomodando los libros, dejando a Yao golpeándose por las tonterías que andaba pensando, recién conocía a ese chico y ya pensaba en relaciones, prohibiciones y amores en tragedia.

Primero debía conocerlo mas, si era cierto que le gustaba y mucho, pero no debería andar pensando a futuro, cuando ni siquiera sabia si aquel chico pensaba de alguna manera en el.

Por mas que quisiera, debía seguir haciendo su trabajo, o el profesor de marketing le pondría un cero mas grande que el planeta Júpiter.

Por su parte Huan disfrutaba de la compañía del muchacho y le parecía demasiado tierno, pero tenia ningún interés romántico hacia el. No pensaba en eso, tenia muchas cosas que hacer en aquel lugar y ni siquiera hubo empezado.

Aun debía buscar la manera de acercarse a Yibo, el hijo de su madrastra, aunque le gustaba pensar en ella como una madre, ya que siempre lo trato como un hijo, por eso debía ayudarla y ayudarse a si mismo. Debía restaurar la relación de Yibo con su madre y crear una relación entre Yibo y su persona, después de todo compartían un lazo que, aunque quisieran no podían romper.