...Y cuando nació la pequeña,
creció la bruja con ella. Una que
tenía en mente apoderarse de su
alma.
17 DE FEBRERO 2021
+Un fuerte dolor en el pecho de la chica le dolía y podía sentir como se extendía, sabía que pasaría algo por muy mínimo que fuera. Y sólo se podía preguntar «¿qué significaba eso? ¿porque ella? ¿que iba a pasar?» y un pavor le entró.
Era un ataque de pánico: aquellos que le daba cuando se sentía mal. Sobretodo, culpable. De cosas que ella no hizo, que no empezó pero anhelaba poder hacerlo.
Se empezaba a jalar mechones de su cabellera azabache, sentía calor. Se sentía en fuego hecha en llamas. No sabía si era por la presencia de Yael (para ponerlos al tanto, era su amor platónico) a metros de ella o que era.
No podía ser nervios.
Menos tristeza.
Era miedo.
Sentía que, extrañamente, por alguna razón de qué algo podía sucederle. A ella. Una sensación que no sentía desde el accidente que hubo en su casa. Las lágrimas le inundaron los ojos. Y si seguía así estaba más que seguro que parecería un animal.
Ella era fuerte, ¿no?. Eso se lo repetía su padre cada vez que pasaba algo que la podía corromper.
Y recordó las exactas palabras de su padre, su fuente de fortaleza. Por quien podía dar la vida al igual que por su madre (aunque no se llevase del todo bien con está última).
« Hija, te quiero mucho. Demasiado Angel, eres mi luz en los días y mi luna de las noches. Eres mi punto fuerte y el débil. Quiero que sepas que te voy a apoyar en todo, eres demasiado fuerte mi niña. » le dictó su padre. Lo sabía.
No hacía que se le dijese. Ella estaba segura de ello, sentía lo mismo por aquél señor y señora que la vieron crecer y cada paso que daba ahí estaban ellos.
Sostenían su mano en cualquier momento. Con firmeza. Una fuerza que nunca aflojaría un padre o una madre solo para ver a sus hijos, crecer sanos y fuertes.
Los padres te enseñaban las exactas herramientas que puedes utilizar en la vida. Te enseñan a ser fuerte. Te enseñan a no mostrarte débil cuando el enemigo está frente tuyo. Te enseñan a no dejar corromper tu alma.
Suspiró.
Podía con ese ataque de pánico.
El dueño de su corazón, Yael se acercó a ella, con una lentitud que la mataba o así lo percibía dentro de sí. —Hola bruja, ¿acaso acabó de presenciar que la bruja tuvo un ataque de pánico? —.le sonrió, cínicamente. —¿O acaso fingiste para probarme?
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THE WITCH ©
FantasíaLa inseguridad es una palabra compleja que impide a personas de ver sus virtudes pero hay muchos casos peores. La perfección es una segunda palabra que no nos puede describir. Sin embargo, esta si describía la vida de Angeline Jones quién tiene una...