Los horripilantes ojos de ManaChane miran a Luz Dary y está a punto de estamparle un golpe mortal cuando se escucha un alboroto de gritos de dolor, angustia y horror.
Las puertas del infierno se están abriendo y los pasos enérgicos y el sonido de arrastrar a cadenas pesadas se escuchan por toda la nave del lugar.
ManaChane gira su cabeza y es cuando ve a Agaliareth que se acerca con unos demonios mucho más grande y fuerte que él. Sabe que su tiempo se terminó. Porque lo encontraron con la gema prohibida del amo en sus manos. Pero tiene que avisarle antes que sea tarde para ellos y para su amo.
_ Agaliareth…._ trata de decir pero un golpe silencia al demonio que cae aparatosamente contra el piso y en la caída suelta a Luz Dary y esta cae muy cerca de Federico y este rápidamente se arrastra y toma de la mano y la vuelve a cubrir su desnudez porque cuando el demonio la había tomado para saborearla la desnudo totalmente _ Déjame hablar…_insistió el demonio caído pero otro golpe le asestaron en la cabeza haciéndolo callar. De sus heridas brotaba a lo que asemejaba sangre, pero solo era una sustancia negra y mal oliente.
_¡Maldito!_ Agaliareth expreso furioso. Las grandes patas que tenían eran muy pareida a las de un caballo y pateaba el piso por la furia que lo gobernaba. Le mostro los filosos dientes antes de continuar hablando. Sus ojos de fuego que parecían salidos de sus orbes lo miraron con odio _ ¿Cómo te atreves a tomar lo que es de mi amo?
Mientras hablaba el demonio que comandaba las legiones demoniacas lo golpeaba brutalmente.
Agaliareth miro furioso al sacerdote al pensar que él no había querido frenar aquel atropello contra su amo y se acercó lentamente para arremeter contra él.
_¿Por qué no se lo impediste? _ dijo mientras se le acercaba de manera amenazante dispuesto a córtalo por la mitad_ ¿Acaso ella también te gusta?
_Yo le dije que ella era la esposa de mi amo_ desde el suelo él le mostró la cara y los golpes _Mira me golpeo y no le importó lo que yo le decía_ miro al demonio que lo estaban torturando_ él solo quiere es su placer no le importa nuestro amo.
Agaliareth miro a ManaChane y con voz de mando grito.
_¡Destrúyanlo! _ la voz del demonio estaba cargada de odio.
Los demonios se miraron unos a otros y sonrieron comenzaron a devorar las carnes putrefactas de ManaChane que trataba de evitar aquel tormento.
_El amo esta por aparecer. No tenemos tiempo las huestes espirituales ha estado en batalla _ dijo Agaliareth _ al parecer los otros han siendo movilizados hacia este lugar para impedir la consagración del engendro al mundo.
Los otros eran los ángeles del Señor que estaba movilizándose por las oraciones de Luz Dary y de sus amigos. Estos había buscado una cantidad de creyentes y todos oraban unánime por la libertad y la protección de Luz Dary y del mismo sacerdote y para que todos los enemigos fueran destruidos.
Federico comprendió lo que eso significaba y dentro de él se iluminó la esperanza y sonriendo se levantó e hizo levantar a Luz Dary.
_Vamos no hay tiempo que perder_ dijo Federico y arrastraba a luz Dary y la hizo encadenar a la gran roca _traigan las mujeres _ le dijo a Alma que a duras penas podía caminar y Aníbal que ayudaba a Alma _Colóquenla en sus lugares respectivos_ sonrió feliz.
Trajeron a arrastras a las mujeres y las ataron de pies y mano a una a los pies y la otra a la cabeza de luz Dary.
La joven lloraba sin dejar de orar y mira con dolor como Federico estaba dispuesto de matarla.
_Te perdono, mi amor_ logro balbucear la joven_ te amo tanto.
Él la miro y sus ojos se opacaron por algo como el dolor.
_Yo también te amo, pero mi amo es mucho más importante_ dijo en voz alta.
Agaliareth al oírlo sonrió.
Los brujos mancillados y desnudos por estar en la orgia demoniaca se levantaron y comenzaron a rodear la gran mesa del ritual.
Los trece brujos a la izquierda y las trece brujas a la derecha. Alma a todos les estrego unos cáliz de madera que contenía el vino dulce a cada uno de ellos.
Federico recompuso su túnica negra y con el puñal en la mano izquierda comenzó el ritual.
Levanto la voz y bajo la mirada al altar y con voz fuerte comenzó a decir
_¡En el nombre de nuestro señor Satanás, excelentísimo amo!_ él decía y los demás repetían como si fuera una letanía.
_En el nombre del señor de la Tierra, Rey del Mundo, ordeno a las fuerzas de la oscuridad que viertan su poder infernal sobre esta ofrenda. Tu elegida._Rey de la tierra_ gritaban todos los presentes en coro. _Rey del mundo.
_Abrid las puertas del Infierno de par en par y salid del abismo para recibirme a esta mujer tu amada esposa y la ofrenda de su sangre para que dejes en ella al engendro que gobernará al mundo, tu mundo o excelentísimo señor _ gritaba Federico frenético.
Todos en ese momento acuchillaron a las dos mujeres que estaban encadenadas y bebieron la sangre de las víctimas.
_¡No! ¡Piedad!_ grita Luz Marina que en ese momento había vuelto hablar _él va a venir por ella y por él_ pero los filosos cuchillos no la dejaron seguir hablando.
Federico se mantenía con la cabeza abajo y con el puñal en la mano izquierda. Cuando todos volvieron a sus respectivos lugares miro a Luz Dary que estaba impávida ante aquella grotesca situación. Ella veía como todos los presentes se transformaban en seres perversos y malvados.
Cuando todos los brujos mayores tomaron sus lugares se escuchó un estruendo dando anuncio que el amo de las tinieblas estaba pronto por aparecer. Federico suspiro y miro con amor a Luz Dary y le sonrió.
_Yo hoy renuncio a Satanás y a todas sus obras _ y rápidamente tomo el cuchillo en la mano derecha y cortó su mano izquierda desde el tendón del dedo pulgar para que le impidiera sostener el puñal. Así el ritual no podría ser continuar.
Achaladon que venía llegando se petrifico al ver la acción del sacerdote negro y rápidamente lo golpeo para evitar que siguiera lastimándose.
_Mátalo_ grito Agaliareth al ver que el techo de tierra se abría sobre ellos y la luz de la luna entraba a través de él iluminado todo el lugar. La luz era muy brillante y a cada instante se hacía más y más poderosa y fue cuando comprendieron que no era la luz de la luna. Un millar de ángeles descendieron y en sus manos cada uno tenía una espada que era bañada por el fuego. Y comenzó una encarnizada lucha entre huestes espirituales. Los demonios eran cortados y al mismo tiempo se incendiaban por el roce del fuego de las espadas sagradas. Causando la muerte a muchos demonios entre esos.
Muchos brujos que trataron de escapar del juicio divino no lograron encontrar la salida porque el vino que Federico contenía un relajante que los aturdió haciendo que sus movimientos fueran lentos y torpes.
_Tráela_ dijo el demonio de las legiones _ mis legiones no pueden llegar a este lugar se lo están impidiendo. Los demonios superiores comenzaron a proferir unos ruidos escalofriantes.
Federico con su mano herida que brotaba sangre sin importarle abrió las cadenas que sujetaba a Luz Dary y le mostró un camino.
_Ve por ahí, te estarán esperando_ le dijo con el rostro agonizante de temor _Ve y no mires atrás.
_Federico no me dejes_ lloraba y suplicaba_ ven conmigo.
_Ve mi amor_ dijo con el rostro pálido por la pérdida de sangre que comenzaba a debilitarlo_ pídele a ese Dios que tanto crees que me perdone.
_Él ya te perdono, ven conmigo _ le suplico y jalándolo del brazo lo comenzó a llevar con ella.
Unas fuertes manos huesudas lo tomaron a él y lo apartaron de ella, aterrada veía como lo golpeaban con brutalidad.
_¡Por tu culpa maldito!_ golpeaba unos demonios a Federico _ nuestro amo no podrá encarnar en la mujer.
_¡Ella jamás será de él!_ dijo Federico en medio de la agonía. Sus ojos nunca dejaron de mirar a la joven que yacía impávida de terror en el suelo y con un último aliento de fuerza le grito_ Vete….vete.
Ella reacciono y se levantó y comenzó a correr.
Los demonios al ver a la joven que trataba de huir trataron de darle alcance pero una luz cerro el túnel encerrándolos a ellos en la gran cuerva y así la mujer pudo huir. Se giraron y se encaminaron a Federico que solo les sonreía.
_No podrás salir de esta_ sonrió con el rostro lleno de sangre_ el fracaso para su amo es la muerte o mueren en manos de los ángeles o mueren a manos de Satanás.
Agaliareth miro el lugar y pensó lo que el hombre que estaba ya casi muerto dijo.
_Entonces todos moriremos _ y al terminar de hablar todo el lugar se llenó de una potente luz que encendió a todos los demonios que aún permanecían en el lugar.
Luz Dary corría desnuda sin parar por un gran túnel por donde a ella la habían ingresado. No miro atrás porque sabía que si se detenía el sacrificio de Federico seria en vano. Corrió por su vida por mucho rato o eso fue lo que ella le pensó hasta que unas manos la detuvieron y ella gritando trataba de soltarse.
_Calma, calma soy yo….. Daniel_ dijo el joven que al verla correr despavorida comenzó a correr detrás de ella para detenerla.
Ella lo miro aterrada y con la garganta seca por la desazón y llorando lo miro.
_Oh Daniel, lo van a matar_ dijo ella en medio del llanto y la angustia.
Daniel rápidamente se quitó la camisa y cubrió la desnudes de la joven.
_Tranquila ya todo paso_ le decía mientras trataba de tranquilizarla_ todo acabo.Puedes seguirme en Instagram:
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Amor en tinieblas
Kinh dịLuz Dary una enfermera jefe, recién graduada es seleccionada en el mejor hospital de la ciudad, el Sun Strong Memorial Hospital, un hospital de prestigio con las mejores garantías salariales, siendo estas muy generosas y con alojamiento incluido...