Epílogo

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Todomatsu miró con algo de recelo el edificio que tenía enfrente, analizándolo y barriéndolo con una despectiva mirada. Era intolerable y bastante penoso el haber tenido que recurrir a ese tipo de lugares de forma provisional hasta que pudiera conseguir el dinero suficiente para mover sus cosas de casa de sus padres. A pesar de que su intención inicial había sido la de irse a vivir a casa de uno de sus amigos, su orgullo como persona y la constante molestia dentro de su cabeza le hicieron desistir de esa idea.

Todo por querer demostrarle al mundo que era un joven adulto que ya podía valerse por si mismo...

Y ahora se encontraba ahí, a punto de arrendar un departamento de mala muerte en el peor barrio que había visto nunca en su joven vida. Posiblemente estaba a punto de cometer el peor error de toda su vida, pero por desgracia ya no había marcha atrás, ya había llamado a la casera hace apenas unas horas y la cita ya estaba hecha. Ahora solo restaba esperar...

—Que poco profesionalismo el de esa mujer... —Refunfuñó con sus preciosos ojos rosados mirando con molestia todo a su alrededor, como si todo estuviera sucio o hecho de objetos desagradables. —Encima que tengo que esperarla mientras pierdo tiempo valioso, voy a llegar tarde a mi primera clase y hace mucho calor, ya nada podría arruinarme este día...

Y Todomatsu estaba seguro que así podría seguir todo el día, quejándose una y otra vez de lo que estaba pasando, cuando un suave maullido rompió la cadena de berrinches que el joven de vestimentas rosadas estaba teniendo...

—... ¿Un gato...? —Observó perplejo al pequeño felino que caminaba hacia su dirección, maullando alegremente mientras su larga y afelpada cola se meneaba de un lado al otro con gracia. —¿Estas perdido pequeño? ¿Vives aquí?

Y casi al instante se sintió estúpidamente ridículo al estarle haciendo preguntas a un animal como si éste fuese a responderle. Todomatsu bufó hastiado, sacando su teléfono del bolsillo de su pantalón para checar los mensajes de sus redes sociales, tal vez tratando de ignorar al adorable animal que ahora se sentaba a su lado como si estuviera tratando de hacerle compañía en su larga espera. A pesar de que al principio lo encontró sumamente extraño, la sensación y gestos del gatito terminaron por parecerle adorables.

Tampoco es que fuera muy fan de los animales, aun y con todo eso debía admitir que el gato ese tenía cierto aire encantador...

—De acuerdo, por lo que veo no tienes collar ni nada por el estilo, pero eso no significa que no tengas dueño... —Meditó unos momentos, viendo como a lo lejos se acercaba un automóvil muy viejo, seguramente el de la casera. —Si te quedas quieto aquí, cuando regrese supongo que puedo darte asilo por un par de días, hasta que pueda encontrar a tu cuidador...

Por respuesta, como si le hubiese entendido, el pequeño minino maulló dos veces...

***

Y hemos acabado!! Bueno, más o menos XD pero se entiende que Ichi Jason va a seguir destripando gente a diestra y siniestra...

Nos leemos en otras historias de Oso-San, espero que el Fandom no muera! Así que ahora a esperar por la tercera temporada y que llegue más inspiración para más historias.

Monsters are not only under your bedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora