𝟎𝟑𝟐

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Aline lanzó una linterna y una manta por la ventana, las cuales cayeron en el cesped del patio trasero de su casa. Finamente, ella con cuidado, bajó por la improvisada cuerda que había hecho con retazos de tela que había encontrado en un viejo baul de su casa.

Tomo la linterna y manta, caminó con precaución hacia el frente de su casa y finalmente cuando estuvo en la acera, corrió hacia el auto rojo que la esperaba.

-Dios, esta vez tardaste más de lo normal- Dijo Steve cuando ella se acomodó en el asiento del acompañante- ¿Qué sucedió?

-Cuando estaba bajando las telas por la ventana, el perro de la señora Fletcher comenzó a ladrar como un idiota.- Respondió ella- Tuve que esperar a que se callara.

-Lo bueno es que ya estas aquí.

Ella se acercó su rostro al de Steve y comenzaron a besarse.

-Te extrañé- Susurró ella.

-¿Cuanto llevas castigada? ¿Tres días?- Ella asintió

-Me arriesgo a otro castigo escapándome en la noche contigo y a que mi padre no me deje verte más, así que espero que valga la pena lo que debes mostrarme.

-Lo valdrá, confía en mi.

Steve condujo hasta las afueras de la ciudad. Llegaron hasta una colina, donde Steve se detuvo. Aline bajó con la linterna y la manta.

-Ilumina aquí- Pidió Steve desde la parte del maletero del auto. Aline encendió la linterna e iluminó. Steve sacó una canasta y una radio.

-¿Una radio? ¿Para que?

-Ya lo veras.

Aline extendió la manta no tan lejos del auto, mientras Steve colocaba la canasta en el suelo y comenzaba a sacar paquetes de papas y latas de coca-cola.

-Un picnic a la luz de las estrellas- Sonrió Aline- Me encanta.

Ambos se sentaron sobre las mantas y se acercaron para besarse; se besaron hasta cansarse y aun así seguían anhelando los labios del otro. Luego de separarse, comenzaron a abrir los paquetes de papas y a beber las latas de Coca. Hablaron de viejos recuerdos, de tonterías, se rieron de sus vecinos hasta cansarse.

-Oh, casi lo olvidaba- Dijo Steve- No quiero alentar tu vicio, pero como me lo pediste con ojos de cachorito.- De la canasta sacó un paquete de Marlboro y la chico chilló.

-Te amo- Dijo, tomando el paquete, para luego abrirlo y sacar un cigarrillo. Steve le extendió un mechero y ella encendió el cigarro- No es un vicio, es solo que me ayuda con el estrés- Habló ella, soltando el humo.

-Mientras no lo hagas seguido por mi está bien- Dijo él al mismo tiempo que tomaba un cigarrillo y lo encendía.

Steve llevó su mirada al cielo y sonrió.

-Es hora.

-¿De qué?- Preguntó ella confundida, mientras daba otra calada al cigarrillo. 

-Mira arriba.

Ella levantó la mirada y soltó una exclamación. Estrellas fugaces caían del cielo.

-Santo cielo....¡Es bellisimo!- Aline se levantó y observó fascinada las pequeñas y brillantes luces. Steve se levantó y entrelazó su mano con la de ella.

-Esperaba que te gustara.

-¡Es genial!- Aline arrojó el cigarrillo a un lado y se abrazó al abdomen de Steve. Él la rodeo con un brazo y dejaba un beso en su frente.

-Eso no es todo.

El camino hacia la radio. De su bolsillo sacó un casette y lo colocó. Apretó un botón y una suave melodía comenzó a sonar.

-¡Oh por Dios!- Chilló Aline- Es "I Can't Help Falling In Love" De Elvis.

El le extendió su mano. Aline la tomó. Steve la atrajo con fuerza y la rodeo por la cintura. Aline colocó sus manos en el cuello de Steve y comenzaron a moverse con lentitud, al compás de la música. 

-Te amo mucho, Steve- Dijo la chica- Creo que no puedes imaginar cuanto.

-Seguramente no tanto como yo te amo a ti.- Dijo el, besando los labios de la chica- Te amo, y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de ésta, te amaré también entonces.

Los ojos de Aline brillaron con ternura. Ella escondió su rostro en el cuello de Steve. El chico colocó su boca en el oído de ella y comenzó a cantar bajo la canción, logrando escalofríos en Aline, pero logrando que sonriera.

Se amaban tanto que con su amor lograrían derribar todas las estrellas que existieran en la galaxia. Y nada los iba a separar.



𝑆𝑡𝑒𝑣𝑒 𝐻𝑎𝑟𝑟𝑖𝑛𝑔𝑡𝑜𝑛 《𝑶𝒏𝒆 𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora