Rivales | sooshu

Capítulo 36

—¿Me lo juras? —preguntó por cuarta vez Miyeon mientras las cuatro iban al auto de Troy, estaban de camino a la escuela.

Ayer su madre, después de aquella visita de Soojin, había decidido que ya Shuhua podía asistir a la escuela. Pero la ojimarrón no era tonta. Sus padres querían que ella pasara el día con la castaña.

Ya su mamá le había dicho que aprobaba a Soojin. Eso la había hecho enrojecer, y más aun cuando pasaron toda la cena hablando sobre el buen gusto de Shuhua y sobre como Seo Soojin era un encanto. Pero en estos momentos ella les estaba contando a las chicas sobre la visita inesperada y el beso que habían compartido en la puerta.

—No bromeo. Ella, con sus propias piernas, vino ayer a mi casa —aseguró sonriendo, llevaba una camiseta blanca y holgada, para que su yeso estuviera cómodo.

—¿Y luego se besaron? —preguntó Yuqi sonriente, estaba feliz por su amiga.

—Ella misma fue la que me pidió el beso —dijo muy orgullosa y alzando la barbilla, casi se echó a reír al ver el rostro escandalizado de Miyeon.

—Dios mío, esto no es normal —dijo la rubia aún con las manos en el volante, sus ojos estaban bien abiertos—. Ahora nos dicen ustedes que las dos chicas más divas y crueles del colegio están amables y cursis —dijo refiriéndose a Yuqi y a Shuhua.

—Lo que hace el amor —tarareó Nora mientras se recostaba del asiento.

—Espera, habla por Soyeon... Soojin, ella aun no me ha dicho nada. Puede que sólo esté jugando —dijo Shuhua un poco dudosa, aunque algo en su pecho le decía que no era así.

—No pienses eso, Shu — Miyeon, intentando animar a su amiga—. Ella no parece...

—¡Pero saben cómo es ella, podría solo estar pasando por una etapa! —exclamó, ahora un poco alterada.

—Shuhua, ella... no creo que sea una etapa —sugirió Yuqi, intentando ver como decirle a su amiga lo obvio, pero con tacto.

—¿Y ustedes cómo lo saben?

—¿Estás de joda, verdad? —preguntó Nora, mirando a sus amigas como si fueran idiotas—. Es muy obvio lo que le sucede a Soojin.

—Pues venga, explica tú porque yo no sé —pidió Shuhua y Miyeon asintió con ella.

—Ella está igual o más enamorada que tú, Shuhua. ¿No te das cuenta? —preguntó, logrado que la ojimarrón abriera los ojos.

—¿Por qué dices eso? ¿Enamorada de quién? —preguntó con la voz cortada.

Yuqi y Nora se golpearon la frente por tanta lentitud de su amiga.

—Shuhua... ¿Eres idiota? —insinuó Yuqi, intentando no darle una cachetada.

—Está enamorada de ti, idiota. Ella se muere por ti. ¡Es muy obvia al igual que tú! —dijo Nora, soltando un suspiro y Yuqi asintió.

Shuhua parpadeó y sintió mariposas por todo el estómago. ¿Era cierto? Esperaba que fuera así, porque ya se había emocionado.

—¿De... de verdad? —preguntó, balbuceando.

—Por supuesto. Yo me di cuenta hace poco, pero está muy claro que esta igual de boba por ti que tú por ella —dijo Yuqi un poco feliz por la cara de asombro que tenía su amiga.

—¡¿No es broma?! —preguntó Miyeon también sorprendida, intentaba no quitar la vista del camino, pero la tentación era grande.

—Para nada —respondió Nora.

—¿Cuándo te diste cuenta? —preguntó la ojimarrón, debía saberlo.

—Desde hace dos años, aquel día en el cine —dijo divertida, recordando la cara de celos que había mostrado Soojin al verla con Shuhua.