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La vida de Harry siempre fue difícil.

Desde cachorro tuvo que aguantar las burlas de los demás alfas al no tener voz, era un chiste para la sociedad, un raro de su casta.

Su familia y él eran constantemente señalados por los demás, blancos de rumores donde señalaban a Harry como la decepción de los Styles.

La realidad era distinta.

Para Ethan era su orgullo, a muy temprana edad Harry aprendió el lenguaje signado, el niño rizado era el mejor de su clase, inteligente como su madre omega y amable como su padre alfa.

Pero en la pubertad las cosas se volvieron difíciles, como todo pre-adolescente Harry comenzaba a tomarle importancia las cosas que decían los demás, se sentía mal consigo mismo y con su lobo.

Eso cambió cuando conoció a un travieso omega de ojos azules.

A Louis no le importaba la mudez de Harry, lo único que quería era cortarle sus hermosos rizos para quedarselos.

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- ¡Por favoooor! - El omega pide, con la tijera en mano y una bolsa en la otra. Otro típico día - ¡Quiero tu cabello! ¡El mío no me gusta!.

Harry niega, firmando después - Tu cabello es bonito.

En estos meses de amistad Harry le había enseñado el lenguaje de señas, Louis puso todo de su parte para aprender rápido y poder entender al alfa.

Lo logró.

Louis hace un puchero, botando sus cosas - El tuyo es mejor - Firma al mismo tiempo que habla - Eres muy bonito.

Las mejillas del alfa se tiñeron de un tono rosado, el corazón de Harry late rápidamente dentro de su pecho - Gracias.

Louis sonríe - Cuando sea grande serás mi alfa.

El omega no pregunta, ordena.




Voz | Larry Stylinson | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora