Lluvia.

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Capítulo 28

Keana miraba a Lauren que se encontraba en la sala de espera con su celular, tenía una pequeña sonrisa y aquello le causó un poco de curiosidad y decidió acercarse a la joven de mirada esmeralda pues ya le había esperado bastante. Lauren siempre la acompañaba a sus terapias y le esperaba pacientemente, cada vez que salía de la oficina de su terapeuta no podía evitar sentirse feliz de tener ahí a la persona de la cual estaba enamorada esperándole, le hacía sentir acompañada en el proceso. Keana apenas llegó a su lado, Lauren guardó su celular rápidamente.

—¿Lista?

—Sí, debo ir a comprar mi medicamento, pero ya podremos ir a alguna parte.

—Uhm, la verdad es que hoy no puedo, tengo un compromiso y asumí que saldrías con Brad pues me dijiste que te había invitado a cenar.

—Pero le he cancelado por ti. —Lauren hizo una mueca. —Pero es mi culpa por asumir cosas. —Keana empezó a caminar a la salida siendo seguida rápidamente por la cubana.

—Keana, yo...

—No estoy enfadada, Lauren. —Los ojos pardos le reflejaban que era honesta. —Está bien.

—¿Estás segura?

—Sí, no puedo pedirte que te quedes cuando yo he sido la que te ha alejado todo este tiempo. —Keana tomó su mano entrelazando sus dedos sorprendiendo a Lauren, la castaña nunca antes lo había hecho desde que habían empezado la extraña relación que tenían desde el beso. —¿Al menos me puedes acompañar a la farmacia?

—Claro. —Lauren no sabía exactamente que sentir mientras camina a un lado de Keana, quien no había soltado su mano. —¿Cómo ha estado tu sesión hoy?

—Bien, me han dicho que he avanzado bastante.

—¿Qué es lo que usualmente hablan?

—Oh, son cosas confidenciales, Lauren. No tengo permitido decirlo. —Lauren le dio un pequeño empujón. —Solo de las preocupaciones que normalmente tengo, como la ansiedad al no poder beber o cuando veo un bar, esa clase de cosas. O como cada vez que siento miedo me comporto como una idiota para tratar de alejar a las personas que quiero para tener un justificativo para beber, como puedo terminar dañándote y por eso temo estar contigo, además del hecho de poder volver a decepcionar a mis padres. —Ambas detuvieron su paso y compartieron una mirada ante la confesión de la castaña. No era un tema que solieran tocar y para la chica de ojos verdes había sido una verdadera sorpresa, cuando conecto su mirada con los ojos pardos estos parecían temerosos de la respuesta que Lauren podía darle, pero ni Lauren sabía que responder en ese momento. —En fin, —Keana habló luego de un silencio que se había extendido demasiado. —vamos a la farmacia, no quiero ocupar más de tu tiempo, ya lo he hecho bastante. —Lauren se sintió mal cuando vio el ánimo de Keana caer ante no tener una respuesta de ella en ese momento. —Parece que se acerca el frío otoño nuevamente. —La castaña murmuró mirando el cielo gris de ese día, parecía que las lluvias volverían.

La chica de ojos verdes miraba su reflejo en el espejo del elevador aun pensado en Keana, era algo difícil de procesar, cuando por fin tenia aquello que tanto había deseado, no se sentía bien con ello. En vez de quedarse junto a aquella castaña de los ojos pardos, aquella chica que había robado su corazón desde el primer día en que se conocieron y quería bastante, había sido su sueño y cuando por fin la tenía, quizás no de la mejor forma, cuando parecía avanzar y tener una oportunidad para trabajarlo, se encontraba ahí, tocando la puerta de la empresaria.

—Por fin llegas. —Camila sonrió. —He comprado comida tailandesa, debiese llegar en un rato.

—Genial. —Lauren le correspondió la sonrisa y aunque Keana seguía en sus pensamientos, de pronto esos sentimientos de ansiedad se habían ido al ver a la empresaria. —¿Es normal que Shawn pase tanto tiempo fuera?

Amor a ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora