Amor a Contrato

Celos.

Capítulo 44

Camila miraba la vista de su antigua oficina, su padre no había quitado nada de ahí y le gustaba saber que siempre tendría un puesto al cual volver, aunque en el último tiempo se preguntaba si en realidad tenía un lugar al cual ir. Se había escapado de su madre y Shawn en medio del centro comercial en sus compras navideñas para irse a la oficina a adelantar trabajo mientras esperaba por Lauren, pues habían quedado para almorzar luego de que la menor volviera de la casa de una de sus amigas. A la castaña le causaba curiosidad el poder conocer a las amigas de la joven de ojos esmeraldas, ella en serio apenas hablaba de su vida en Miami, solo reconocía algunas caras por las fotos que se encontraban en la habitación de la joven en Chicago, ¿Qué tan mal podrían haber salido las cosas con su maestra?, esa era la constante duda que tenía Camila.

—Señorita Cabello, —Su antigua secretaria le llamó por la línea directa que tenían. —una mujer ha venido a verle, ella...

—Dile que pase. —La castaña dijo rápidamente y tomó su teléfono notando que Lauren no le había mandado su clásico mensaje avisándole que ya estaba cerca, era una manía de la joven el siempre avisar su llegada con tiempo. —Laur... —Camila se calló al ver entrar a la rubia que entraba con una gran sonrisa. —Briana.

—Hola, señorita Cabello. —La rubia cerró la puerta detrás de ella y se acercó lo suficientemente rápido para que Camila no reaccionara a tiempo cuando la mujer se sentó en sus piernas. —Escuché que había vuelto a la ciudad por unos días.

—Briana, no. —La empresaria la quitó de su regazo y se levantó rápidamente.

—No me has llamado desde hace meses, ¿Es que ya te aburriste de mí? —Briana la tomó de la camisa que llevaba la empresaria aquel día. —Nos solíamos divertir un montón juntas.

—Sí, lo hacíamos. —Camila le sonrió levemente, pero rápidamente borró los recuerdos que llegaron a su mente. —Pero, ya no podemos.

—¿Por qué?, ¿Por fin dejarás de serle infiel a tu esposo?

—Claro. —Camila desvió la mirada y alejó nuevamente a la rubia.

—Tú no harías eso. —La mujer soltó una risa mientras veía como la castaña caminaba al otro lado del escritorio. —Te conozco más de lo que crees, Camila. Tú ni siquiera quieres a Shawn.

—No sabes nada de mí.

—Quizás. Pero sí sé que no amas a alguien si te acuestas con modelos y mujeres de bares mientras tu esposo está de viaje. No seas aburrida, Camila.

—Briana, no.

—Me gusta cuando me alejas, te pones aún más sexi. Vamos a jugar un poco al menos.

—¡Ojitos! —Dinah recibió a Lauren apenas salió del ascensor sorprendiéndose un poco cuando la rubia le atrapó entre sus pechos como solía hacer. —¿Qué haces aquí?

—¿Qué me traería a este edificio y específicamente a este piso? —Lauren le dijo con una sonrisa divertida.

—¿Venias a verme?

—Vengo por Camila.

—Tú te lo pierdes. —Dinah provocó que la joven riera. —Vamos, te llevo a la oficina de Chancho, te puedes perder y quizás encontrarte con tu suegro.

—Gracias, Dinah. —La rubia le sonrió y le acompaño por los pasillos, Lauren se fijó que en gran mayoría eran más oficinas cerradas que zonas abiertas, supuso que era a causa de que era uno de los pisos más altos, por ende, estaban parte de los puestos más altos.