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(OMNISCIENTE)

El día era raro, el clima era cambiante y todos parecían estar... sileniciosos. Incluso en el desayuno apenas se escuchaban los murmuyos. 

A la hora del recreo, después de las tortuosas clases de la mañana, el pasillo estaba abarrotado de estudiantes, y por primera vez en todo el día los murmuyos eran altos y el ruido era constante. Hermione iba pasando y notó que algunas chicas la señalaban y la miraban con "cautela". Unas niñas de Slytherin la miraron mal, pero eso no le importó, siempre la miraban mal. Pero algunas de sus sus amigas en Gryffindor parecían estar asqueadas al verla pasar. Llegó a un punto donde todos los estudiantes estaban amontonados en un lado de la pared y la apuntaban con sorpresa. Ella pasó entre ellos a tropezones, quería saber qué pasaba.

"Draco Malfoy y Hermione Granger tienen un amorío" "se besaron a mitad del pasillo a mitad de la noche" 

La letra resaltaba en rojo y era tan grande que se podía leer a kilómetros de allí. Ella no pudo evitar sonrojarse, lo que no la dejó muy bien. Miró al rededor, todos la miraban, pero no fue el único blanco, Draco también quería saber qué pasaba y, al leer las frases, se sonrojó también. Hermione pensó por un segundo que él lo había escrito, pero estaba tan sorprendido como ella. Ninguno de los dos sabía qué hacer, se miraban nerviosos y temblando. 

Los alumnos comenzaron a mirarlos, a reírse, y algunos comenzaron a gritarse:

- ¡Bésense! ¡Bésense!

Había tanta gente que apenas se podía ver el techo. Entonces el círculo al rededor de ellos comenzó a cerrarse.

- ¡Bésense! ¡Bésense! ¡Bésense!- más voces se unieron a los gritos. Algunos los miraban sonriendo malvadamente, otros, bueno, más bien las chicas, la miraron incrédulas y enojadas. 

- ¡Beso! ¡Beso! ¡Beso!- Comenzaron a gritar algunos. Incluso los que ya estaban en su último año lo hacían. Hermione estaba asustada y su respiración comenzó a agitarse, sintió su corazón saliéndose de su pecho y estaba roja hasta las orejas. Draco también sentía miedo, el círculo se hacía cada vez más apretado y más voces se iban sumando. 

- ¡BESO! ¡BESO! ¡BESO!- el ambiente era abrumador para los dos, no sabían qué hacer. 

Al apretujarse y apretujarse, tuvieron que juntarse cada vez más. Estaban más rojos que los mismos tomates y era una situación muy estresante. ¿Dónde estaban los profesores cuando los necesitas? Temblaban tanto que no se les ocurría qué hacer, querían desaparecer mágicamente y no volver a ver la luz del día por siglos. Se miraron, ambos nerviosos, cada vez estaban más y más juntos...

Hermione pensó: "¿Dónde están Harry y Ron para defenderme? Son unos cobardes, cuando los necesito nunca están..." aunque sus voces internas estaban furiosas y confundidas, ella reflejaba otra cosa, reflejaba estar al borde del desmayo por los nervios que sentía. 

- ¡¡BESO!! ¡¡BESO!! ¡¡BESO!!- no podían evitarlo, les era difícil respirar por lo reducido que era el espacio... 

Se miraron a los ojos, sentían la respiración del otro, por un  omento sólo fueron ellos dos: nadie más existía y los gritos tampoco... pero el momento se arruinó, pues un chico los agarró de la nuca y les forzó el beso, sus frentes chocaron al igual que sus labios, ellos no podían respirar, perp el chico reía ante el beso. Los dos se sentían agitados y destrozados. 

Entonces, Draco le agarró la mano, la sacó de su nuca, subió su cabeza y lo golpeó en la cara. Un silencio sucumbió el pasillo, todos miraban atónitos. 

- ¡¿Cuál es tu problema imbécil?!- estalló Draco, el chico se frotó la cara y se levantó, con la nariz sangrando. - ¡Ojalá algún día a tí te arruinen tu primer beso también!- soltó sin pensar. El silencio fue mucho más profundo, Hermione estaba arrodillada en el piso sobándose la nuca, subió la mirada y sus ojos se encontraron. 

Ambos recordaron sus sueños, los besos, las sensaciones... se internaron en su propio mundo de nuevo. Pero Draco sintió tanta verguenza que las piernas le reaccionaron antes, salió corriendo, la multitud formaba un pasillo para dejarlo pasar.

Hermione quedó como el centro de atención, se levantó, con el corazón a mil por hora, tenía los ojos brillantes al igual que la piel, gracias al sudor. Miró rápidamente a su público y se dio cuenta que Harry y Ron lo habían visto todo. 

No le importó, aún podía ver a Draco al final del pasillo, sin pensarlo dos veces corrió tras él, ignorando las miradas. Aceleró pues él era bastante rápido. Lo alcanzó en el patio, jadeando, le tocó el hombro y él se dio vuelta sorprendido. 

- ¡Granger! - gritó - ¿Qué... Por qué me...

- Eh... no lo sé...- admitió ella - lo... lo que dijiste allá adentro... yo..

- Allí no pasó nada..- respondió él con una gota de sudor en la frente - y yo no dije nada, y tu no viste nada y tampoco escuchaste nada ¿entiendes?- dijo apresuradamente.

- ¿Oséa que...

- ¡Aléjate de mí Sangre Sucia!- gritó. Hermione no pudo contener las lágrimas, aunque se le mezclaban con el sudor, no intentó disimularlas. Draco sintió mariposas en el estómago mientras escuchaba los sollozos de la chica. Intentó mirar a otro lado pero Hermione fue la primera en salir corriendo. 

Pateó unas piedras y gruñó, soltó unos insultos y groserías. Se arrodilló en el pasto y se arrancó los pelos del enojo. 

...



Parece que a veces, las personas olvidan que los sueños se hacen realidad. 

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑵𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒐| 𝑫𝒓𝒂𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora