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(HERMOINE)

El profesor Snape y McGonagall discutían en el pasillo mientras Draco y yo esperábamos dentro de un aula vacía. El efecto de la poción se me estaba pasando y podía sentirlo, ya no sentía ganas de decir verdades que nadie me había preguntado. Draco estaba sentado y yo junto a él, tenía los brazos cruzados y el entrecejo fruncido, yo miraba a la pared escuchando la discución de nuestros profesores.

- Si me expulsan por esto... Es tu culpa, Granger- dijó gravemente, yo lo miré indignada pero me limité a bufar, no tenía ganas de pelear - si no me hubieses insultado nada de esto hubiera pasado... Es tú culpa- seguía sin mirarme y su cara estaba completamente diferente a como estaba hace diez minutos en el patio.

- ¿Mi culpa? ¿Insultarte? ¿Esas son tus excusas?- Le pregunté, él se acomodó en su asiento, y aún mirando al frente me dijo:

- No son excusas Granger, me dijiste a la cara que mis padres me despreciaban, me lo creo si viene de Potter, pero a tí de mal influenciaron...

- ¿Hiciste todo esto porque te insulté una vez? Harry te ha dicho cosas mucho peores de las que yo dije y tú no le has hecho nada.

- ¿Y qué voy a hacer? Es el favorito de todos, es el niño que vivió, es la estrella de todos los profesores y el favorito de Dumbledore... Escapó de el Señor Tenebroso cuando tenía un año, si lo toco, todos se acercan a defenderle, no me sorprende, sin su fama no sería nada...

- Que sepas que a Harry no le gusta toda esa "fama" como tú lo llamas...- hablé en voz baja - y sería la misma persona que es con o sin fama así que...¿De qué te ríes?- Él se enderezó y giró su cabeza hacia mí.

- Granger, cuando digo que das pena lo digo enserio, estás defendiendo a una persona que no se molestó en ayudarte cuando te hicimos beber esa poción a la fuerza, es más, Weasley te hizo una pregunta mientras Potter se te quedaba mirando, y ninguno de los dos dijo nada cuando llegó Snape, y tú ahí, como un perro fiel, defendiéndolos ante todo y nada... Como si fueran oro para tí. 

- Bueno... Quizá querían saber la verdad porque yo les mentí y...- Me atropellaba mientras hablaba porque aún no podía procesar sus palabras - y... ellos sólo...- Draco rió y volvió a mirar fijamente a la pared, en ese instante entraron ambos profesores, muy serios y mirándose constantemente.

- Ambos rcivirán un castigo... Fue lo más justo que acordamos- dijo la profesora McGonagall, no muy convencida, a ella le parecía injusto que también me castigaran a mí porque yo fui la "víctima" de todo este asunto, pero Snape piensa distinto. - Para recivir su castigo vendrán a las nueve en punto de la noche a esta misma sala, que es la única de la que podemos disponer para su castigo...

- Profesora, ¿En qué consistirá este castigo?- Pregunté.

- Eso lo sabrán cuando vengan... Severus- dijo mirándolo.

- Draco, debido a tu actitud lo más recomendable sería tu expulsión, pero claro no podemos dejar que los Malfoys nos abandonen tan temprano, por lo que te perdonamos esta vez, pero si vuelves a cometer algo parecido se te expulsará sin discución, y tendrás que venir a mi despacho a las ocho todos los días antes de tu castigo con Granger... Tendrás un "doble castigo"- dijo secamente. Draco se limitó a asentir, parecía no importarle estar al borde de la expulsión si lo volvían a pillar. 

- Pueden irse- dijo la profesora, nosotros nos fuimos sin chistar, él caminó hasta el patio y yo a la biblioteca, quería terminar mi lectura antes de la noche para asistir tempranamente al castigo. 

Harry y Ron se iban a poner furiosos cuando supieran que a mí también me castigaron... Pero no me importa mucho. 

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑵𝒐 𝑪𝒐𝒓𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒅𝒊𝒅𝒐| 𝑫𝒓𝒂𝒎𝒊𝒐𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora