WhatsApp Golddy/GoldFred #2 | PAUSA

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Caminaba tranquilamente por la calle, o tal vez; estaba camino a una cafetería donde quedo con Rosalba, pero tenía un raro presentimiento. Tal vez y solo tal vez de que alguien la estuviera siguiendo.

De un momento a otro detuvo su andar frente al parque a pocas cuadras de la cafetería.

– Vete antes de que lo vayas a lamentar, Samantha.

La vio salir de detrás de un arbusto junto a sus hermanos pequeños.

– Te daré una sola oportunidad de irte.

– Te dije que era mala idea y no quisiste escucharme –murmuró Giselle

– Escucha a tu hermana –habló Micaela– es la mas pequeña pero piensa cosas mas logicas que tú

– ¿Es un insulto o un halago? –penso en voz alta la pelinegra.

– No importa, el punto es que dejes de seguirme... ¡Vayanse! –habló Micaela empujando a la pelinegra–.

Sin más la pelinegra fue obligada por sus hermanos pequeños a irse.

La pelinegra soltó un suspiro mirando su reloj, se le hacia tarde por culpa de su loca prima, sin dudar empezó a correr rumbo a la cafetería.

Se detuvo frente respirando agitadamente, no era buena en deportes, se cansaba rápido al estar corriendo.

Una vez que se repuso entro a la cafetería buscando con la mirada a su pareja, no la encontraba, hasta que vio a alguien hacerle señas y comenzó a acercarse.

– Siempre eliges los lugares alejados –era su saludo con fingida molestia

La pelirroja no le dijo nada, a pesar del tiempo al parecer su pareja todavía no se acostumbraba a ello. Se quedaron en silencio unos momentos.

– Te llamé varias veces –le dijo la pelirroja iniciando la conversación.

– Pensé que ya sabías que me quedé sin celular

– Se me olvidó –la castaña rodaba los ojos ante la respuesta de la pelirroja mientras sonreía

– Pues trata de que no se te olvide

– Lo intentaré, no prometo nada –estuvieron en silencio hasta que la pelirroja volvió a hablar– tengo algo para ti

– ¿ah sí? ¿qué cosa? –le preguntó, sus ojos parecían brillar un poco

La pelirroja en su bolso buscaba algo, cuando lo encontró le dió una caja pequeña, la castaña lo abría mientras la otra guardaba las cosas que tuvo que sacar de su bolso.

– Pero, Rosa... –murmuró al ver lo que era–

– Un regalo es un regalo, o lo aceptas o lo aceptas, nada de devoluciones

Sabía que a ella no le gustaban cosas caras, la castaña en sus manos sujetaba el celular que su novia le había regalado.

– Tómalo como un regalo de cumpleaños

– Pero mi cumpleaños fue hace meses –com fingida molestia le reprochaba, claro en broma

Momentos después decidida pensaba que lo cuidaría bien ya que era un regalo de su novia.

– Gracias Rosa... –le sonrió dándole un beso en la mejilla, la pelirroja dejaba un pequeño beso en los labios de su novia, que desviaba la mirada

– No seas tímida –le decía con usa sonrisa burlona

La castaña con fingida molestia la miraba, poco después pedían algo para merendar esa tarde.

Hablaban de cosas triviales mientras comían, como la universidad, actividades y alguna que otra locura que hayan hecho en la preparatoria.

Las horas pasaban y era momento de despedirse

Ambas frente a casa de la castaña, está abrazaba a la pelirroja como no queriendo separarse de ella.

– Supongo que nos vemos mañana en la universidad –le dijo la castaña sin separarse del abrazo

– No, mañana no tengo clases. –le castaña se decepcionaba un poco– No te desanimes, vendré mañana como te lo prometí antes

Se separaba un poco la castaña para mirarla y asentía, recordando que ya habían quedado antes de que la pelirroja dormiría en su casa al día siguiente.

– Hasta mañana entonces

Con un beso se despedían volviendo a abrazarse.

Y aquí por fin el especial que había prometido wii (/._.)/