· Introducción ·

3.4K 115 11
                                    

Yo soy la típica chica de 14 años que se cree que tiene alguna oportunidad de conocer a sus ídolos. Lo verdaderamente triste es pensar que vas a tener alguna oportunidad con ellos; sí, eso lo hemos pensado todas, pero es imposible. A mí me encanta imaginar que un día les conozco y a ellos les caigo tan bien que nos hacemos amigos (y más que amigos)... ¿no sería increíble? Por desgracia eso no puede ser así, pero a mí hay una cosa que me molesta aún más que eso.

Para empezar yo nunca he tenido un ídolo, no sé si era porque al ser más pequeña no me interesaban estas cosas de seguir a un cantante o a un grupo, por su música y talento; o simplemente porque ellos todavía no habían llegado. Supongo que ya sabréis a quienes me refiero.

La primera vez que los vi fue en aquel famoso programa de Telecinco llamado 'La Voz Kids'. Y os pensareis pues claro, como todas. Pues no. Porque en aquel programa no me gustaban. Es más, me burlaba de cómo cantaban. Suena raro, pero no todas somos gemeliers desde el principio. Pasaron un par de meses, y por casualidad encontré un vídeo suyo. La canción se titulaba 'Lo mejor está por venir'. Decidí ver el vídeo. Para mi sorpresa aquellos gemelos ahora estaban más mayores y más guapos, porque claro, el programa fue grabado cuando ellos tenían 14 años. Me sorprendió bastante aquel vídeo y aquella canción, por no decir que me encantó. Así que decidí averiguar más cosas sobre ellos. Encontré su twitter y descubrí que ya tenían un montón de fans que se hacían llamar 'gemeliers'. Me gustaban los mensajes que publicaban, se nota que apreciaban a sus seguidores.

También descubrí que iban a sacar un disco. Eso yo no me lo podía creer, se habían hecho super famosos. Y por más que darle vueltas y vueltas, decidí comprármelo. No estaba segura de si me iban a gustar todas las canciones y seguro que después de unos meses ya me habría olvidado del disco. Pero no fue así. Era el primer disco en que me gustaron todas y cada una de las canciones. Solo tardé una semana en aprendérmelas. Y al poco tiempo descubrí que iban a hacer una firma de discos en Madrid. Yo contaba los días que quedaban para poder verles de cerca, en persona.

Pero aquel fue el día que tanto me cuesta olvidar. Mi madre me llevo con toda su ilusión al corte inglés de princesa, que tanto nos había costado encontrar. Me empecé a poner muy nerviosa, pero de una manera que no había experimentado nunca en mi vida. Ya estábamos en aquella planta llena de gemeliers. Había un montón de cola. Eso me agobió un poco, pero que mas daba, les iba a ver. Cuando encontramos el final de la cola un guarda nos empezó a decir que no se podía poner más gente porque habían cortado la cola. Primero creí que nos estaba tomando el pelo, pero venían niñas y más niñas y les decía lo mismo. Creo que se me paro el corazón durante un segundo. Yo no sabía si enfadarme o ponerme a llorar. Mi madre me intentó tranquilizar y consiguió, al menos, darle mi disco a una chica que estaba al principio de la cola, para que me consiguiera la firma de danisú. Lo único que pude hacer era conformarme viéndoles de lejos.

A partir de ese día me declaré a mi misma gemelier. Sabía que ahora sin ellos, nada volvería a ser lo mismo. Me dolió aquello. Tenía tan cerca la oportunidad de verles en persona, que según lo que me han contado, no tiene nada que ver con las fotos.

Cada mes iba creciendo como gemelier, yo lo sabía, y los de mi entorno se daban cuenta. Mi móvil lo único que tenía era fotos de ellos, llené mi habitación de posters y todos los días escuchaba su disco. Si, aquel disco firmado, no personalmente por ellos. Pero eso no me quitaba la sonrisa.

Llegó la época de los conciertos. Yo esperaba ansiosa a que vinieran a Madrid. Y eso hicieron. Mi madre me quiso regalar las entradas por mis buenas notas y por el hecho de que iba a ser mi primer concierto. Contaba los meses, semanas y días que quedaban para el concierto. Y al fin llegó. Fui con una amiga. Ese iba a ser uno de los mejores días de mi vida. Y así fue. Grité, canté, bailé y me emocioné con ese pedazo de concierto. Ellos iban guapísimos como siempre. Fue una noche mágica. Nunca la olvidaré.

Poco después de aquel concierto, sacaron la reedición del disco. Yo estaba super contenta porque iban a hacer mas firmas de discos. Mi segunda oportunidad de verles estaba cerca. Iban a hacer dos firmas en Madrid con Carrefour, una en noviembre y otra en diciembre. Yo iba a ir a la de diciembre porque conocíamos más esa zona. También sacaron un libro, con el que también se hacían firmas... pero no pude ir. Pero eso daba igual porque me enteré de que en las firmas de discos también te podían firmar el libro. Qué bonito sonaba todo. Iba a tener el libro y el disco firmados, y además les iba a poder ver.

¿Y cuál fue mi sorpresa? Que se canceló la firma de discos. Esta vez sí que me dolió bastante. El día que me enteré, estuve toda la mañana llorando. Era la segunda vez que había perdido la oportunidad de tener a mis niños cerca. Todas las chicas de mi grupo de gemeliers de whatsapp les habían visto ya, una, dos incluso tres veces.

Yo pensé que el destino no me iba a dar ninguna oportunidad más, o bueno, eso es lo que yo creía.

N/A: Todo esto es verdad. Puede que parezca una tontería, pero tenerles unos segundos cerca y poder hacerme una foto con ellos, es mi sueño.

A partir de lo siguiente que leáis ya es todo una historia que jamás sucederá, espero que os guste.

El trailer ha sido realizado por @EscritoraHipster. Gracias!

Todo llega © [GMLRS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora