Final +18

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Advertencia: Este capítulo contendrá escenas +18, si no te gusta este tipo de escenas por favor no lo leas. Y si vienes por eso... ADELANTE Y DISFRUTA <3


-Señor Policía -gimió Kevin. -Ya no más, ha salido mucho -advirtió.

-Solo un poco más -imploró el apuesto policía.

Ambos se habían despojado de sus ropas, bañados en sudor el policía sostenía a Kevin entre sus brazos.

-Ya no puedo más -chilló Kevin.

-Por favor.

- ¡Ya no puedo vomitar más! -gritó Kevin y aparto al policía de un empujón. -Ya me siento mejor.

Después de su hermosa cena ambos decidieron ir a beber un poco en un bar cercano a la casa de Kevin. Así fue como terminaron en el baño de su casa con Kevin expulsando todo lo que había comido sobre el policía.

-Iré a lavar esto -dijo el policía y salió al cuarto de lavado.

¿Cómo habían llegado a esto? Kevin recordaba muy poco, lo único que venía a su mente era la hermosa sonrisa del policía, la forma en la que su boca se movía a cada dulce palabra que salía de ella. Se abrazó a si mismo recordando como hace un momento en ese lugar habían estado los bien trabajados brazos del hombre del que se estaba enamorando.

"Déjame demostrártelo" Las palabras del policía resonaban en su mente aliviando el dolor.

Kevin se levantó con cautela y se miró en el espejo. Era un completo desastre. Se metió a la ducha tratando de no caer, recargó su espalda en las frías baldosas y deslizó hasta que su cuerpo quedo tirado.

- ¿Qué crees que haces, chico malo? -el policía apareció frente a él. Llevaba su traje de policía, el que usó cuando se conocieron, el agua comenzó a mojarlo y su ropa se adhirió a su cuerpo tentando a Kevin.

Kevin levantó los brazos y tomó por el cuello al policía y sin dudarlo lo besó. El policía tomó por el cabello a Kevin acercándolo mas a él, intensificando el beso. Kevin gimió debajo del policía provocando en ambos una reacción muy lasciva.

- ¿Kevin? -preguntó el policía mirándolo confundido. - ¿Kevin?

Kevin abrió los ojos y se encontró con el policía semidesnudo en el arco de la puerta del baño. ¡Lo había soñado! y ahora tenía un duro problema en su entrepierna.

- ¡No es lo que crees! -gritó Kevin cubriéndose. - ¡Es muy normal cuando un hombre bebe! -el policía miró con una media sonrisa al chico nervioso. - ¡No me mires así, solo déjame y lo arreglare!

- ¿No quieres ayuda? -preguntó sonriendo.

La boca de Kevin se abrió con asombro. ¿Ayuda?

- ¿De esta manera me demuestras cuanto te importo? -preguntó en tono burlón, aunque por dentro estaba muy decepcionado. - ¿Me utilizaras como ella?

-No -grito el policía. -Solo... creí... no debí decir eso.

-Hazlo -pidió Kevin, ¿Qué le dolía mas el corazón o la entrepierna?

El policía negó con la cabeza. -No lo haré de esta manera. No quiero que creas que solo te hare daño.

-Promételo, promete que no soy solo un mocoso para ti.

-No -comenzó el policía con ternura. -No eres solo un mocoso.

La tenue luz de la lámpara en la mesita de noche junto a la cama de Kevin era lo único que los acompañada. El eco de sus besos y gemidos que se escapaban de la boca de Kevin ante el tacto experto del policía era lo único que resonada.

El policía sabía que hacerlo con un chico era difícil, se necesitaba paciencia para no lastimar a su compañero. Comenzó con un dedo, después dos, pero Kevin seguía sin aceptarlo. El policía miró a los ojos a Kevin, verlo bajo suyo, indefenso y totalmente excitado le produjo una sensación que nunca había experimentado ¿Amor? ¿Deseo?

De un tirón puso a Kevin bocabajo, dejando totalmente expuesto su trasero frente a él.

-Así no -pidió Kevin.

-De esta manera no te lastimare.

Kevin sintió arder su cara de vergüenza.

Kevin ahogó sus gemidos contra la almohada cuando el policía entró en él. Después de un momento comenzó a embestirlo, pero era demasiado lento y Kevin deseaba más.

-Ya no duele -gimió Kevin. Miró por sobre su hombro al policía quien lo miraba con deseo. -Puedes hacerlo más rapi...

Antes de que pudiera terminar comenzó a embestirlo con fuerza. Lo tomó del cabello y tiró de él arqueándolo. Lo tomó de los brazos y tiró de ellos para poder llegar más profundo.

¡Sí! Eso era lo que Kevin deseaba. Era complaciente saber que el policía podía ser tierno y rudo, cambiando del uno al otro en un abrir y cerrar de ojos.

Los gemidos comenzaron a inundar el lugar, seguido del sonido de sus cuerpos chocando uno contra el otro.

-Terminare -gimió Kevin. El policía no lo había tocado por enfrente y aun así estaba por llegar al orgasmo.

-Yo igual -gimió el policía.

Con las respiraciones agitadas ambos se costaron en la cama de Kevin.

- ¿Quieres ser esto? -pregunto el policía.

Kevin lo miró confundido. - ¿Ser qué?

El policía lo miró a los ojos y sonrió. -Ser mío.

-Lo fui desde aquel abrazo.

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¡FIN!

Espacio para que me digan que les pareció.

Ojalá les haya gustado este pequeño Fanfic (que disfrute mucho haciendo). 



No eres sólo un mocoso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora