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puente.

El puente era un lugar bonito pero a la vez nostálgico, un lugar donde muchas parejas podían admirar las estrellas con total tranquilidad o personas sin esperezas hacia sí mismas sobre el futuro, y es que ese lugar había visto tantas vidas terminar o nuevas oportunidades dadas.

Y Horacio estaba en el puente.
Sentado en esos fríos fierros rojos, balanceando sus pies y con la mirada clavada en el asfalto de abajo, pensando en cuantas vidas habrá visto el puente terminar en cuestión de segundos.
Suspiro, no sentía nada, recordaba cuando subió aquí con Gustabo, recordaba el miedo que tenía de caerse y el cuidado que tenía al pisar, soltó una risa sin gracia, si hubiera sabido que su pilar iba a irse así de pronto se habría dejado caer.

La idea de terminar su vida sin dolor alguno sonaba tan refrescantes, ningún sentimiento de arrepentimiento, culpa, tristeza, enojo o confusión nunca más, tal vez podría tener su crestita tranquilo en otra vida donde nadie le juzgaria, en una donde tendría una familia estable y amorosa, ¿una vida mejor que la que tiene? Bueno, la idea general de desaparecer sonaba super bien, no tener que preocuparse de nadie y que nadie se preocupara de él, eso sería lo mejor.

Horacio, teniendo una botella de whiskey a su mano, tomó un poco antes de dejar caer la botella de vidrio, viendo con una pequeña sonrisa como explotaba en mil pedazos.
Ya no quería comerse los problemas, no ahora, no podia, se sentía incapaz de hacerlo sin su alma gemela que era Gustabo, la única persona que se quedó a su lado apesar de toda la mierda que vivieron juntos todos esos años de tristezas y alegría.

Se levantó de apoco, tratando de no caer por accidente y sacó su celular para enviar algunos mensajes, se había pasado un poco el el whiskey pero luego de tantos días de tomar sin parar para quitar sensaciones parece que desarrolló una resistencia algo descente al alcohol, entró a contactos y vio fijamente uno.

"PAPA"

Se quedó parado, dejando que el brilló del móvil le ciegue puesto que ahora no sabía muy bien que escribir para el tipo que consideraba un padre.
Abrió el chat y con unas manos temblorosas apesar de ser una noche cálida, escribió;

"Conway."

Y antes que continuará, ya le había contestado.

"Horacio, ¿donde cojones estas?"
"No entraste de turno hoy, mandame ubicación."
"Quiero hablar contigo."

Se quedó viendo el móvil sin expresión alguna, hizo una mueca de tristeza y sólo siguió escribiendo.

"creo que no se podrá"

"¿Cómo qué no?"
"¿Se te olvidó como usar el teléfono también?"

" no"
"no quiero que vengas conway."
"no ahora, no quiero que me veas"

"¿A que te refieres?"
"Solo mandame la puta ubicación Horacio."

"leame un minuto por fsvor"
"no puedo seguir conway, desde que gustabo se fue todo fue a peor yyo ys no sé wue mierda hver ¿vale?"
"siempre lo vi como un tío descuente apesar de todo, le temgo un respego y cariño enorme quiero que usted sepa eso, no se mwrece nada d esto"
"no se atreva a culparse de loqe me pase, esto es kiculpa"
"lo sienfo mucho papa"

Apagó el teléfono rápidamente, sintiendo las ganas de vomitar pasarle muy cerca y el hueco en su estómago aumentar, estaba llorando, no por él si no por el posible dolor que le cause al señor que ve y quiere como un padre, se secó rápidamente las lágrimas sintiendo como su celular vibraba contra su mano sin parar.
Miró la pantalla una vez estaba más tranquilo, fijándose en la llamada entrante.

puente. | Horacio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora