Ha transcurrido un milenio desde que Kain estableció su capital en las ruinas de los pilares de Nosgoth y comenzó su conquista del mundo. Su primer acto fue compartir su legado. Sumergiéndose en el mundo de los muertos Kain atrapo seis almas y así nacieron sus lugartenientes: Raziel, Turel, Dumah, Rahab, Zephon y Melchiah. A su vez ellos, que vivían a la penumbra del purgatorio, construyeron seis legiones de vampiros para saquear Nosgoth.
La destrucción de los grandes reinos humanos era inevitable. En cien años, la humanidad había sido completamente diezmada, aunque seguía habiendo algunos humanos salvajes esparcidos por la tierra, aferrados a su desesperada guerra santa para liberar Nosgoth de "la amenaza vampiro".
Después de la domesticación de los seres humanos, comenzó el trabajo real: conformar Nosgoth a su voluntad. Alrededor de los pilares, los esclavos construyeron un santuario digno de la nueva era, digno de dar su renacimiento. Se construyeron enormes hornos para lanzar humo en el cielo y que la tierra se protegiera de los efectos tóxicos del sol. Luego de que pasara un siglo los lugartenientes se reunían con su maestro para recibir nuevas órdenes y demostrar sus cambios evolutivos.
Raziel: Kain está deificado, los clanes comentan historias sobre él, pocos conocen la verdad. Una vez fue mortal, como todos nosotros. Sin embargo, su desprecio por la humanidad lo obligo a crearnos a mí y a mis hermanos.
Soy Raziel, el primogénito de sus lugartenientes, he servido a Kain durante un milenio, estuve junto a él y a mis hermanos en los albores del imperio. Juntos formamos las legiones que conquistaron Nosgoth.
El don continúo evolucionando, con el tiempo nos volvimos menos humanos y más, "divinos", Kain solía iniciar el estado de cambio para emerger con un nuevo don. Nuestra evolución tenía lugar algunos años después de la del amo, hasta que tuve el honor de adelantarme a mi señor.
Los vampiros iban madurando, sus cuerpos terrenales evolucionaban hacia una forma superior. Asumiendo los poderes de una nobleza, los dioses oscuros. Con cada cambio, los asuntos triviales de vampiro y hombre tenían menos interés.
Siempre era Kain el que debía cambiar primero. Después de que el maestro había experimentado un nuevo don, sus lugartenientes lo hacían una década después. Eso era todo, hasta que Raziel tuvo la audacia de evolucionar antes de su maestro. Él estaba dotado con alas. Y para su impertinencia, estaba maldito.
Raziel: Por aquella desobediencia recibí un nuevo tipo de recompensa.
La agonía.
Solo había un resultado posible, mi condenación eterna. Yo, Raziel, iba a sufrir el destino de los traidores y débiles, arder eternamente en las entrañas del lago de los muertos.
Kain le arranco los huesosde sus alas con sus propias manos y lo sentencio a ser arrojado al lago de los muertos, campo de ejecución para los traidores y débiles. Para ellos el contacto con el agua era una agonía, quemaba la carne como si fuera ácido. Sus hermanos lo arrastraron hasta el borde del abismo y bajo la orden de su maestro lo arrojaron para que pasara la eternidad en agonía.
Kain: Arrójenlo...
Raziel: Caí ardiendo en el fuego candente, hundiéndome en las profundidades del abismo. Un dolor indescriptible, una agonía incesante. El tiempo se había detenido. Solo quedaba la tortura y un odio enfermizo hacia la hipocresía que me condenaba a este infierno.
Transcurrió una eternidad y mi tormento cambio, rescatándome del precipicio de la locura, la caída me había destruido, pero... ¡estaba vivo!
Paso el tiempo y Raziel inconsciente se perdía en el fondo del abismo. Pero sabía que no era el fin de la caída y en el dolor de su tortura escucho una voz, lo primero que pensó fue que simplemente eran los ecos de su propia mente torturada, pero comenzó a comprender que era algo más primario. Algo enojado. Algo justo. Algo antiguo.
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Legacy Of Kain Soul Reaver
Science FictionTranscripción del videojuego Legacy of Kain Soul Reaver. En esta historia encarnamos a Raziel, uno de los 6 vampiros creados por Kain, el cual le había servido por milenios pero luego de superar a su creador es condenado a sufrir por la eternidad de...