XX. ENFRENTAMIENTO FINAL

25 1 0
                                    

El final del camino, Raziel había llegado hasta la entrada a la cámara del cronoplasto, una de las antiguas maquinas que Moebius utilizaba para viajar en el tiempo, todos los sucesos ocurridos conducían a este momento, el final del camino, detrás de estas puertas se encontraba Kain. Raziel abrió la gigantesca puerta y entro a la cámara ahí se encontró por fin cara a cara con su antiguo maestro.

Kain: ¡Por fin! Debo decir que me decepciona tu actuación. Imagine que llegarías antes. Dime, ¿Tuviste problemas para eliminar a tus hermanos?

Raziel: ¿Los tuviste tú al arrojarme al abismo?

Kain: No. Tenía fe en ti. En tu capacidad de odio. En tu santurrona indignación.

Raziel: Mientes. No has podido prever todo esto.

Kain: La eternidad es implacable, Raziel.

Cuando me adentre por primera vez en esta cámara hace siglos, no comprendía el verdadero poder del conocimiento. Conocer el futuro, Raziel. Ver sus caminos y vicisitudes dirigiéndose al infinito. Como hombre, nunca habría poseído estas verdades prohibidas.

Pero cada uno de nosotros es mucho más de lo que era antes. Si echas un vistazo más allá de lo posible, ¿No crees de todo corazón que nos hemos convertido casi en dios? ¿Y cómo tales, no somos indivisibles? Mientras quede uno de nosotros, seremos una legión.

Esta es la razón por la que debo arrojar a mis hijos al vacío. Puedo hacerlo con el corazón tranquilo.

Raziel: Muy poético, Kain, pero en definitiva solo intentas dar una explicación a tus crímenes.

Kain: Estas cámaras ofrecen una revelación a aquellos con paciencia para mirar dentro. Tus prisas por encontrarme no te han dejado mirar profundamente.

Nuestro futuro está predestinado. Moebius me enseño el mío hace siglos. Cada uno desempeña el papel que el destino le ha escrito. Nos desplazamos irremisiblemente por caminos preconcebidos. El libre albedrio es una ilusión.

Raziel: He estado en la tumba de los Sárafan, Kain. Se ha revelado tu oscuro secreto ¿Cómo pudiste convertir a un sacerdote Sárafan en vampiro?

Kain: Cómo no iba a poder. Uno debe tener cerca a sus amigos, Raziel. Y a sus enemigos aún más cerca.

¿Puedes captar la absurda belleza de la paradoja? Somos iguales. Sárafan y vampiro. Las mismas guerras santas. La misma obsesión por dominar Nosgoth. ¿Quién mejor para servirme que aquellos cuya pasión transciende toda noción del bien y del mal?

Raziel: No aplaudiré tu inteligente blasfemia. Los Sárafan eran salvadores que defendían Nosgoth de la corrupción que representamos. Tengo los ojos abiertos, Kain. No veo rastro de nobleza al infierno al que sometiste a mi cadáver.

Kain: Puedes haber descubierto tu pasado, pero no sabes nada de él. ¿Crees que los Sárafan eran nobles y altruistas?-rié- No seas cretino, aspiraban a lo mismo que nosotros.

Raziel: Deambulas por un laberinto de relativismo moral, Kain. Todos estos fantasmas. Todos estos presagios ¿A qué juegas?

Kain: El destino es como un juego ¿No? Y ahora esperas mi último movimiento.

Kain lo ataco y comenzaron a luchar pero la batalla estaba pareja hasta el momento en el que Raziel logro herirlo, luego de este acto él se acercó hasta los controles de la máquina y utilizando su propio poder hizo que la primera fase de la maquina comenzara a andar, una parte del techo de la cámara comenzó a girar, Kain se alejó y empezó a atacarlo lanzándole rayos de energía con sus manos, aunque Raziel logro esquivar sus ataques y herirlo nuevamente, Kain se acercó al segundo control de la máquina y lo activo, toda la parte superior de la cámara estaba ahora girando parecía que todo estaba planeado cada golpe que Raziel acertaba sobre Kain hacia que este tuviera energía para encender un interruptor más de la máquina, volvió a alejarse aún más y esta vez a Raziel se le dificulto esquivar sus ataques pero en un momento de descuido pudo alcanzarlo y utilizando la Segadora logro dañarlo gravemente pero como ya había sucedido antes hizo que él subiera y activara el tercer control de la máquina. Todo comenzó a girar a su alrededor, el techo de la cámara había alineado todos los fragmentos y comenzó a lanzar rayos, en ese momento el portal que había en lo alto de la cámara comenzó a brillar y a abrir un vórtice en él, Kain se transportó frente a él y dijo las últimas palabras a Raziel.

Kain: Casi me vences, Raziel, pero la cosa no termina ni así, ni aquí. El destino promete más encuentros antes de que el telón caiga definitivamente -rié-.

Kain se metió al vórtice desapareciendo en el umbral, Raziel se acercó al portal con la intención de perseguirlo, pero antes de que entrara el Dios Antiguo le hizo una advertencia.

Dios Antiguo: Ten precaución, Raziel. Una vez que cruces este umbral estarás más allá de mi influencia.

Legacy Of Kain Soul ReaverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora