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Un nuevo día comenzaba, y Jin se levantaba de su cama, ya había pasado más de un mes desde que había regresado a su antiguo hogar y la verdad es que los días eran bastante tranquilos, a diferencia de su escuela las mañanas eran muy agradables, podías ver a todo tipo de personas paseando por las calles, en la zona residencial donde el vive podías ver a los vecinos, todos tranquilos y uno que otro niño de camino a la escuela, se hizo una fama de doctor hogareño rápidamente y de vez en cuando daba consultas en su hogar, ahora mismo se estaba preparando para ir ao hospital cuando su teléfono comenzó a vibrar.
Jin: ¿Bueno?
Doc Jirafa: Qué bueno que respondes, necesito que llegues aquí lo más pronto posible, tenemos que hacer una operación a corazón abierto de emergencia.
Jin no espero más y corrió hacia el hospital, se molestaba por el hecho de no tener los suficientes ahorros para poder comprar un carro, la mudanza fue muy costosa y más de la mitad de sus ahorros se fueron con ella pero podía seguir viviendo bien, estas eran las situaciones que lo mortificaban.
Al llegar al hospital se puso el equipo rápidamente con ayuda de otros enfermeros y entró a la sala listo para comenzar la operación.
Está duro un par de horas era de un niño yena, bueno niño/niña yena ya saben eso de elegir su sexo después y cosas extrañas.
Al terminar la operación Jin suspiro del alivio, por poco y no lo lograban.
Jin: ¿Alguien sabe por qué se puso así?
Doc mono: Los familiares dicen que tiene una extraña enfermedad en la que su corazón no bombea la sangre con suficiente fuerza.
Jin: Por eso el marcapasos, para que no importa que pase si es que llega a detenerse este se active.
Doc mono: Exacto.
Jin: Aún es muy joven.
Doc mono: Si, pero te toca hablar con los familiares.
Jin: Bien.
Jin salió de la sala y nombró a los familiares un par de veces aunque nadie respondió.
Jin: Qué raro.
Yena: Espera aquí estoy.
Jin: ¿Usted es?
Yena: Tía del niño, ¿como esta?
La yena estaba agachada, al parecer venía corriendo un maraton o algo así por lo cual no pudo ver su rostro.
Jin: Lo mejor sería ver a sus padres, aunque en caso de que sea la que se encarga de él.
Yena: Por ahora si, sus padres salieron a un viaje de negocios.
Yena levantó la mirada y miro fijamente unos segundos a Jin.
Jin: Bueno si ese es el caso, el está estable ya está fuera de peligro, lo ideal será que se quede internado unos días para monitorearlo como se debe.
Yena: Si eso es lo que dice esta bien, ¿puedo saber su nombre?
Jin: Ah soy Jin Mazama y seré el doctor a cargo de su sobrino.
Yena: Mazama... ¿Mazama? Recuerdo ese apellido de algún lugar.
Yena comenzó a imaginar distintas personas pero ninguna encajaba hasta que recordó al grupo de preparatoria, era identico ¿como no se ha si dado cuenta?
Yena: ¿¡Tu eres el chimpancé que siempre nos gritaba en el club?!
Jin: Disculpa pero no se de que me hablas, y estas armando un alboroto.
Todos los animales estaban mirando junto a otras personas.
Yena: No te hagas el tonto, soy Yena.
Jin lo pensó unos segundos igualmente hasta que recordó, no podía creerlo, seguía teniendo la vestimenta de un hombre ya que tenía un traje formal negro pero tenía el cuerpo de una mujer.
Jin: ¿Decidiste ser mujer?
Yena: ¿Algún problema? Me di cuenta que eso de ser macho tenía muchos problemas, además entendí que no necesitas ser un macho para demostrar que eres fuerte y capaz.
Jin: Vaya, la verdad que el tiempo te sentí muy bien.
Tena lo miró seria y este se alejo un poco.
Yena: No te voy a hacer nada, la verdad estoy sorprendida de que ahora seas un doctor.
Jin: Si muchas cosas pasaron desde que me fui, aprendí a no odiarlos.
Yena: Eso ya es mucho, ¿puedo pasar a verlo?
Jin: Bueno la anestesia todavía no pasa por lo cual esta dormido, pero seguro.
Yena entró a la sala donde se encontraba su sobrino y dio un suspiro de alivio.
Yena: ¿Y bien no piensas decir algo?
Jin: Ahm sobre el no, por ahora no.
Yena: No me refiero a eso idiota, ¿no nos extrañas?
Jin recordó varios momentos junto a sus amigos y después miró a Yena.
Jin: Si, ¿y que pasó con los demás?
Yena: Cada quien siguió su camino, la loba dijo que te encontraría sea donde sea que estuvieras y emprendió un viaje junto a su familia o manada, o como sea que le diga.
Jin: Ya veo, supongo que fue algo difícil para ella.
Yena: Si lo fue, ¿y como te fue a ti?
Jin: Bueno fui recuperándome poco a poco después de todo, tuve que hacer ejercicios para poder volver a caminar y tengo una dieta algo estricta.
Yena: Oh ¿crees poder ganarme en alguna prueba física?
Jin: Tal vez.
Ambos siguieron hablando durante un buen tiempo hasta que despertó el paciente.
Jin: ¿Cómo te sientes?
Niño: Bien, aunque me duele el pecho. Jin: Si es parte de la operación pero tranquilo, te unyectaremos algunos medicamentos y no sentirás el dolor.
Jin busco una aguja en su cajón hasta que la encontró.
Yena: ¿¡Estas loco?!
Jin: ¿Qué?
La aguja era enorme, incluso asustaria a un elefante o gorila sin problemas, el pobre niño sólo abrazaba a su tía.
Yena: No vas a inyectarlo con esa cosa.
Jin: Obviamente no pondré toda la aguja, pero es necesaria para que pueda pasar su fuerte pelaje además que no vaya a raspar y dañarlo, la verdad lo sentirá como una inyección normal.
Yena: ¿Seguro?
Jin: Si, si quieres puedes abrazarlo para que no tenga miedo.
Yena abrazo a su sobrino y este apretó los hombros de su tía.
Jin: Bien ya quedo.
Ambos: ¿Qué?
Jin: Te dije que no dolería, es mas por el miedo a las agujas, ustedes tiene una piel muy resistente por lo cual una inyección es como un simple mosquito, ¿lo sentiste?
Niño: No, nada en absoluto.
Jin: Bien se que no me eh presentado pero soy Jin Mazama y seré tu doctor por el tiempo que estés aquí, un gusto.
Yen: Soy Yen, u-un gusto.
A diferencia de su tía en la escuela el niño era bastante tímido, Jin sonrió y estuvo conversando mediante el teléfono con los padres de Yen gracias a Yena.
Yena: Nos vemos luego, si me haré cargo de el además esta en manos de un buen doctor, o es lo que me dijeron.
Yena colgó y Jin siguió atendiendo a otros pacientes.
Yena: Lo siento pero debo ir a trabajar, ya sabes que eso de promocionar una empresa es difícil.
Yen: Claro tía, ¿vendrás más tarde?
Yena: Claro que sí vendré en la noche.
Jin: Antes de que te vayas, ¿podemos hablar un momento?
Yena: Claro.
Yena salió del cuarto y miró a Jin.
Yena: Soy toda oídos.
Jin: No se si lo sepas pero hay horarios de visita para ver a un paciente, no puedes venir y entrar simplemente a la hora que se te de la gana.
Yena: Soy su tía.
Jin: Aunque fuera su madre, debes respetar el protocolo.
Yena: Ahg, ¿cuántas veces puedo venir a verlo?
Jin: Una en la mañana y otra en la tarde, 1 hora de tiempo tienen.
Yena: ¿Solo para mí cierto?
Jin: Por desgracia no, si alguien más viene a ver al chico te llamaremos para que nos des la autorización de que es un conocido, un amigo o algo por el estilo y estará contando el tiempo, en la mañana es de 9:00 a 10:00 y en la tarde de 5:00 a 6:00. Además si no vienes en esas horas no podrás entrar a verlo.
Yena: Es una molestia todo eso de los horarios, ¿no puedes ayudarme?
Jin: Lo siento pero no por desgracia somos muy estrictos con el horario de visitas, tratamos de no mover mucho las revisiones y tratamientos para que haya un buen balance y recuperación.
Yena: Si ese es el caso te lo encargo durante el tiempo que no esté, sus padres llegarán en unos días, ¿crees que para cuando lleguen este bien?
Jin: Esta bien, pero va a seguir internado mínimo 3 semanas, estamos hablando de un problema cardíaco en un niño, debemos darle un buen seguimiento para evitar futuros problemas.
Yena: Hablas como todo un doctor, me alegra tener alguien de confianza en todo este lugar.
Jin: Bueno, dicho esto me retiro debo atender más personas, aunque fue un gusto verte espero volver a hacerlo.
Jin camino rápidamente al escuchar como lo llamaban por un micrófono y Yena miraba como se iba.
Yena: Cambio mucho, ya no es una molestia de tipo.
Jin estuvo tratando todo el día con pacientes hasta que llegó la noche.
Doc Jirafa: Te toca hacer guardia hoy.
Jin: ¿En serio? Creí que era mañana.
Doc Jirafa: ¿Tienes un compromiso?
Jin: No pero es que pensé que dormiría en mi cama.
Doc Jirafa: Ya sabes, revisa la primera y segunda planta, como siempre estará el personal médico nocturno y unos internos apoyandote. Jin se quedó deambulando toda la noche como era su deber checando a los pacientes, mientras estaba revisando la presión arterial de uno escucho a una enfermera discutiendo muy a lo lejos.
Enfermera: ¡No puede llevársela!
Encapuchado: ¡Es mi hija!
El encapuchado le dio un golpe a la mujer y salió corriendo del hospital, Jin corrió lo más rápido que pudo y ayudo a la enfermera.
Enfermera: Se llevó a la niña topo.
Jin: Es la que tiene neumonia y no puede respirar sin su aparato.
Jin salió del hospital corriendo a toda velocidad siguiendo al hombre que estaba unas calles adelantado.
Jin: ¡Oiga deténgase la esta matando!
Encapuchado: ¡Sus máquinas son la que la están matando!
Jin siguió corriendo unas cuantas calles más acercándose al hombre ya que a pesar de ser rápido se veía muy cansado, al estar apuntó de atravesar la carretera un carro pasó frente al encapuchado de tendiendo lo y Jin aprovecho para taclearlo sin lastimar a la niña.
Jin la sujeto en sus brazos y sacó de su bata un pequeño tubo que usaban las personas asmáticas.
Jin: Mínimo con esto podrá respirar unos 2 minutos, espero y su cerebro no esté dañado por la falta de aire. El encapuchado se levantó pero la policía llegó debido a vecinos que habían reportado la persecución.
Jin: Lleveme al hospital ahora.
Policía: Seguro suba.
Jin fue llevado al hospital y rápidamente conecto a la menor con ayuda de el personal médico, lograron estabilizar la y por suerte no había sufrido mucho, la falta de aire no le causó ningún problema grave y Jin se recostó en el suelo recargando su espalda con la pared.
Enfermera: Esta bien.
Jin: Fue la descarga de adrenalina, no había corrido tanto desde hace mucho tiempo.
Enfermera: ¿Hasta donde lo persiguió?
Jin: Hasta la carretera.
Enfermera: Eso es mucha distancia, debió ir demasiado rápido, no todos los humanos pueden tener ese ritmo.
Jin: Y no lo tengo, normalmente solo le doy unas cuantas vueltas al parque de mi casa y hago otros ejercicios pero me sirvió de algo la adrenalina.
Jin fue a una de las máquinas expendedoras que había en el hospital y compró una botella de agua, la bebió casi al completo pero dejó un poco para las tarde.
Se sentó a mirar la tele y se sorprendió de verlo allí.
Presentador: Y en boticas de último minuto, un humano identificado como el doctor Jin Mazama de nuestro hospital general de la ciudad salió en persecución de un tejon macho el cual había secuestrado a una niña del mismo hospital, por un lado esto nos deja ver las medidas de seguridad que hay por las noches pero por otra parte muestra lo comprometido que está parte del personal con sus pacientes, pues recorrieron una gran cantidad de kilómetros, para un tejon algo un poco fuera de lo común pero para un humano es sorprendente, seguiremos informando más tarde.
Jin: Espero y no haga mucho revuelo mañana.
Jin procedió a hacer su trabajo y eventualmente llegó la mañana, se despidió de todos y fue a su casa a descansar, apenas llego se tiro al sofá y se quédo dormido, varias horas después su teléfono no paraba de vibrar hasta que contestó la llamada.
Jin: ¿Bueno?
Yena: Te estuve llamando como 10 veces ¿dónde estás?
Jin: En mi casa.
Yena: ¿No debería estar en el hospital cuidando a Yen?
Jin: Hoy es mi día libre y lo uso para descansar, tengo un gran amor hacia mi trabajo pero no es como que simplemente me la pase en el hospital las 24 horas del día los 7 días de la semana también debo descansar, pero descuida mis compañeros son muy buenos en lo que hacen.
Yena: Esta bien comprendo todos merecemos nuestros descanso lo siento solo le precipite, ¿y como estas?
Jin: Bien aunque no eh comido nada, ¿que horas son?
Yena: Podrías revisarlo en tu teléfono pero son las 6:00 acabo de salir de ver a Yen.
Jin: ¿Y como esta?
Jin camino hacia el refrigerador y sacó unas verduras y un pedazo de pollo, y se puso manos a la obra.
Jin: ¿En serio?
Yena: ¿Estas escuchando?
Jin: Si pero me estoy haciendo de comer, no eh comido desde ayer en la tarde sabrás disculparme.
Yena: ¿Oye y te has topado con alguien más?
Jin: Por ahora no todo ha estado tranquilo.
Yena: Ya veo... Necesito pedirte un favor.
Jin: Si puedo hacerlo cuenta conmigo.
Yena: Es sobre Kurumi.
Jin dejo de cocinar y puso atención al teléfono.
Jin: ¿Ahora que paso?
Yena: No es algo que pueda afirmar pero según las malas lenguas ella engaña hombres creyendo que tendrá noches de pasión con ella para pagar unas deudas que tiene, esta en un sector muy peligroso de la ciudad.
Jin: ¿De quién lo escuchaste?
Yena: Tengo una amiga policia.
Jin: ¿Me mandarías la dirección?
Yena: Claro, y verifica que no haya hecho nada tonto de mi parte. Hasta pronto.
Jin suspiro y siguió cocinado, al terminar se dispuso a comer cuando le llegó el mensaje de la zona a la que se refería, terminó de comer y se dio una ducha para después ir al lugar.
Jin: ¿Es este lugar?
Era un mosto de mala muerte, se podía ver una que otra ventana rita y unos cuantos grafitis en la entrada, además que los demás locales como bares o incluso casas no daban muy buena pinta.
Jin: Bien.
Jin entró y lo recibió un león alto.
Gerente: ¿Viene por un cuarto?
Jin: Ahm quiero contratar a la gata Diosa de ¿los deseos eroticos?
Gerente: Serían 5000 yenes.
Jin pago la cantidad y el león verifico que fuera dinero real.
Leon: Segundo piso cuarto 110, tome la llave.
Jin tomó la llave y fue al lugar indicado aunque se perdió en el camino, al llegar abrió la puerta y el cuarto era muy diferente a lo que esperaba pues era completamente distinto al resto del lugar, estaba limpio y olía muy bien, además de que la Bauta daba a una zona muy alejada y bonita.
Jin: Con permiso.
Jin entró al cuarto y sintió que alguien lo miraba, vio una nota en la mesa que decia: "Espera sentado en la cama"
Jin hizo caso y se sentó esperando lo peor cosa que así fue. Vio cómo una gata se lanzó hacia el con una llave de metal intentando golpearlo en la cabeza por lo cual rodó hacia el suelo.
Kurumi: Demonios, quedate quieto.
Jin: ¡Espera Kurumi-chan!
Esta se detuvo en seco ya que la llamaron por su nombre.
Kurumi: ¿Cómo sabes mi nombre?
Jin: Soy Jin de la academia seton, ¿no me recuerdas?
Al escuchar eso Kurumi soltó la llave y comenzó a oler a Jin además de verlo por todas partes. Al ver que si era el una gran vergüenza y enojo recorrió su cuerpo, no enojo hacia el sino que la viera de esta forma, vistiendo un traje erotico para embobar a los hombres, dejar que la tocarán un poco y después noquearlos con la llave, o en su caso cuando estaba enojada dejar la nota y atacarlos.
Kurumi: Yo... Que vergüenza que me veas así.
Jin se quito el suéter que tenia y se lo presto para que se cubriera con eso.
Jin: ¿Por qué estas aquí?
Kurumi: Es una larga historia, y no es seguro contarla aquí el león nos está escuchando, salta por la ventana hay bolsas de basura abajo yo dejaré que me golpee.
Jin: ¿Qué?
En ese momento la puerta se derrumbó y se pudo ver al gerente león muy enojado.
Gerente: ¡Tienes que hacer tu trabajo, quitale el dinero y pagame la deuda que me debes!
El gerente se acercó a Kurumi y la sujeto de los hombros, está estaba muy aterrada por lo cual se paralizó, Jin por otra se había escabullido hasta la parte trasera del cuarto y uso la misma llave que Kurumi planeaba usar y de un solo golpe en la nuca tumbo a la cama al gerente, este intento levantarse pero Jin se puso encima de él y siguió golpeando lo con la llave de metal hasta que esté se quedó inconsciente y sangrando.
Jin: Vámonos.
Kurumi: No puedo irme, el conoce y tiene entrada a cualquier lugar de esta zona.
Jin: No estaremos aquí, nos iremos a la zona donde vivo allí es seguro.
Kurumi: N-no tengo miedo, el podría lastimarme o a ti por mi culpa.
Jin: Ya se.
Jin le dio más golpes al león y Kurumi pensó que lo mataría pero Jin se detuvo, agarro una servilleta y una pluma que tenía Kurumi escribió una nota para después llamar a la policía.
Jin: Vendrán en unos momentos y se lo llevarán, vamonos.
Jin la tomó de la mano y salieron del lugar, pero por petición de Kurumi pidieron quedarse para asegurarse de que lo habían capturado y así fue, la policía llegó y el león seguía inconsciente por lo cual lo subieron a la patrulla.
Jin: ¿Tiene cámaras de seguridad el lugar?
Kurumi: Solo en mi cuarto y en el pasillo donde se encuentra, además de la entrada.
Jin: Será más que suficiente para que vena que es culpable, vamonos.
Ambos salieron corriendo, Jin tomaba la manos de Kurimi para guiarla hasta que llegaron al hogar de él tiempo después.
Jin: ¿Ahora si puedes contarme?
Kurumi: Si, pero tardaré un poco.
Jin: Te escucho.
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Bueno aquí termina otro capítulo espero les haya gustado y ahora sin nada mas que decir
ADIÓS!!!

 ---------------------------------------------------------Bueno aquí termina otro capítulo espero les haya gustado y ahora sin nada mas que decirADIÓS!!!

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